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Flavia Torrealva (FRVS) sobre primera etapa de Gobierno: “Desde el punto de vista político fueron seis meses para el olvido” PAÍS Foto: Leonardo Rubilar Chandia, Agencia Uno.

Flavia Torrealva (FRVS) sobre primera etapa de Gobierno: “Desde el punto de vista político fueron seis meses para el olvido”

María Arriagada
Por : María Arriagada Periodista de El Mostrador
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De cara al cónclave convocado por el Presidente Gabriel Boric para reunir a las coaliciones base del Ejecutivo, la cabeza de la FRVS, Flavia Torrealba, asegura que en estos primeros meses “el Gobierno se sostuvo principalmente en la figura del Presidente de la República y su equipo político no necesariamente estuvo alineado con el esfuerzo que estuvo puesto solo sobre su figura. Este activo tuvo que girar mucho de su capital político para sostener a este equipo político que no funcionó”. Sobre el proceso constituyente explica que se debe “asumir que ya pasó” y que los resultados de las tratativas para diseñar el nuevo órgano podrían tener un costo en las militancias progresistas.


-¿Cuál es el diagnóstico que lleva la FRVS al cónclave de este domingo? 

-Desde el punto de vista político fueron seis meses para el olvido. El Gobierno se está recién encauzando ahora, el cambio de gabinete llegó un poco tarde. Sin embargo, hemos tenido avances en ministerios muy activos, el de Hacienda, Agricultura, el de Medioambiente. El Estado ha funcionado gracias a los ministros sectoriales que han estado sosteniendo la gestión del Gobierno. Ahora esperamos que con una definición de objetivos eso va a ser más visible.  

-¿A qué te refieres concretamente con que fueron seis meses para el olvido? 

-El Gobierno se sostuvo principalmente en la figura del Presidente de la República y su equipo político no necesariamente estuvo alineado con el esfuerzo que estuvo puesto solo sobre su figura. Este activo tuvo que girar mucho de su capital político para sostener a este equipo político que no funcionó. Por lo tanto, en esos seis meses que había que responder a los temas especialmente de seguridad y orden público, no se hizo.  

-¿Qué cambió tras la nueva conformación de gabinete? 

-Ahora se está encauzando y vemos que tenemos ministras más poderosas que están llevando adelante una agenda política que permiten que el Presidente no se lleve toda la carga que implica la responsabilidad de gobernar. Puede cumplir su rol, pero no pagar todos los costos. Hay un respiro en relación que la configuración de comité político tiene más claridad en sus funciones y sus objetivos. 

-Dices que los ministerios han estado sosteniendo la gestión del Gobierno, sin embargo, al interior de las coaliciones oficialistas hay quienes critican que ha faltado la comunicación de sus avances. 

-Creo que esta sensación tiene que ver con que la conversación constituyente y la contingencia política se han comido un poco las posibilidades de mostrar al Gobierno. Porque yo veo a los ministros constantemente en terreno.  

Otro elemento es que en la esperanza de pensar que íbamos a lograr todos los avances para cumplir el programa de Gobierno, se produce también una sensación de que el esfuerzo es parejo y pobre. Pero es porque no hemos sido capaces de priorizar objetivos de Gobierno. Como la agenda tiene prioridades equivalentes se diluye la comunicación.  

-¿Cómo se soluciona? 

-El primer paso en Cerro Castillo este domingo es definir tres objetivos estratégicos y tareas que tienen que cumplirse para que esas metas puedan ser más visibles para la gente. 

-Este domingo en el cónclave en la interna dicen que habrá una pugna entre morigerar el ritmo de las transformaciones del programa y respetar “el mandato de las urnas” impulsando el sello transformador… 

-El programa de transformaciones no está pensado para un solo Gobierno. Entendemos que es progresivo. Cuando se genera un programa es cómo quieres ver a tu país, y mientras más cerca llegues de cumplir esa visión, tus logros son mayores. Independiente que sabemos que no se pueden cumplir todos los objetivos del programa, siguen siendo valiosos por la orientación que le dan al Gobierno. 

-¿Crees que el Socialismo Democrático ha puesto pausa al ritmo de las transformaciones? 

-Valoro que las fuerzas del Socialismo Democrático hayan llegado para respaldar el programa de Gobierno y su aporte. Aportan experiencia del manejo del aparato del Estado y moderación a un sector que venía con un anhelo intenso y un deseo casi existencial de muchas urgencias. Creo que la síntesis que se hace de estas dos fuerzas está el equilibrio perfecto, que se ve en la propuesta de la Reforma de Pensiones. Recoge el compromiso de Apruebo Dignidad de acabar con las AFPs y empezar un camino hacia la seguridad social, mismo anhelo que el Socialismo Democrático. Pero este segundo dice ojo, por cumplir este objetivo no podemos insegurizar —menos en el contexto económico mundial— el esquema financiero del país.  

-Nueve días después de que se aprobara el TPP-11 y con el plan de parte del Gobierno de ratificar el tratado cuando hicieran efecto las side letters, pusieron un año como límite. ¿Les incomodó el cambio de estrategia? 

-Los partidos oficialistas nunca pueden dejar de cumplir su rol. Implica mantener cierto nivel de coherencia con el discurso, pero hay que asumir que a veces uno tiene derrotas. El TPP-11 fue una derrota para los partidos progresistas que estábamos en contra. Pero el alcance del Gobierno va más allá que sus límites partidarios. Nosotros cumplimos el rol de alertar sobre nuestra posición. Los mandatarios tienen que cumplir un rol de Estado y eso va más allá de sus personalísimas creencias y preferencias.  

Proceso constituyente: “Hay que asumir que el proceso ya pasó, es una voz de alerta para sincerar las posiciones de militantes propios y ajenos” 

“Sospecho que va a tener un costo grande en las militancias, especialmente de los partidos más progresistas. El haber cedido frente a cuestiones que eran imposibles de ceder”, asegura la presidenta de la FRVS sobre el avance de los acuerdos en las tratativas entre partidos para diseñar un nuevo proceso constituyente. 

En la última reunión, que se realizó el pasado viernes 4 de noviembre, avanzaron en la definición de un órgano que funcionará como árbitro para que quienes redacten la Constitución deban respetar las 12 bases o bordes que han acordado. Con nombre Comité Técnico de Admisibilidad se trataría de un grupo de 14 personas con perfil de juristas con destacada trayectoria profesional y académica.  

En entrevista con El Mercurio el miércoles 2 de noviembre Torrealba dijo que “este momento constituyente ya no existe, que se perdió la energía o la necesidad que había de responder con una nueva Constitución como en 2019”, y que se deben retomar “iniciativas de soporte estratégico del Gobierno, como seguridad, reforma tributaria, de salud y de pensiones”. 

“Desde el 2019 que se firma el acuerdo que da origen al proceso constitucional, la gente ha recibido cero bienestar. No hemos avanzado en ninguna dirección que le de señales a la ciudadanía de que los problemas que se evidenciaron durante octubre del 2019 vayan a ser resueltos”, explica.  

-¿Cree que sus palabras aliviaron a un sector de Apruebo Dignidad que ve que en este momento tendrían que ceder demasiado respecto del diseño para seguir con un proceso constituyente por estar en desventaja frente a Chile Vamos? 

-No sé si fue un alivio. Pero creo que la discusión que se abrió por el planteamiento de mi partido, al menos visibilizó que hay otros caminos que podemos explorar para salir de este intríngulis —complicación— que tenemos que resolver.  

La oposición sabe que el 62% no es propio. Saben que tienen el mismo problema que el oficialismo, que hay incertidumbre en torno al comportamiento electoral de la ciudadanía. Entienden que este tema hay que resolverlo. Y una forma de hacerlo, por ejemplo, es obligar a la gente que está sentada en el acuerdo a levantarse de la mesa por ponerles exigencias tan altas que sean imposibles de cumplir. Así te responsabilizas y dices, `hice lo que pude, no cumplió mi contraparte´. 

-Tras sus palabras en El Mercurio cuando dijo que “este momento constituyente ya no existe. El viernes se avanzó en las negociaciones y se llegó a que el órgano árbitro será un Comité Técnico de Admisibilidad. ¿Cuánto cree que tuvo que ver su golpe a la mesa?  

-Hay que darle una salida a este proceso. Está detenido, mientras más días pasan, se ensucia más y perdemos adhesión de la ciudadanía. Hay que asumir que el proceso ya pasó.  

La decisión que toma este grupo creemos que es una señal de que hay una voluntad de avanzar en estas conversaciones. Pero seguimos pensando que es momento de detener el proceso, recuperar la confianza de la ciudadanía, establecer un nuevo trato, y hacer que la gente vuelva a confiar en nosotros.  

La única manera de lograrlo es que el sistema político resuelva cuestiones de la vida cotidiana de la gente. Por esto llegar a un acuerdo por la reforma tributaria y de pensiones es vital para que la gente vuelva a confiar en el sistema político. 

-¿Por qué ha dicho que la oposición ha propuesto exigencias tan altas que no se pueden cumplir? Guillermo Teillier, presidente del PC dijo el 30 de octubre en Radio Mundo sobre los bordes acordados hasta hoy en las tratativas que eran un “avance respecto a lo que es la actual Constitución”. 

-Se convocó a los partidos políticos a un acuerdo constitucional para establecer los bordes. Una vez instalados, estos bordes se convirtieron en principios. Como `Chile es una república´. Pero de los principios pasamos a los acuerdos o normas constitucionales.   

Estamos con doce bases constitucionales, que son prácticamente una Constitución, la de Estados Unidos es de una página. Y, además, la tutela de un órgano. Lo que debería regular que se respeten los principios es el quórum. Esto a lo más va a ser una reforma a la Constitución del 80, o del Presidente Lagos, pero no es una nueva Constitución de ninguna manera. 

-¿Específicamente cuáles de las bases cree que son problemáticas para la FRVS? ¿La mantención del Senado, por ejemplo? 

-Los últimos cuatro gobiernos han estado en minoría en el Congreso Nacional. El Ejecutivo no tiene cómo avanzar en su programa de Gobierno. Por lo tanto, una de las cuestiones que se tiene que hacer cargo la Convención Constitucional es el sistema político y analizarlo en su conjunto. ¿Cómo lo hará si ya está cerrada la discusión en las bases constitucionales?  

-¿Qué piensa sobre el Comité Técnico de Admisibilidad? 

-Si le incorporas ese elemento estas repitiendo los vicios que tiene el origen de la Constitución del 80, que fue escrita por un grupo de personas alejadas de la ciudadanía, que además instaló un Tribunal Constitucional, no elegido por la ciudadanía, para regular las controversias. 

-Desde el Socialismo Democrático hay quienes aseguran que tras una derrota como la que tuvieron el 4 de septiembre desde el oficialismo, se redefine su capacidad de negociación. ¿Qué piensa de esta postura? 

-Creo que el fracaso de las fuerzas progresistas no tiene que ver con el resultado electoral, sino que con la pérdida de fuerza y energía de las causas que entendimos como piso mínimo para conversar el nuevo proceso. Porque cuando fue rechazado el texto constitucional se entendía que la paridad, el regionalismo, la protección medioambiental, los derechos sociales eran un logro y una base. Estaban asumidas por los sectores progresistas de la derecha.  

El fracaso de los partidos del progresismo no tiene que ver con el resultado del plebiscito, sino con que cuanto más tiempo pasa se debilitan cada vez más las cuestiones que se entendían como conquistadas. 

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