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En Magallanes acusan “operación política” para debilitar movimiento contra salmoneras ante visita de reyes noruegos PAÍS

En Magallanes acusan “operación política” para debilitar movimiento contra salmoneras ante visita de reyes noruegos

Cristian Leighton
Por : Cristian Leighton Periodista. Coordinador de Mesa Periodística y Redes Sociales de El Mostrador
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La invitación del Presidente Sebastián Piñera a la delegación noruega, compuesta por el Rey Harald V y la Reina Sonja, junto con una numerosa delegación que incluye empresarios salmoneros, sigue generando anticuerpos magallánicos. Hoy la historia sumó un nuevo capítulo debido a la destitución de Alberto Serrano, director del museo de Puerto Williams, férreo opositor a la llegada de las empresas salmoneras y un articulador del diálogo con la comunidad yagán. En Puerto Williams aseguran que su despido fue una operación política para restar fuerza a la oposición de la industria de salmónidos que pretende instalarse en la Reserva Mundial de la Biósfera del Cabo de Hornos.


Esta semana, la ciudad de Puerto Williams recibirá una visita ilustre a ojos de todo el mundo, la del Rey Harald V y la Reina Sonja, actuales monarcas de Noruega, invitados personalmente por el Presidente Sebastián Piñera en el marco de la conmemoración de los 100 años de relaciones diplomáticas entre Chile y Noruega. Sin embargo, para la gente de la comuna será una visita non grata.

Los motivos de la visita, según las comunidades locales, no se detienen en la mera cordialidad. La comitiva real llega acompañada de más de 60 empresarios nórdicos, entre los que se encuentran los mayores productores y exportadores de salmón en el mundo, lo que ha convulsionado el tranquilo ambiente de la capital de la comuna de Cabo de Hornos.

Sabiendo desde La Moneda que la visita generaría anticuerpos magallánicos, tomaron una controvertida medida: le pidieron la desvinculación al director del Museo Antropológico Martín Gusinde de Puerto Williams, Alberto Serrano. Serrano es la cara visible de la comunidad, que se preocupa por la conservación del patrimonio natural y cultural del Cabo de Hornos, área poblada ancestralmente por la cultura y la comunidad indígena yagán.

La salida de Serrano, de acuerdo con Juan Pablo Martínez, presidente de Anatrap Magallanes y Antártica Chilena, es a todas luces, una maniobra política: «Estamos claros que es absolutamente irregular la situación por la cual se le solicita la desvinculación a Alberto. Efectivamente hay rumores de que habría unas exautoridades políticas que habrían solicitado que esto sucediera».

Alberto Serrano

Lo mismo opinan desde la Asociación Nacional de Funcionarios del Servicio Nacional del Patrimonio quienes, a través de una carta, aseguran que hay «eventuales presiones ejercidas por autoridades del gobierno regional y provincial; y de la Seremi de Cultura; en función de privilegiar la instalación de empresas e industrias de cultivo en la zona de conservación del patrimonio natural y cultural del Canal Beagle y el Archipiélago fueguino».

«Alberto tenía una actividad fuera de su trabajo. Estaba ligado a un activismo sobre el resguardo del patrimonio. Él ha sido uno de los principales precursores y sensibilizadores de la comunidad yagán en Puerto Williams. Bajo esta lógica, él encontraba que había una choque de intereses [con las salmoneras] y así lo ha demostrado», explicó Martínez, agregando que la salida de Serrano podría «echar por la borda todo el trabajo que se ha hecho con la comunidad yagán».

«Hay una serie de otras cosas que van mas allá y hoy día creemos que, por esta visión segada de nuestras autoridades, quizás llevadas por lo político, podríamos pagar caro la desvinculación de Alberto», sentenció Martínez, presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores del Patrimonio.

El responsable

De acuerdo con Martínez, el responsable de la petición para desvincular a Serrano es el exgobernador de la provincia Antártica, Juan José Arcos. De profesión abogado de la Universidad Católica, comenzó su carrera política en el año 2012, cuando fue concejal de Punta Arenas. Dos años después anunció la reconstitución del Partido Regionalista de Magallanes y, en septiembre del 2016, asumió el cargo de alcalde protocolar de Punta Arenas.

Al mismo tiempo que Sebastián Piñera recibía la banda presidencial el pasado 11 de marzo del 2018, Arcos hacía lo mismo, siendo elegido como gobernador de la provincia de la Antártica. En el puesto duró tan solo un año, saliendo el pasado 19 de febrero. Precisamente el día que salía de su cargo, se encontró con una manifestación por parte de vecinos de Puerto Williams, quienes se manifestaron en contra de las salmoneras y de la gestión de Arcos.

Según los vecinos, durante todo el período de Arcos este intentó sacar a Serrano de su puesto, lo que fue reconocido por el mismo afectado.

«Realizó una persecución, intentando perjudicarme ante las autoridades del servicio y el ministerio de las Culturas a nivel regional y central. Buscaba alianzas para inventar denuncias contra mi persona y generó cambios que ni siquiera pudieron levantarme un sumario».

Eso es corroborado en la carta enviada por la Anfupatrimonio al director nacional, Carlos Maillet. En un punto señalan que Serrano tenía «muy buenas calificaciones (lista 1 de distinción) en su función profesional e institucional».

Serrano incluso asegura que Arcos «manifestó a algunas personas en el pueblo que él quería sacarme de la dirección del museo».

Debido a su activa participación defendiendo los intereses de la comunidad yagán, Serrano denunció que lo que realizaba Arcos era «un acoso permanente por trabajar siempre con la comunidad, sobre todo con la comunidad indígena. En el fondo, este es un pueblo muy chico, hay muy pocas personas que dicen lo que piensan y yo soy el encargado de velar por el cuidado del patrimonio, entonces constantemente tengo situaciones complejas».

A pesar de que no lo logró en su período, la semana pasada le pidieron a Serrano su salida, la que coincide con la visita de los reyes noruegos a la zona. «Lo de las salmoneras es un hecho. De hecho, las salmoneras que se están instalando en la zona son de capitales noruegos», precisa Serrano, quien corrige asegurando que no ha sido destituido oficialmente, sino que fue solo vía telefónica. Como aún no se ha formalizado, tendrá que recibir el 31 de marzo a los reyes en el que todavía es su museo. «Que te traigan a los reyes es como una provocación», sentenció.

La postura de los yaganes

De acuerdo con Serrano, los yaganes «están encabezando la lucha contra las salmoneras, la comunidad yagán se siente tan afectada que están encabezando ellos este movimiento». Asimismo, Martínez va más allá, asegurando que «la comunidad indica que, en caso de que no se restituya a Alberto Serrano como director del museo, ellos se restarían de cualquier tipo de trabajo con el Ministerio de Las Culturas».

Información que fue corroborada por David Alday, presidente de la Comunidad Yagán, que amenaza que «si vienen, nosotros nos vamos a manifestar. Ahora, la forma en que hagamos eso es parte de nosotros, pero sí vamos a manifestar nuestra molestia. Es la oportunidad, acá estamos muy aislados y nadie nos pesca con esta demanda que tenemos, con la usurpación total del mar con cero participación de la comunidad originaria y es la única forma que tenemos de llamar la atención. O que nos sentemos a conversar, por lo menos».

«Desde el principio, fue totalmente un rechazo, porque hay un proceso viciado, acá se pasó a llevar el territorio. No quiero ser exagerado, pero hemos tenido, sin mentir, dos contactos en todo este proceso que comenzó el 2004», agregó.

Ese aislamiento que viven había sido acabado por Alberto Serrano, quien lleva desde el 2003 trabajando con la comunidad, ganándose su confianza. Por eso, Alday reconoce que no están de acuerdo con su salida, ya que «no se da que una persona de gobierno tenga este contacto directo con las comunidades indígenas. Alberto logró eso».

Su salida fue calificada como «un tema político», apuntando al mismo nombre que ha salido mencionado en la zona: Juan José Arcos, a quien Alday calificó como «un mafioso de lo último que pudo haber pisado acá. Su manejo político es muy oscuro y él comenzó todo esto del despido de Alberto Serrano porque él es muy pegado con nosotros como comunidad indígena. Arcos tiene una muy mala fama en la región».

«Nosotros vamos a cortar toda relación con este museo y vamos a ver si seguimos trabajando con cultura, aunque nos quedemos solos, pero las cosas no se pueden resolver así, mafiosamente de parte del gobierno. Nosotros no lo vamos a aceptar», sentenció. Hoy, de hecho, se manifestarán debido a la desvinculación de Serrano. Y no descartan más movilizaciones durante la semana.

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