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La clave del Chile de mañana MERCADOS

La clave del Chile de mañana

Con seguridad se vienen tiempos de nuevas alzas de impuestos, lo cual necesariamente pasará por ampliar la masa de quienes tributan, incluyendo a muchos de los que hoy día no pagan tributos. Porque, si aún no se tiene claro, es bueno recordar que nuestro país goza de uno de los tramos exentos más altos del mundo. Por lo mismo, es de justicia que, en este escenario de mayor solidaridad, sean muchos más los que aporten. Eso también es justicia tributaria.


Miles de personas protestan hoy por demandas sociales que dan cuenta de legítimas aspiraciones de habitantes de un país con un PIB como el nuestro. Sin embargo, puede verse que no todos protestan de manera constructiva pensando en un país mejor, ya sea porque rompen o incendian, o simplemente porque se limitan a repetir frases panfletarias (hoy viralizadas) como “No + AFP”. En este lado, aparece un sector importante de nuestra clase política que postula que la salida a esta crisis pasa por escuchar dicho clamor y atenderlo de inmediato.

En ninguno de esos grupos de interés se escuchan propuestas concretas para mejorar la gestión de los ahorros de quienes cotizan en el sistema previsional y así, a futuro, se obtengan pensiones más dignas. La mayoría
movilizada está preocupada de “mi” pensión y “mi” futuro, así como las administradoras estarían preocupadas de “mi” rentabilidad.

La solución rápida: elevar los impuestos. Sin embargo, la inmensa minoría que paga impuestos, de igual manera y con igual legitimidad, podría también proclamar como frase de lucha: “No + Impuestos”.

Frente a esto, los primeros dirán entonces que es una pretensión ilegítima e incluso inmoral, ya que ¿cómo se financian los gastos que permiten el normal funcionamiento del Estado en el cual se generan las ganancias por las que se pagan los impuestos? Justamente, acá está la clave del Chile del mañana: erradicar a aquellos que solo saben decir “No +” y unir a quienes decimos más. Más orden, más justicia, más emprendimiento, más innovación, más competencia, más recaudación, más solidaridad, más equilibrio fiscal.

Con seguridad se vienen tiempos de nuevas alzas de impuestos, lo cual necesariamente pasará por ampliar la masa de quienes tributan, incluyendo a muchos de los que hoy día no pagan tributos. Porque, si aún no se tiene claro, es bueno recordar que nuestro país goza de uno de los tramos exentos más altos del mundo. Por lo mismo, es de justicia que, en este escenario de mayor solidaridad, sean muchos más los que aporten. Eso también es justicia tributaria.

Por eso deben destacarse las palabras del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, quien al momento de agradecer el acuerdo generado para aprobar el presupuesto del 2020 señaló: “Les estamos pidiendo un esfuerzo tributario a los chilenos y ese esfuerzo de pedir recursos exige un deber moral como autoridades de que ese dinero se gasta bien”.

Estas semanas han remecido a todos por igual, y nadie podría desconocer que estamos en un escenario nuevo, donde está siendo más útil la escuela francesa que la americana, y la empatía, que los indicadores macroeconómicos.

Por lo mismo, la frase del ministro de Hacienda es de una importancia que lamentablemente no se aprecia en medio del humo de las barricadas, ya que un país donde el sector privado entiende que el abuso no es la forma de maximizar utilidades; un país donde la autoridad electa o designada rinde cuentas de verdad; y un país donde existe real conciencia de la importancia de un gasto fiscal eficiente y eficaz, es un país que, más temprano que tarde, será uno mucho mejor.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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