Presidente de la República solicitó la renuncia de Infante, quien ayer anunció la liberalización en la entrega del medicamento para todas las mujeres, y no sólo en caso de violación, pero que luego fue desmentido por el propio titular de la cartera, Pedro García.
Una nueva polémica, ahora al interior del propio Ministerio de Salud, provocó la distribución de la llamada píldora del día después, luego que el Gobierno resolviera pedir la renuncia del subsecretario de Salud Pública, Antonio Infante (PPD), que ayer había anunciado la liberalización en la entrega del medicamento y no sólo en los casos de violación, como ocurría actualmente.
Infante había asegurado al vespertino La Segunda que la píldora "se considera, a partir de ahora, como otro método anticonceptivo", por lo que "estará a disposición no sólo de las víctimas de violación sino de cualquier mujer que tuvo sexo inseguro y corre el riesgo de tener un embarazo no deseado».
Aunque se le habría pedido retractarse de sus dichos, el funcionario los ratificó durante la tarde, lo que provocó la molestia del titular de la cartera, Pedro García (DC), quien se vio obligado a convocar una conferencia para aclarar el tema, aunque declinó aceptar preguntas y se limitó a leer un comunicado de prensa.
García aseguró que «no existe resolución alguna», por lo que la política gubernamental respecto se mantendrá sin variaciones. En ese sentido, el secretario de Estado recalcó que se continuará "entregando el Postinor-2 sólo a las mujeres que han sido víctimas de violación como ocurría hasta ahora en el sistema público de salud».
Ante las contradicciones entre ambas autoridades, La Moneda optó por pedirle la renuncia a Infante. "En este Gobierno nadie se manda sólo», aseguró por la noche el ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, quien recalcó que el Ejecutivo tiene una política de salud en general. "Si hay discrepancias, el Presidente de la República y el titular de la cartera deciden", puntualizó.
En mayo del año pasado, el Ministerio de Salud anunció la entrega del medicamento en los consultorios municipales y Servicios de Salud a las mujeres víctimas de abusos sexuales, en el marco de un programa sobre sexualidad.
La medida fue objetada por organizaciones conservadoras, que incluso lograron que un juzgado civil de Santiago prohibiera la venta, distribución y comercialización del Postinor-2, aunque la resolución fue revocada en diciembre pasado por la Corte de Apelaciones de Santiago.
PS-PPD piden aclarar política sanitaria
La salida de Infante y la retratación de García provocó la molestia de parlamentarios de los partidos Socialista (PS) y Por la Democracia (PPD), que instaron al Ejecutivo a aclarar su posición respecto a este tema.
El diputado Enrique Accorsi (PPD) recordó que se ha demostrado que el medicamento no es de carácter abortivo, por lo que a su juicio al continuar distribuyéndolo sólo en casos excepcionales, se mantendrá la discriminación que existe en Chile en materia de acceso.
Por su parte, Gido Girardi (PPD) dijo esperar que el Ejecutivo revise su política respecto a la píldora, y consideró que la propuesta que había anunciado Infante iba en la línea correcta para que el país enfrentara esta materia.
En la misma línea, Fulvio Rossi (PS) calificó como "gravísimo" el impasse generado en torno a la píldora, considerando que el importante número de abortos clandestinos que se realizan en el país los colocan como la principal causa de muerte de las mujeres en estado de gravidez.
Polémica de vieja data
La discusión sobre la píldora del día después es de vieja data. En 2001 el Instituto de Salud Pública (ISP) perdió ante la Corte Suprema la batalla judicial con la pastilla llamada Postinal -que contenía el compuesto Levonorgestrel-, que rechazó los argumentos en cuanto a que no tenía características abortivas.
En una "jugada estratégica", el organismo interpretó los alcances de la resolución de la Suprema en el mencionado recurso, y ese mismo día lanzó al mercado el Postinor-2, con el mismo principio activo.
Con todo, este medicamento no es el único fármaco de esta naturaleza, pues también se comercializa en Chile el TACE, que cuenta con el mismo principio activo que los anteriores y cuya distribución fue autorizada en agosto pasado por el tribunal de alzada.
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