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Los intentos de censurar a la mesa de la Cámara de Diputados, encabezada por la comunista Karol Cariola, fracasaron con 76 votos en contra, 69 a favor y 7 abstenciones. Pese a las acusaciones de intervencionismo del Ejecutivo en la elección de autoridades, la oposición careció del apoyo necesario.
En una sesión marcada por tensiones al interior de la derecha, los esfuerzos por censurar a la mesa de la Cámara de Diputados liderada por la militante del Partido Comunista (PC) Karol Cariola se desmoronaron, dejando un amargo sabor de derrota para la bancada del Partido Republicano (REP) y del Partido Social Cristiano (PSC). Dicho fracaso finalmente terminó por fortalecer la nueva directiva de la Corporación, liderada por el PC. De este modo, Cariola ha cosechado dos triunfos seguidos en su primera semana como titular de la testera.
Por 76 votos en contra, 69 a favor y 7 abstenciones, la moción de censura impulsada por republicanos y socialcristianos fue desechada.
La jornada comenzó con expectativas altas para los sectores opositores, quienes presentaron censuras contra la nueva presidenta de la Cámara, Cariola, y los vicepresidentes Gaspar Rivas (ex-PDG) y Eric Aedo (DC), basadas en acusaciones de intervencionismo del Gobierno en la elección de autoridades de la Cámara. Sin embargo, a medida que avanzaba el debate, quedó claro que su intento carecía de apoyo suficiente.
La diputada socialcristiana, Sara Concha, fue la primera en defender la moción de censura, afirmando que el “ofrecimiento” de una vicepresidencia por parte del ministro Elizalde al diputado Rivas a cambio de su voto en la elección de la mesa la semana pasada “atentó contra la democracia” y a su juicio “se asemeja al actuar de regímenes totalitarios”. Esto, pese a que tanto Rivas como Elizalde señalaron que se trató de una negociación habitual en los debates parlamentarios.
Por su parte, el diputado de la bancada republicana, Stephan Schubert, defendió la censura contra la mesa, bajo los mismos argumentos e incluso deslizando una posible acusación constitucional contra el ministro Elizalde. Según el diputado Schubert, hubo una intromisión del Ejecutivo que “vuleró” las bases del sistema jurídico.
En contra de la moción de censura se manifestó el diputado del Partido Socialista (PS), Raúl Leiva, para quien los motivos que originaron la acción son “revanchistas” y “degradan” a la clase política. Dijo que se utiliza un instrumento que no tiene, en el fondo ni en la forma, “ningún argumento para reclamar contra la conducta de la mesa”. A su juicio, “no está en cuestión la capacidad que tiene la mesa para conducir los destinos de la Corporación”, ya que “la mesa no ha incumplido ninguna conducta”.
El diputado y presidente de la Democracia Cristiana (DC), Alberto Undurraga, planteó que hay prioridades para la ciudadanía que se deben respetar, como la seguridad, las pensiones, la salud o la educación y el crecimiento económico. Apuntó a la fragmentación del Congreso y sus más de 20 partidos, lo que en sus palabras “dificulta” los acuerdos y las mayorías. Sostuvo que la democracia tiene reglas y los diputados deben aceptar los resultados de las elecciones. “No es correcto destituirla (la mesa directiva) sin motivo y menos a una semana de haber asumido”.
El timonel falangista resaltó que el ministro Elizalde y los involucrados negaron el intervencionismo, pero si fuera cierto —añadió— “el reproche debería ser al Ejecutivo y no a la mesa”.
En la previa a la votación de la moción de censura contra la mesa de la Cámara Baja, los ánimos se encendieron en las redes sociales, donde diputados del Partido Republicano como Agustín Romero y Cristián Araya intentaron presionar a sus pares de Chile Vamos para que se sumaran a la censura. Incluso José Antonio Kast se unió a la campaña, advirtiendo sobre las consecuencias de no votar a favor de la destitución.
A pesar de los esfuerzos por atraer votos de otros sectores que han votado con la derecha, como Demócratas y legisladores independientes, la oposición no logró alcanzar la mayoría necesaria para aprobar la censura. La ausencia de los diputados Juan Carlos Beltrán (RN), Karen Medina (PDG) y Pamela Jiles (PH), además de la falta de respaldo de algunos legisladores independientes terminaron siendo determinantes.
En contraste, el oficialismo logró retener el apoyo suficiente para mantener a la mesa en su cargo, asegurando así su continuidad. Pese a las abstenciones de los diputados de Demócratas y Amarillos, la alianza gubernamental consiguió frustrar los intentos de destitución por parte de la oposición.
Aunque los republicanos y los socialcristianos intentaron hasta el último momento revertir la situación, la realidad les golpeó con fuerza: su estrategia fracasó estrepitosamente, dejándolos en una posición debilitada y sin poder de influencia en la Cámara de Diputados.
También en la previa de esta instancia, el diputado Andrés Longton (RN) señaló que “probablemente no estén los votos”, situación por la que responsabiliza a la bancada de Republicanos, a quien acusó de “acelerarse para tratar de hacer una señal política a su electorado, pero sin la seguridad de que esta censura se iba a aprobar”. “Producto de esta torpeza o atolondramiento del Partido Republicano, lo que va a pasar -una vez más- es que afirmarán a la mesa”, cuestionó el parlamentario RN.
En contraste, el diputado republicano Luis Sánchez defendió la acción propuesta por su partido y aseguró que “los hechos son tan graves, que no había otra medida adecuada y a la altura de lo que corresponde en este caso”. “Espero que estén los votos. Hemos conversado también con los representantes de Demócrata, con el diputado de Amarillo y estos distintos grupos de centro y las respuestas han sido diversas. Hay bancadas que todavía están reflexionándolo”, señaló.
La votación fue cuestionada por la presidenta de la Corporación, la militante comunista Karol Cariola, quien afirmó que “tener que ocupar tiempo en una censura que se presentó a menos de 24 horas de que esta mesa haya asumido, nos parece que es un despropósito que no contribuye al fortalecimiento de la Cámara de Diputados como institución”.
“Nosotros esperamos realmente que quienes tienen conciencia democrática, que quienes son capaces de aceptar los triunfos, pero también las derrotas, que quienes hoy día tienen la disposición de contribuir a resolver los problemas de la ciudadanía, recapaciten y le den una señal al país”, solicitó la parlamentaria. Asimismo, destacó que “las palabras de varias parlamentarias y parlamentarios, incluso de derecha, que han dicho que no les parece que esta censura sea correcta”.
