Publicidad
Comercio con Asia, ¿pan para hoy, hambre para mañana? Opinión imagen referencial

Comercio con Asia, ¿pan para hoy, hambre para mañana?

Publicidad
Eduardo A. Santos Fuenzalida
Por : Eduardo A. Santos Fuenzalida Experto internacional en asuntos de comercio
Ver Más

A pesar de las aparentemente contundentes cifras comerciales que hemos logrado con los países de Asia, creo -como en el popular dicho- que el comercio con Asia es “pan para hoy, hambre para mañana”.


Hoy tenemos tratados comerciales con India, China, Hong Kong, Indonesia, Tailandia, Malasia, Corea, Singapur, Vietnam, y Brunei Darussalam, que representan más del 42% de la población mundial. Más importante aún, en las dos últimas décadas, nuestras exportaciones a estos países aumentaron de poco más de $9.305 millones de dólares a más de $54.760 millones, promedio anual, durante los años 2022 a 2024 (ONU – ITC). Su participación en las exportaciones aumentó de cerca de 30% a más de 53%. Creo que nos “encandilamos” con los enormes mercados y la posibilidad de hacer grandes negocios. Las últimas administraciones sintonizaron con esta propuesta y sus grandes cifras, y lo han hecho sin evaluar el tipo de relación comercial en la cual nos insertábamos, y la transformación traumática e impactos en nuestra base productiva. Tal vez, el mercado y sus actores decidirían más tarde respecto de la conveniencia o no, de las nuevas relaciones comerciales. Pero -creo- nos equivocamos.

El comercio con Asia nos “vino bien” y hemos podido predicar acerca de las bondades del libre comercio, pero nos hemos quedado “entrampados en un comercio útil” que nos especializa cada día más, casi exclusivamente en la extracción, producción y exportación de -principalmente- materias primas y recursos naturales de muy bajo valor agregado: “Síndrome del comercio primario”. Y este “síndrome” se expandió rápidamente. Al parecer, olvidamos que propusimos modificar el modelo productivo extractivista, agregar valor a las exportaciones, crecer, invertir y generar empleos de mejor calidad ¿Ha sido incompetencia, ignorancia o desprolijidad? Creo que una mezcla de todo ello y, especialmente, la falta de una política comercial que nos permitiese escapar del “espejismo” del comercio con Asia, fomentando, apoyando y priorizando las exportaciones con mayor valor agregado. Creo que hemos cometido un serio error y espero mostrarlo más abajo, con cifras y ejemplos concretos de nuestros comercio agrícola y alimentario. 

Durante las dos últimas décadas, el valor de nuestras exportaciones agrícolas, pecuarias, forestales y alimentarias (en adelante, “agroalimentarias”)correspondientes a las partidas arancelarias HS01 a HS24 y HS44– creció de sólo $7.438 millones de dólares (promedio, 2001 – 2005) a cerca de $23.307 millones (promedio, 2020 – 2024 (Cifras ONU – ITC). Cabe destacar que el crecimiento y evolución de las exportaciones a las diferentes regiones y países fue muy dispar, en cuanto a destinos y composición. Sin embargo, un factor común ha sido la presencia delSíndrome del comercio primario” en todos los mercados, aunque su “presencia” ha sido más pronunciada en el comercio con los países de Asia

De hecho, durante las dos últimas décadas, crecen rápidamente las exportaciones de alimentos y de productos sin procesar o con mínimo procesamiento, y de bajo o muy bajo valor agregado, como carnes; alimentos del mar, principalmente salmones y truchas; y frutas (respectivamente, las partidas HS02, HS03 y HS08) así como de troncos y de maderas en bruto, subiendo su participación de 48% a casi 65%. Al mismo tiempo, se produce el desvío de exportaciones -principalmente de los productos mencionados arriba- a mercados en Asia (China, India, Indonesia, Vietnam, Japón, Corea y Taiwán). 

Por su parte, los envíos de productos agroalimentarios procesados, preparados y de mayor valor agregado crecen, pero a una velocidad menor y su contribución a las exportaciones agrícolas y alimentarias cae de 20% a solo 15%.  Esta categoría de productos incluye varias “preparaciones” de carnes, pescados, crustáceos y moluscos (por ejemplo, conservas o productos ahumado envasados; partida arancelaria HS16); Productos de confitería sin cacao y azúcares (HS17); “Preparaciones” y alimentos con cacao (por ejemplo, chocolates; HS18); Cereales preparados y productos de confitería (HS19); Hortalizas y frutas preparadas (por ejemplo, dulces, mermeladas, conservas y jugos; HS20); Otraspreparaciones” de alimentos diversas (HS21); y Bebidas y bebidas alcohólicos (por ejemplo, agua mineral, cerveza y vino; HS22).  

Es cierto, la “agrupación” y “categorización” de productos utilizada arriba podría ser considerada arbitraria por algunos, pero ésta es derivada de una clasificación de códigos / partidas arancelarias muy reconocida y utilizada internacionalmente y permiteilustrar” las diferencias en el grado de procesamiento de los productos exportados y así estimar la posible “alta” o “baja agregación de valor” a tales productos. En todo caso, éstos corresponden a los principales productos agroalimentarios exportados por Chile, y contribuyen con cerca del 80% del valor de las exportaciones del sector, y puede ser considerada una “muestra” representativa de lo que ocurre con nuestro comercio agroalimentario.  

Para mayor claridad, sin embargo, también examinamos en algún detalle la evolución de las exportaciones de estas categorías de productos a los principales mercados en Norteamérica, Asia y Europa (Estados Unidos, China, Japón, India, Taiwán, Reino Unido, Alemania, España, Países Bajos, Italia, Brasil, México, Colombia, Perú y Ecuador, entre otros). Este examen también entrega una “fotografía” representativa de lo ocurrido durante las dos últimas décadas: elgrupo” representa más del 82% de las exportaciones totales (Los tres primeros con cerca de 53%, seguidos por Brasil que participa con poco más del 5% de las exportaciones). Los resultados no sorprenden y reiteran que los envíos agroalimentarios efectivamente se caracterizan por la “abundancia” de productos de menor valor agregado que -por los demás- van en aumento, principalmente, como resultado de las exportaciones a los países de Asia

Mientras en los EE.UU., la Unión Europea – 27 y Latinoamérica & Caribe, la participación de los envíos de productos con bajo o menor valor agregado es de 67%; 59%; y 50%, respectivamente, los envíos de estos mismos productos a China, Japón, India, y Taiwán representan, respectivamente, el 79%; 70%; 89%; 72%. Es más notoria aún la bajísima participación de las importaciones de productos con mayor valor agregado que realizan estos mismos países de Asia y que alcanza a solo 7%; 13%; 2% y 7%. Un muy buen ejemplo de esta tendencia se da en la glosa arancelaria HS44 (maderas y productos de la madera) que muestra a países de Asia importando mayoritariamente maderas en bruto, troncos, maderas aserradas y trozas de madera, mientras los países occidentales tienden a comprar productos de madera y madera aserradas. En el caso de los EE.UU. –nuestro principal mercado, las exportaciones alcanzan a más del 45% del total los productos de madera (maderas contrachapadas, tableros de fibra, y tablillas y frisos para parqués, por ejemplo) representan más del 70% de las compras desde Chile, con las maderas aserradas aportando otro 20%. Por el contrario, Japón y China, los principales mercados en Asia, muestran un “perfil importador” muy distinto. Así, en el caso de Japón, más del 72% de las exportaciones a ese mercado corresponde solo a maderas en bruto, trozas de madera o leña (glosa HS4401) y, en el caso de China, esta glosa, junto a maderas desbastadas en bruto, representa casi el 51%, con las maderas aserradas aportando un 47%

Me pregunto por qué nos ocurre todo esto ¿Por qué seguimos insistiendo en los países de Asia, cuando existen oportunidades en los mercados del hemisferio occidental? Insisto, los mercados de Asia, son “pan para hoy, hambre para mañana”. Insisto también, en que las empresas irán donde vean oportunidades de negocios, pero lamentablemente, creo que las últimas administraciones no han propuesto ni fomentado el “abordaje” de oportunidades existentes en aquellos países en los cuales tenemos oportunidades de un comercio diferente, de aquel que nos permita salir y evadir el circuito del “Síndrome del comercio primario”. Como en el dicho, creo que hemos estado “gastando pólvora en gallinazos”. Facilitar el acceso a oportunidades de negocio en Asia no significa que tengamos una política comercial, salvo que algunos todavía crean que las prioridades han estado y todavía están en Asia. Pero ¿por qué? Ya vimos que no está dando fruto y, más bien, ha producido profundos trastornos en nuestra economía.  

Creo que al menos en el MINAGRI, deberían repensar seriamente su aproximación al comercio agrícola y alimentario, hoy en el “cuasi abandono”. Hoy tenemos -entiendo- once Agregadurías Agrícolas, seis de las cuales están en Asia, con la de Vietnam inaugurada no hace mucho, por esta Administración, y sólo otras tres oficinas realmente operativas en Brasil, EE.UU. y la U. E., ya que las de México y Rusia están sin sus respectivos Agregados, desde hace ya algún tiempo. Entonces ¿Hay alguien en MINAGRI que haya visto las cifras de exportación a India e Indonesia? Dan lástima y, con mucho apuro, llegan   a un promedio de solo $142 y $43 millones de dólares, respectivamente (2020 – 2024), y ello a pesar de su enorme población. Un “rinde” bastante peor que el de varios países de Latinoamérica. Y ¿Hay alguien que realmente pueda justificar la nueva Agregaduría en Vietnam? Los “números no dan”, y sospecho -además- que está siendo financiada con recursos que estaban destinados originalmente a México ¡Qué pena! Nos equivocamos y ahora estamos abandonando no sólo los mercados de nuestro “barrio”, sino que Europa y Norteamérica, también. Necesitamos redireccionar recursos hacia mercados que realmente faciliten la transformación de nuestra base económica. Asia nos empuja en la dirección contraria.  

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

Inscríbete en nuestro Newsletter El Mostrador Opinión, No te pierdas las columnas de opinión más destacadas de la semana en tu correo. Todos los domingos a las 10am.

Publicidad