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Inspirados en el antecedente favorable de otra demanda civil, la de las víctimas de Fernando Karadima contra el Arzobispado de Santiago, los abusados entre los años 70 y la década del 2000 en dependencias del colegio marista, interpondrán una demanda para buscar «verdad, justicia y reparación», como recalcó Isaac Givovich, uno de los denunciantes del sacerdote Adolfo Fuentes, quien –de acuerdo al expediente canónico realizado por el religioso David Albornoz– no debe tratar «con niños y adolescentes debido a la pérdida de límites corporales». Desde la congregación esperarán conocer el contenido de las acciones legales para referirse al tema.
En los próximos días, los denunciantes del caso Maristas interpondrán una demanda civil contra la congregación homónima y el colegio perteneciente a ella, el Instituto Alonso de Ercilla, lugar donde se habrían cometido los abusos sexuales.
Isaac Givovich, uno de los denunciantes del sacerdote marista Adolfo Fuentes, afirmó que “les hemos encargado a nuestros abogados todas las acciones que busquen verdad, justicia y reparación».
«La verdad llegó con el informe canónico a la justicia, y la reparación, tal como nos conminó monseñor (Charles) Scicluna, llegará por la vía de la acción civil. Esperamos que los Maristas no actúen como actuó la Iglesia de Santiago con el caso Karadima, dilatando durante años el proceso, y tomen como ejemplo a monseñor (Celestino) Aós”, agregó.
Givovich tiene un antecedente a favor y es precisamente lo que pasó con las víctimas de otro bullado caso de abuso sexual cometido por religiosos, el de Fernando Karadima. Las víctimas James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo interpusieron una demanda civil contra la Iglesia católica, fallo que fue a favor de ellos, ya que la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó el pago de $100 millones a cada uno. La Iglesia, en tanto, decidió acatar y no apelar a la resolución.
Hace 15 meses, la Congregación de los Hermanos Maristas instruyó una investigación canónica contra siete sacerdotes que habrían cometido una serie de abusos sexuales en los colegios de la congregación contra menores de edad a partir de los años 70 y hasta la década del 2000.
La información fue recopilada en un expediente canónico, realizado por el sacerdote David Albornoz, donde aparecen nombres como el del sacerdote Cristián Precht o el del mismo Fuentes.
De este último se detalla, por ejemplo, que “es conveniente que no trate con niños ni adolescentes, ni acompañamiento a adultos debido a la pérdida de límites corporales, de identidad e intergeneracional con otros. La personalidad de Adolfo es incompatible con la vida religiosa y el apostolado a personas vulnerables”.
Desde la congregación de los Hermanos Maristas señalaron que esperarán conocer el contenido de estas acciones legales antes de referirse al respecto.
