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El exmandamás de OAS, que según la filtración de medios brasileños reveló la entrega de más de $100 millones para la campaña presidencial de Michelle Bachelet, es un condenado por corrupción y lavado de dinero. Sin embargo, ha colaborado con la fiscalía brasileña y se acogió a la delación compensada, entregando varias pruebas que han permitido tener a Lula todavía encerrado en la cárcel. Desde el entorno del expresidente se le acusa de haber “fabricado” una versión para incriminarlo a cambio de los beneficios negociados con los fiscales. Asimismo, Pinheiro y OAS no son desconocidos para Chile, pero en 2018, cuando la fiscal de Alta Complejidad, Ximena Chong, fue a Brasil a tomarle declaración, él optó por guardar silencio.
La fuente de la información que volvió a poner a Michelle Bachelet en el centro de la arena política chilena, sacó al ruedo a Ricardo Lagos y disparó una vez más contra Luiz Inácio Lula da Silva, es José Adelmário Pinheiro Filho, ex presidente de la constructora OAS, la empresa brasileña implicada en casos de corrupción en ese país y en varios otros de la región.
De acuerdo a un informe que los fiscales de Lava Jato compartieron en la aplicación Telegram y al cual accedieron The Intercept Brasil y Folha de Sao Paulo, Pinheiro reveló que a petición de Lula hizo entrega de más de 100 millones de pesos a la campaña de Michelle Bachelet, una información que impactó en Chile.
Se trata de un empresario capturado por la Policía Federal de Brasil en noviembre del 2014, durante la séptima fase de la operación Lava Jato y condenado por corrupción y lavado de dinero por ordenar el pago de 8,6 millones de dólares en coimas para que OAS se beneficiase con contratos en Petrobras.
Pinheiro tenía una relación de amistad con Lula, pero luego se convirtió en delator compensado, aportando varias pruebas contra el expresidente de Brasil. Así pudo rebajar su condena de ocho a cinco años de prisión y recientemente, después de más de dos años de negociación, el ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), Edson Fachin, autorizó su salida de la prisión en Curitiba para retornar a su casa en Sao Paulo.
Por otra parte, Lula, quien gobernó Brasil por el Partido de los Trabajadores entre 2003 y 2010, sigue preso acusado de recibir de la constructora OAS, a manera de soborno, un apartamento a cambio de beneficios contractuales con Petrobras.
Todo el tiempo, el exmandatario ha insistido en su inocencia y ha apuntado sus dardos hacia el juez Sergio Moro, quien entonces lideraba los procesos de la operación Lava Jato y que ahora es el ministro de Justicia y Seguridad Pública del Gobierno de Bolsonaro. Además, desde su entorno se ha acusado a Pinheiro de “fabricar” una versión para incriminar a Lula a cambio de los beneficios negociados con los fiscales.
La conexión de Pinheiro con la Fiscalía brasileña, y de esta con el Gobierno de Bolsonaro, no ha pasado inadvertida, sobre todo porque la revelación sobre las supuestas platas que llegaron a la campaña de Bachelet se produce a semanas de la polémica que enfrentó al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, con la actual Alta Comisionada de DD.HH. de la ONU.
Pinheiro y OAS no son desconocidos para Chile. La empresa OAS fue la que en 2013 facilitó un jet privado -no declarado al Servel- a Marco Enríquez-Ominami para su candidatura presidencial. Y en 2018, cuando la fiscal de Alta Complejidad Ximena Chong, encargada de esta investigación, concurrió a Brasil a tomarle declaración a Leo Pinheiro, “él decidió guardar silencio”, contó hoy el Fiscal Nacional Jorge Abbott.
Desde Brasil recién el 4 de septiembre enviaron la información requerida por el Ministerio Público sobre los casos Odebrecht y OAS. Sobre esta última arista, “nos han señalado que no es posible enviarnos la declaración del señor Pinheiro, atendido a que aún no se encuentra ratificado por el Tribunal Supremo de Brasil el acuerdo de delación premiada que tiene Pinheiro con la Fiscalía. Cuando ese acuerdo tenga la aprobación, se nos dará la información”, dijo Abbott.
Pero Pinheiro no ha involucrado Lula solo con la política interna chilena. En los mismos archivos desclasificados, define al exmandatario brasileño como el intermediario comercial con el gobierno de Costa Rica. Asimismo, reveló otros datos, como el hecho de que OAS accedió a efectuar una carretera entre Potosí y Tarija en Bolivia a expresa petición de Lula.
Pinheiro también es un personaje reconocido en Perú, donde la corrupción de OAS alcanzó al exalcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, a la exalcaldesa Susana Villarán e, incluso, al expresidente Ollanta Humala.
Castañeda, por ejemplo, admitió que la constructora brasileña OAS le ofreció aportes para su campaña por una tercera elección en 2014. Según su versión, ‘Leo’ Pinheiro Filho le dijo que «quería» ayudarlo en la campaña, a lo que él respondió: «Ya, está bien, gracias”.
