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El grave efecto de los guetos verticales alrededor de las estaciones de Metro Opinión Archivo

El grave efecto de los guetos verticales alrededor de las estaciones de Metro

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Luis Astudillo Peiretti
Por : Luis Astudillo Peiretti Alcalde de Pedro Aguirre Cerda (Ind-PS).
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Densificar sin planificación no es progreso, es abandono. No se trata solo de apilar viviendas de manera vertical, sino de construir barrios con identidad, áreas verdes, equipamiento cercano y espacio para que las familias hagan comunidad.


Una de las propuestas del candidato J.A. Kast es eliminar los límites de altura en la construcción de edificios cercanos a las estaciones del Metro con el objetivo de enfrentar el déficit habitacional y mejorar el acceso a la vivienda en la Región Metropolitana, abriendo de esta manera la puerta para la construcción de los nefastos guetos verticales y pasando a llevar el Plan Regulador Comunal como herramienta de planificación para cada comuna.

Con esta idea, el candidato y su equipo técnico demuestran un profundo desconocimiento en materias de planificación urbana y seguridad pública. En el inconsciente colectivo muchos pensamos de inmediato en la comuna de Estación Central, una comuna que estuvo desprotegida y cuyo resultado fueron torres enormes impulsadas por la especulación inmobiliaria, que trajeron consigo muchísimos problemas para quienes viven y sus alrededores.

Es más, podemos dar cuenta cóomo en las comunas de Recoleta o La Cisterna, entre muchas otras, este tipo de edificaciones han significado un alto nivel de proliferación de edificios “tomados” por el narcotráfico, cuadras completas atestadas de toldos azules con comercio ilegal, puestos de comidas sin ningún tipo de control sanitario, mujeres secuestradas en departamentos para ejercer el comercio sexual y mensajes desesperados de niñas y niños exigiéndole al Estado a través de los medios de comunicación, el derecho de poder vivir en un ambiente libre de miedo e inseguridades.

Densificar sin planificación no es progreso, es abandono. No se trata solo de apilar viviendas de manera vertical, sino de construir barrios con identidad, áreas verdes, equipamiento cercano y espacio para que las familias hagan comunidad: colegios, consultorios, plazas, transporte, seguridad y servicios que entreguen una mejor calidad de vida.

Quitarles a los municipios la capacidad de ordenar su territorio es condenar a las comunidades a una pesadilla diaria. Somos nosotros, las autoridades municipales, quienes debemos garantizar que la ciudad funcione de la mejor manera y con este tipo de ideas nos obligan a hacer uso de nuestras exigidas arcas municipales para aplacar las externalidades negativas. En definitiva, este tipo de ideas terraplanistas, de soluciones mágicas, afecta la convivencia de toda una comuna y de la ciudad.

El llamado es a ser responsables a la hora de proponer ideas y no caer en “ofertones” populistas que buscan conseguir votos o puntos en las encuestas de turno, sin mediar el grave efecto que este tipo de “promesas” pueden provocar en nuestros barrios.

Insegurizar los territorios cercanos a las estaciones de Metro va completamente en la línea contraria del trabajo de planificación y calidad de vida que les queremos entregar a nuestras vecinas y vecinos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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