La batalla por fijar transversalmente una perspectiva de género capaz de confrontar la violencia es urgente, avanzando en la existencia de medios que fomenten un periodismo profesional que discuta la erradicación de todo tipo de sesgos, y la necesidad de regular la desinformación en las RR.SS.
Este año se realizará en Chile el Foro Mundial de Libertad de Expresión. Y el momento no podría ser más oportuno, en especial cuando en agosto de 2023 la relatora especial sobre libertad de expresión indicó que el Global South es terreno fértil para la desinformación y el impacto amplificador que tiene en nuestros países, en especial aquellos en crisis climática.
Por otro lado, en nuestra región, la mayor cantidad de defensores medioambientales, de la naturaleza y de nuestros recursos, son mujeres y, en particular, mujeres de pueblos originarios. También son las más afectadas por la desinformación sobre el cambio climático, fomentando la incredulidad sobre esta crisis, su impacto y urgencia y socavando sus esfuerzos por sobrevivir en una crisis climática. Un estudio de Fundación Multitudes, de 2022, indica que las mujeres de pueblos originarios son cinco veces más propensas a los ataques de desinformación, con la intención de deslegitimar su espacio en la vida pública y la política. Esto tiene un impacto directo en sus vidas y en la protección de sus derechos fundamentales, como, por ejemplo, la libertad de expresión.
Son las mismas activistas medioambientales y defensoras de la justicia climática las que reciben el mayor número de ataques de violencia en pos del desarrollo económico y apoyados por la influencia extranjera en los países de América Latina y el Caribe. Además del riesgo relacionado con su trabajo, todas las mujeres se enfrentan a mayores peligros y cargas por el impacto del cambio climático, especialmente las mujeres que se encuentran en situaciones de vulneración de sus derechos y que están obligadas a asumir roles, responsabilidades y normas culturales existentes.
Sin duda, la batalla por fijar transversalmente una perspectiva de género capaz de confrontar la violencia es urgente, avanzando en la existencia de medios que fomenten un periodismo profesional que discuta la erradicación de todo tipo de sesgos, y la necesidad de regular la desinformación en las plataformas de redes sociales.
Además de proveerles la protección necesaria, es esencial incluir a las mujeres como líderes de cambio, en particular a las mujeres indígenas en los esfuerzos para desarrollar resiliencia climática. Trabajar para que tengan libertad en el acceso a la información, que puedan combatir la desinformación que profundiza las diferencias a las que se enfrentan y establecer marcos legales de trabajo y protección, es imprescindible en la tarea de asegurarnos que su derecho a la libertad de expresión en su lucha no se vea silenciado. No nos podemos olvidar de lo importante que es que hagamos finalmente la conexión entre desinformación y libertad de expresión y prensa.
La desinformación es un arma tan letal para la prensa como lo es para la libertad de expresión de las mujeres que combaten a diario para proteger sus territorios y sus familias frente a la crisis climática. Garantizar el derecho a la libertad de expresión de las mujeres defensoras medioambientales será fundamental en la lucha para fortalecer la democracia. Si no, las silenciaremos para siempre.