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Mideplan presenta informe de cumplimiento de Objetivos del Milenio

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Informe da cuenta de los cumplimientos del país en parte importante de los ocho desafíos impuestos por Naciones Unidas para el año 2015.


La ministra de Planificación, Paula Quintana, y el coordinador residente de Naciones Unidas, Enrique Ganuza, presentaron este lunes el segundo informe chileno sobre los cumplimientos de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) comprometidos por Naciones Unidas para el año 2015 y entre los que se encuentran la erradicación de la pobreza y la equidad de género.



«Como país estamos en una buena condición para cumplir los objetivos, porque hemos orientado nuestras políticas públicas con un rol de bienestar social», destacó la titular de Planificación, resaltando los progresos en materia de reducción de la pobreza, la superación de las brechas en acceso a la y el mejoramiento en las condiciones de salud.



La ministra agregó que "nuestra política social ha ido evolucionando, partiendo desde un trabajo asistencialista a una política de inversión social, donde tenemos el desafío que la Presidenta Michelle Bachelet nos ha propuesto al instalar un Sistema de Protección Social que cubra todo el ciclo vital orientado a la población más vulnerable de acuerdo a sus necesidades, y que se expresa en medidas como Chile Solidario -dirigido a familias en situación de pobreza-, Chile Crece Contigo -orientado a la primera infancia- y la Reforma Previsional".



Los objetivos planteados por Naciones Unidas son: erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.



En cuanto a los desafíos para alcanzar estas metas al año 2015, la ministra Quintana indicó que si bien Chile ha logrado una importante reducción de los niveles de pobreza, cumpliendo íntegramente el Objetivo 1 (Erradicar la pobreza extrema y el hambre), todavía persiste una desigual distribución del ingreso que está siendo combatida con el Sistema de Protección Social.



Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre



En el período 1990-2006, el porcentaje de personas que vivían con un dólar diario bajó desde el 3,6% al 1,1%. La meta comprometida al año 2015 es lograr un valor inferior a 1,8%, propósito alcanzado en noviembre del 2006. El objetivo de Chile ahora es esta tendencia y reducir al mínimo este porcentaje.



En el mismo lapso, también se registra una disminución relevante en el porcentaje de la población afectada por la pobreza y la indigencia, la pobreza se redujo desde 38,6% a 13,7% en el período. La pobreza no indigente descendió desde 25,6% de la población a 10,5%, mientras que la indigencia bajó desde 13% a 3,2%.



Con relación a la situación nutricional de los niños y niñas menores de 6 años, la malnutrición por déficit ha disminuido drásticamente desde 0,7% en 1994 a 0,3% en 2005, logrando la meta esperada para 2015.



Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal



La tasa de matrícula de enseñanza básica presenta una tendencia a mantenerse alrededor del 90%, logrando una cobertura casi universal. En 2006, el 88% de los niños entre 6 y 13 años asisten a este nivel, los estudiantes que comienzan el primer grado y llegan al quinto grado se incrementaron desde el 91,6% en 2000 al 93,3% en 2006. Se puede augurar que al 2015 se cumplirá la meta simbólica de un 100%.



En el período 2000-2006, se observan avances en las tasas de matrícula en el nivel parvulario: la cobertura de niños entre 0 y 3 años alcanzaba un 17%, 5,7 puntos porcentuales más que en 2000. Por otra parte, la tasa de matrícula del primer y segundo nivel de transición alcanza a 74,6% de los niños, 18 puntos porcentuales más que en 2000.



Desde 1990, la tasa de alfabetismo de la población entre 15 y 24 años se mantiene por sobre el 98,0%, con lo que prácticamente la totalidad de la población está en condiciones de leer y escribir; muy cerca de los logros de países como España e Italia, con 99,7% y 99,9% respectivamente.



Objetivo 3: Promover la igualdad entre géneros y autonomía de la mujer



En el ámbito educacional, el país ha avanzado significativamente en el acceso a la educación básica y media logrando coberturas similares entre hombres y mujeres. En 2006, en el nivel básico la relación niñas/niños llegaba a 0,94 y en enseñanza media a 1,01.



Los resultados indican que en 2006 el 80,6% de las mujeres entre 20 y 24 años ha completado los 12 años de escolaridad, acercándose positivamente a la meta para el 2015. En enseñanza superior, la relación al 2006 alcanza a 0.97, superior al 0.87 de 2000, alcanzado de esta manera la meta propuesta al 2015.



Considerando la importancia que tiene para el desarrollo de los niños y niñas la educación preescolar y con el objetivo de facilitar el acceso de las mujeres de menores ingresos a la vida laboral y/o completar sus estudios, se ha establecido una política pública para mejorar el acceso a la educación de este nivel y al cuidado infantil.



En 1990, prácticamente el 20% de los niños y niñas menores de seis años se encontraba matriculado en algún establecimiento de educación preescolar. Para el grupo específico de los hijos e hijas de madres que se encontraban económicamente activas este porcentaje alcanzaba a 29,9%, cifra que llegó a 51,8% en 2006.



En el ámbito laboral, desde 1992 las mujeres han mejorado su participación en empleos de mejor calidad, lo que se expresa en una mayor proporción de mujeres asalariadas en el sector no agrícola. En 1992, el 31,5% de estos puestos eran ocupados por mujeres, aumentando a 36,5% en 2006. La meta al 2015 es llegar al 40%.



En materia salarial, se observa la existencia de brechas en todos los grupos ocupacionales. En 1990, la diferencia entre hombres y mujeres en similar ocupación fue de 38%, mientras que en 2006 se reduce a 22,8%. Las diferencias más amplias se presentan en los grupos ‘profesionales y/o técnicos’ y en los ‘artesanos y operarios’, donde las mujeres ganan un 39,7% menos que los hombres.



Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil



Desde 1990 al 2005, la mortalidad de niños de 1 a 4 años descendió de 0,79 a 0,34 por mil niños de esa edad. Las principales causas de muerte corresponden a factores externos, como traumatismos, violencia, anomalías congénitas y tumores. Esto implica un cambio importante en la estructura de mortalidad de este grupo de edad, pues han disminuido las enfermedades inmunoprevenibles, las infecciosas y las respiratorias.



La tasa de mortalidad infantil ha descendido desde cifras superiores a 120 fallecidos por mil nacidos vivos en 1960 hasta llegar a una tasa de 7,9 registrada en 2005. La meta al año 2015 es alcanzar una tasa de 5,3.



Objetivo 5: Mejorar la salud materna



La mortalidad materna ha presentado un sostenido descenso. En 1990, la razón era de 40,0 fallecimientos maternos por cada cien mil nacidos vivos; cifra que en 2005 llegó a 19,8 por cien mil nacidos vivos, la segunda más baja de América Latina. Del mismo modo, la alta tasa de partos atendidos por personal sanitario especializado llega en el año 2005 a una cifra de 99.8%, muy cerca de la meta del 100%.



Otra de las metas establecida para 2015 contempla llegar al uso de métodos anticonceptivos para el 60% de las usuarias del sistema público de salud. Durante el año 2005 se avanzó alcanzando al 53,4% de ellas, los métodos más usados son las píldoras anticonceptivas, dispositivo intrauterino y el condón masculino.



Objetivo 6: Combatir el VIH/Sida y otras enfermedades



El total de personas notificadas con VIH y SIDA alcanzó a 17.235 en 2006. La tasa acumulada al 2006 fue de 63,0 con VIH y de 53,8 con SIDA, ambas por 100.000 habitantes. Desde 2004, se observa una disminución, lo que puede atribuirse a la cobertura total de tratamiento antirretroviral alcanzada por Chile en 2003 y que evita el avance de la infección a la etapa de SIDA.



Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del Medio Ambiente



A inicios de los ’90, la cobertura urbana de agua potable alcanzaba 97,4%, mientras que en 2006 la cifra llegaba a 99,8%. Se espera que el porcentaje de población que carece de agua potable en zonas urbanas llegue a prácticamente a 0% en 2015.



Chile también ha asumido un compromiso de mayor exigencia, incorporando un indicador adicional sobre cobertura de tratamiento de aguas servidas en zonas urbanas. En 2006, el porcentaje de población urbana sin este servicio descendió a 18,1%, cifra que se espera disminuir a 1,0% en 2015.

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