Las drogas para Klaus Schmidt-Hebbel

La propuesta antiprohibicionista sobre las drogas de Schmidt-Hebbel no es novedosa, lo importante es de quién viene: uno de los más destacados y prestigiosos economistas de la plaza. Su propuesta tampoco se restringe sólo a argumentos económicos y criminológicos sobre el control de la delincuencia organizada y el narcotráfico, sino que también se ocupa de los aspectos sanitarios y de la salud de los usuarios de las drogas.

Es ya sabido por la experiencia internacional, como la portuguesa por él referida y la estadounidense que no refiere, o la holandesa, suiza, alemana, uruguaya u otras, que al ser suprimida la prohibición penal al consumo y a la provisión de drogas, se va generado así un mercado lícito y desaparece la necesidad de un mercado ilícito del narcotráfico que provea la demanda por ellas, la cual no desaparece con su prohibición. Esa demanda por drogas entonces debería controlarse mediante la oferta de consistentes servicios de tratamiento a su adicción para quienes la consumen y de prevención al consumo para quienes están en riesgo de hacerlo.

Podemos reforzar los argumentos antiprohibicionistas de Schmidt-Hebbel señalando que según la información de SENDA, en Chile el 70 % de quienes han usado drogas alguna vez en su vida han abandonado su consumo; a la vez, algo así como el 80 % de quienes las usan en la actualidad no tienen un consumo problemático o de riesgo. Esas mismas personas son quienes deben ser convocadas y supervisadas para evitar con ellas mismas los riesgos de consumos problemáticos. Lo anterior también es pertinente para el consumo de tabaco y alcohol o la ludopatía.

Finalmente sería muy conveniente, que como Schmidt-Hebbel u otros economistas incursionaran en el asunto de las drogas, sobre todo en las causas de su consumo, ya que los estudios cada vez más indican cómo el agobio (burnout) está causando las deudas financieras familiares y el sobretrabajo para tratar de pagarlas genera procesos de autogestión de los trastornos del ánimo -ansiedad, depresión y angustia- mediante el consumo de sustancias psicoactivas, sean tabaco, alcohol, psicofármacos, cannabis, clorhidrato, pasta básica de cocaína y otros.