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La agenda de Longueira que complicó la recolección de platas en la UDI para las municipales Jovino Novoa habría concentrado las confianzas del empresariado

La agenda de Longueira que complicó la recolección de platas en la UDI para las municipales

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Aunque en la directiva le bajan el perfil al problema, asegurando que “tampoco nos ha ido tan mal”; desde el inicio de la campaña en los pasillos de la tienda de calle Suecia se escuchan los lamentos por falta de recursos para solventar el gasto que ha implicado enfrentar los comicios de este domingo. La mayoría sindica al ministro de Economía y su ya lejana agenda presidencial, crítica de los abusos empresariales, como responsable de la molestia del sector con la colectividad. El senador por Santiago Poniente es visualizado, en cambio, como uno de los más importantes salvadores.


La relación entre la política y el mundo empresarial ha sido criticada históricamente. Una de las principales razones para ello es que existe la convicción de que los partidos políticos, y más específicamente los aspirantes a cargos de elección popular, que aceptan donaciones quedan expuestos a presiones de parte de quienes contribuyeron a su elección. De allí que los recursos que ingresan a una campaña se hayan convertido en un elemento relevante de los procesos eleccionarios. Según estudios de Chile Transparente en relación con las municipales del 2008 y de diferentes analistas políticos desde 1990 para adelante, la UDI es el partido con el gasto electoral más elevado. Sin embargo, en el gremialismo se lamentan de que año tras año ha sido más difícil captar medios económicos, y este último peor aún debido a la estrategia adoptada por el ministro Pablo Longueira Montes, quien siempre ha sido uno de los más grandes “recolectores” de la colectividad, al llegar a Economía. Algunos especulan que sus permanentes encontrones con el empresariado terminaron pasándole la cuenta a la tienda, en el aspecto financiero. Así, el senador Jovino Novoa se habría erigido como el gran captador de recursos para el partido.

Si de algo se han quejado en las filas de la UDI, por increíble que parezca, es de la falta de recursos para enfrentar la elección municipal del domingo. Eso es algo en lo que cuesta creer, dadas las firmes redes empresariales del gremialismo, pero en el partido aseguran que si bien hay quienes siguen contando con el beneplácito del empresariado, eso está pasando a ser “casi a título personal”. Y hay un sector de la colectividad que apunta directamente a la ofensiva implementada por Longueira, cuando recién aterrizó en Economía. Critican la “dureza” con que habría enfrentado “temas sensibles” para este sector y que fue percibido como un “sesgo anti empresarial” y pro consumidor. Esto, por ejemplo, por el respaldo entregado al Sernac en el marco del escándalo La Polar. Tampoco olvidan la reacción del secretario de Estado a raíz de la polémica por los estacionamientos en los malls o que fue uno de los primeros en embarcarse en respaldar una reforma tributaria para financiar la reforma educacional, a fines del 2011, y que implicaba fundamentalmente el aumento de impuestos a las grandes empresas. Con lo que se vio abiertamente enfrentado al vicepresidente de la UDI, senador Jovino Novoa, al punto que desde su propio partido surgieron las voces que lo calificaron de “populista”.

En medio de la polémica por los estacionamientos en los malls, que ya lo tenía enfrentado a Novoa, Longueira reabrió un flanco antiguo al trenzarse en una disputa con el diario La Tercera. El episodio quedó en el imaginario colectivo como la “Nota de la Redacción”. Título con que el matutino del consorcio Copesa respondió el derecho a réplica en el que el titular de Economía negaba el contenido de un artículo, que aseguraba que Novoa le había llamado la atención por la postura asumida en el debate por los estacionamientos. Controversia que también se traduce, dicen en la tienda, en un problema posterior de “liquidez”. El problema, según especulan en UDI, es que la “agenda presidencial” que desplegó Longueira en sus primeros meses en la cartera, “no contribuyó a un crecimiento tan grande como para afianzar su candidatura, pero perjudicó la recaudación del partido. Algo que se veía venir”, advierte un antiguo militante.

[cita]En medio de la polémica por los estacionamientos en los malls, que ya lo tenía enfrentado a Novoa, Longueira reabrió un flanco antiguo al trenzarse en una disputa con el diario La Tercera. El episodio quedó en el imaginario colectivo como la “Nota de la Redacción”. Título con que el matutino del consorcio Copesa respondió el derecho a réplica en el que el titular de Economía negaba el contenido de un artículo, que aseguraba que Novoa le había llamado la atención por la postura asumida en el debate por los estacionamientos. Controversia que también se traduce, dicen en la tienda, en un problema posterior de “liquidez”. El problema, según especulan en UDI, es que la “agenda presidencial” que desplegó Longueira en sus primeros meses en la cartera, “no contribuyó a un crecimiento tan grande como para afianzar su candidatura, pero perjudicó la recaudación del partido. Algo que se veía venir”, advierte un antiguo militante.[/cita]

Estos hitos, entre otros, que marcan la corta carrera ministerial del ex timonel gremialista, son los que, a juicio de algunos de sus compañeros de partido, habrían contribuido a que en la tienda hayan escaseado los recursos para esta campaña. Un parlamentario recuerda que Novoa advirtió que la agenda anti empresarial podría constituir “un riesgo para los objetivos municipales de la UDI”. Lo que le da sentido a los dichos del coronel gremialista, cuando en octubre del año pasado decía a La Tercera que “los gobiernos pasan y los proyectos quedan. Por eso es que el proyecto político y la coherencia de la UDI es más importante que la agenda de corto plazo de este gobierno o de una administración en particular”.  Lo que en un sector de la tienda fue interpretado como “un palo directo” a Longueira.

Mandrake el mago

Mientras tanto, la postura “coherente” de Novoa, se comenta en el partido, le habría reportado buenos dividendos. El senador más influyente de la bancada gremialista no ha dudado en defender tanto en el Congreso como ante el gobierno de Sebastián Piñera al empresariado. Ha dado la batalla en contra de todas las iniciativas que bajo su prisma no sólo perjudican al sector, sino que a la larga terminarían lesionando los objetivos de crecimiento y aumento del empleo que la actual administración se puso como meta en el programa para llegar a La Moneda. Prueba de ello es su alegato en debates como el del litio, que terminó con la salida del subsecretario Pablo Wagner (UDI), donde asumió la postura de que este metal blando no es un producto estratégico para Chile, por lo que estaría abierto a la explotación de privados. Lo que un legislador gremialista justifica asegurando que “SQM (Sociedad Química y Minera de Chile) es una de las empresas que le entrega plata al partido”, con lo que más bien alude a Julio Ponce Lerou, el ex yerno de Augusto Pinochet.  Novoa también defendió la posición del los empresarios en el debate por la gratuidad de los estacionamientos en los malls, en la postura contraria a Longueira. Y antes que eso fue férreo opositor a la reforma tributaria. Finalmente cedió, cuando logró intervenir el proyecto hasta que se aprobó el mal menor, desde el punto de vista de la gran mayoría de su sector. Así, ha marcado una línea clara que, le guste o no a un pequeña parte del gremialismo, lo proyecta como “un político confiable” para los empresarios.

De allí que en la UDI se comente que mientras al partido no le fue tan bien, unos aclaran que “tampoco tan mal” como otros años “cuando pasó el platillo”, con el senador habría ocurrido el fenómeno inverso. Lo que atribuyen a su comportamiento. El punto es que algunos murmuran que los recursos obtenidos van a parar a quienes forman el círculo más estrecho del senador en la tienda y a sus candidatos, no al “fondo común” de la UDI. Algo que mayoritariamente niegan, explicando que si bien Novoa “siempre ha captado recursos para el partido, este año ha sido fundamental”.

Pero también están los que quieren darle el mérito al actual timonel Patricio Melero y, aunque reconocen que en las reuniones con los eventuales donadores “la primera media hora se tenía que deshacer en explicaciones y la segunda los convencía para que entregaran la colaboración, aseguran que “tan mal de lucas no estamos”.

Todo, considerando que a la UDI se le atribuye ser el partido que más gasta en campaña, lo que lo habría llevado a convertirse en el más grande de Chile. Aunque no está confirmado que el gasto asegure el triunfo, según cifras oficiales de las municipales del 2008 –las reales son casi imposible de obtener, por cuanto vulneran la Ley sobre Transparencia y Límite al Gasto Electoral- efectivamente, el gremialismo fue el que más dinero gastó, declarando 3.215,7 millones de pesos. Seguido por lejos por RN (1.799,8 millones de pesos) que fue el segundo que más gastó. No obstante, en los pasados comicios ningún partido declaró haber utilizado el total del mundo asignado por la ley, aún cuando en el mundo político es un secreto a voces que la mayoría lo rebasa con creces. En la tienda de Jaime Guzmán tienen la convicción de que la capacidad de atraer recursos privados va aparejado con un buen resultado electoral. De ahí la importancia que se le da al hecho de que el ministro de Economía haya hecho enojar a algunos empresarios Aunque están quienes se niegan a darle todo la responsabilidad a Longuiera y suman a la crítica a la ministra del Trabajo Evelyn Matthei. De hecho, un pequeño grupo que también integran dirigentes responsabiliza más a la titular de Trabajo que a su par de Economía, por las dificultades para el acopio de medios destinados a cubrir los gastos de los comicios municipales.

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