
IA: el verdadero protagonista de la temporada de resultados
Las empresas estadounidenses comenzarán a publicar sus resultados del tercer trimestre en los próximos días. Para finales de mes, alrededor del 68% de las empresas del S&P 500, que representan el 72% de la capitalización bursátil total, habrán publicado sus resultados.
El consenso anticipa un crecimiento de las ganancias de aproximadamente el 8% interanual, una moderación respecto al 11% del segundo trimestre. Esta desaceleración refleja la disminución de los impulsores de la depreciación del dólar estadounidense, el aumento de los pagos arancelarios y la ausencia de una ganancia extraordinaria que había impulsado las comparaciones del trimestre anterior.
Desde una perspectiva sectorial, se espera que el rendimiento se mantenga desigual. Los gigantes tecnológicos deberían volver a superar al mercado en general, respaldados por la continua fortaleza de la infraestructura digital y la demanda relacionada con la IA, mientras que el petróleo y el gas siguen siendo un lastre notable para las ganancias del S&P 500.
Curiosamente, en la mediana, se proyecta que el sector financiero presente el mayor crecimiento de las ganancias. Los primeros indicios apuntan a un inicio de temporada bastante acorde: 23 de los primeros informantes superaron las estimaciones de ganancias por acción (EPS) en un 4.6%, solo ligeramente por debajo del promedio a largo plazo del 4.9%.
El consenso espera que el gasto de capital de las empresas de tecnología, en especial las hiperescaladoras (i.e., proveedores de nube a gran escala que operan redes masivas de centros de datos), aumente un 75% interanual en el tercer trimestre, antes de moderarse drásticamente al 42% en el cuarto trimestre y a aproximadamente el 20% en 2026.
Sin embargo, los trimestres anteriores han demostrado repetidamente que estas estimaciones subestiman el gasto real. Al igual que el trimestre pasado, las inversiones relacionadas con la IA probablemente seguirán siendo uno de los principales impulsores de la confianza en las ganancias de cara a fin de año.
El mercado continúa brindando a los hiperescaladores el beneficio de la duda respecto a las inversiones en IA. Se fundamentan en la suposición de que generarán con éxito flujo de caja a partir de sus inversiones. En este sentido, se proyecta que la inversión en capital global relacionada con la IA por parte de los hiperescaladores y los principales proveedores de la nube alcance alrededor de 350.000-400.000 millones de dólares en 2025, impulsada por inversiones masivas en centros de datos, unidades de procesamiento de gráficas (GPU) e infraestructura de red para respaldar la rápida expansión de las cargas de trabajo de IA generativa y la implementación de modelos basados en la nube.
Consideramos que una interrupción en la narrativa de la IA es el factor principal que podría modificar el optimismo de los inversores. Por ende, es importante prestar atención a la adecuada diversificación del portafolio de inversión. El oro, para el cual seguimos observando un contexto fundamental favorable, ofrece cualidades interesantes con menor correlación al mercado accionario. El enfriamiento de la economía estadounidense, junto con las perspectivas de tasas de interés más bajas y un dólar más débil, deberían seguir atrayendo al mercado de oro a quienes buscan activos refugio. Además, las compras de los bancos centrales deberían mantener alta la demanda por este metal.
Vemos una probabilidad muy limitada de una corrección importante, pero creemos que podría producirse un retroceso temporal, debido al optimismo del mercado. Reiteramos nuestra visión constructiva sobre el oro y elevamos nuestro precio objetivo a 12 meses a USD 4.500 por onza.
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