Publicidad
La inteligencia artificial en el mundo legal: ¿aliada o amenaza? Opinión

La inteligencia artificial en el mundo legal: ¿aliada o amenaza?

Publicidad
Francisca Álvarez
Por : Francisca Álvarez directora de Servicios Laborales de PwC
Ver Más

Es fundamental que nos adaptemos cuanto antes al uso de la IA en nuestras labores, considerando los múltiples beneficios que puede aportar a nuestro trabajo legal. Pero esta adaptación debe ir acompañada de una gran responsabilidad, un compromiso firme con el profesionalismo y los estándares éticos.


En los últimos años, no resulta extraño encontrar noticias que vinculan la inteligencia artificial (IA) con el ámbito del derecho. Sin embargo, muchas de estas noticias no lo hacen desde una perspectiva positiva. Se han reportado casos en diversas partes del mundo donde abogados han presentado escritos judiciales con citas o jurisprudencias falsas, inexistentes o que no correspondían al país de la controversia, viéndose obligados a disculparse o, incluso, ser sancionados por el uso incorrecto de herramientas de IA y esta problemática también ha alcanzado a los propios jueces, quienes en algunos casos han dictado sentencias con errores, imprecisiones y referencias inventadas.

Este escenario nos invita a reflexionar sobre los efectos que está teniendo la IA en el ejercicio profesional de los abogados. Idealmente, esta herramienta debería convertirse en aliada estratégica para nuestra labor. No obstante, los ejemplos mencionados nos obligan a preguntarnos si estamos haciendo un uso correcto, ético y responsable de ella.

Uno de los riesgos que podría tener la IA para la profesión legal se relaciona con la dependencia que podría generarse ante su uso irrestricto sin involucrar una debida supervisión y, por supuesto, capacidad de reflexión y de análisis crítico y jurídico. Lamentablemente, esta tentación ha afectado tanto a abogados como a jueces en distintas partes del mundo.

Por supuesto que los abogados debemos incorporar la IA en nuestro quehacer diario, pero esto debe hacerse con un alto estándar de diligencia. Ejemplos como los ya mencionados dañan la confianza en estas herramientas y desacreditan su uso en el ejercicio jurídico. Qué ocurrirá cuando debamos explicar a nuestros clientes que ciertos trabajos incluyen el uso de IA, si se están conociendo todos los días casos que evidencian la falta de supervisión, rigor y debido control del abogado sobre este tipo de herramientas, que obviamente impactan sobre la confianza y certeza en el uso de las mismas.

Es fundamental que nos adaptemos cuanto antes al uso de la IA en nuestras labores, considerando los múltiples beneficios que puede aportar a nuestro trabajo legal. Pero esta adaptación debe ir acompañada de una gran responsabilidad, un compromiso firme con el profesionalismo y los estándares éticos que siempre deben regir nuestra práctica.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad