Publicidad
He decidido apoyar a Jeannette Jara Opinión AgenciaUno

He decidido apoyar a Jeannette Jara

Publicidad
Eric Aedo Jeldres
Por : Eric Aedo Jeldres Diputado (DC), Vicepresidente de la Cámara de Diputadas y Diputados.
Ver Más

Creo en la política como un espacio de acuerdos, de disenso con respeto, de diálogo honesto. Por eso elijo estar aquí. Por eso respaldo a Jara. Porque quiero ser un político que no teme cruzar puentes si del otro lado hay alguien dispuesto a caminar por el bien común.


Soy democratacristiano. Lo he sido toda mi vida. Y tengo plena conciencia de que la Democracia Cristiana nació como una alternativa tanto al comunismo como al capitalismo. Pero también, y sobre todo, como una apuesta por la justicia social, el diálogo y la construcción de puentes donde otros solo han visto trincheras.

Hoy he decidido apoyar a Jeannette Jara. Y no porque haya cambiado de principios, sino precisamente porque los mantengo. Porque estoy convencido de que hacer política no consiste en atrincherarse en una ideología como si fuera un dogma, sino en abrirse al otro incluso a quien ayer fue adversario para reconocer en él una voluntad común, una palabra que se cumple, una causa que se comparte.

La autenticidad con la que Jeannette Jara ganó estas primarias no es, para mí, una estrategia de campaña. Tal vez lo habría creído así si no me hubiese tocado trabajar codo a codo con ella. Pero después de tres años impulsando juntos reformas concretas, puedo decir con certeza que estamos ante una lideresa que no necesita disfraces ni frases vacías.

La apoyo porque sé que cumple su palabra, porque he visto su coherencia en los momentos difíciles, y porque confío en su capacidad de liderar una coalición amplia, donde las diferencias no se anulan, sino que se integran con sentido en un proyecto común.

Si yo tomara decisiones políticas encerrado en mi identidad ideológica, no podría hacer política. Caería en el sectarismo. En esa lógica en que solo vale lo que yo creo y los demás deben plegarse o ser combatidos. Eso no es política. Eso es fanatismo. Y, lamentablemente, es el camino que han tomado sectores de la derecha Matthei, Kaiser, Kast–, donde los que piensan distinto no son adversarios, sino enemigos. Esa mirada rompe la democracia, empobrece el debate y paraliza al país.

Creo en la política como un espacio de acuerdos, de disenso con respeto, de diálogo honesto. Por eso elijo estar aquí. Por eso respaldo a Jara. Porque quiero ser un político que no teme cruzar puentes si del otro lado hay alguien dispuesto a caminar por el bien común.

No ha sido un camino fácil. Cuando decidí dedicarme a la política, dejé atrás otro destino: iba a ser jesuita. Renuncié a un futuro estable, predecible, y esa decisión no fue bien recibida por todos. Mi familia, de clase media emergente, solo quería lo mejor para mí y temía que estuviera tirando por la borda una oportunidad segura. Pero lo hice por una convicción profunda: necesitaba ser fiel a mí mismo, a mis deseos y valores de ese momento.

Hoy, tantos años después, esa misma convicción sigue guiando mis decisiones. Incluso cuando implica arriesgar mi cuota de poder. Porque aferrarse al poder por el solo hecho de conservarlo es, en el fondo, una forma de miseria. Apoyar a Jeannette Jara no es un desvío en mi camino. Es, precisamente, la forma de honrarlo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

Inscríbete en nuestro Newsletter El Mostrador Opinión, No te pierdas las columnas de opinión más destacadas de la semana en tu correo. Todos los domingos a las 10am.

Publicidad