El candidato a gobernador regional por el Biobío comenta, en esta entrevista, el panorama electoral que existe en la derecha. Acusa una “estrategia de invisibilización” de Chile Vamos y Republicanos hacia el PSC y afirma que el voto evangélico será clave en el triunfo de su colectividad.
Luciano Silva (53) es uno de los fundadores del Partido Social Cristiano (PSC) y una de las principales cartas de su colectividad para los comicios de octubre. Es candidato a gobernador regional por el Biobío, pastor evangélico, profesor y doctor en Educación con mención en Cultura Latinoamericana. Silva tiene confianza en que puede salir electo, pues ya logró conseguir votos para ocupar un escaño en la Convención Constitucional con cupo RN. Ahora, sin embargo, está alejado de esas filas.
Silva reconoce que hasta los 40 años su pensamiento político estaba con la izquierda, a propósito de las luchas de trabajadores y las demandas sindicales. Sin embargo, el año 2012 se distanció, pues vio que la izquierda chilena adoptó las demandas de la comunidad LGBTQIA+, el aborto y derechos sexuales y reproductivos, que iban en contra de lo que él creía.
De ahí encontró un espacio político, que hasta hoy recuerda con cariño, en el ala evangélica de Renovación Nacional. Se hizo militante y fue candidato a la Convención. Sin embargo, después que Chile Vamos apoyara otro proceso constituyente, comenzó un nuevo distanciamiento. Hoy, como uno de los líderes del PSC, en entrevista con El Mostrador, anticipa el panorama electoral, detalla la relación que tiene su partido con las otras derechas y acusa la invisibilización que han ejercido Chile Vamos y el Partido Republicano sobre su colectividad, la que hoy tiene más de 17 mil militantes, aproximadamente 4 mil menos que Republicanos.
-¿Cómo espera que el Partido Social Cristiano se desempeñe en las urnas? ¿Existe más o menos un margen de votos que se espera?
-El Partido Social Cristiano tiene muy buenas proyecciones. Así lo han dicho los cientistas políticos estos últimos meses. El gran fenómeno político de Chile es que un partido se haya constituido en tan poco tiempo con una cantidad de militantes que llegamos casi a los 20 mil actualmente. O sea, somos uno de los partidos más grandes de Chile en el lapso de un año. Hemos crecido. Eso, porque el PSC se compone de mucha gente que viene saliendo de otros partidos y que son evangélicos. Sobre todo, mucha gente RN. Hay muchas personas que eran de Chile Vamos que hoy son parte del Partido Social Cristiano. Yo creo que nos va a ir muy bien. No voy a aventurar una cifra, pero eso, sumado al hecho de que yo fui constituyente, a mí me puede ir muy bien en el Gobierno Regional. Alguien me dijo que sobre el 30% de la gente es evangélica y hay mucha, mucha gente evangélica que vota por nosotros.
-¿A qué partido cree que le compite más directamente el Partido Social Cristiano en términos de votos?
-Nosotros, en general, a toda la derecha, porque somos un partido de centroderecha. La diferencia es que este partido es un partido más cercano a los temas sociales para los trabajadores, porque venimos de una clase más pobre, de las poblaciones, de los barrios, representamos a gente más sencilla. Ahora, directamente le competimos a Republicanos, porque ese partido se formó con gente evangélica en un comienzo. O sea, José Antonio Kast tiene que reconocer que él no habría tenido ninguna posibilidad de ser candidato a Presidente si no lo apoyábamos nosotros, los evangélicos. Fuimos nosotros los que levantamos a Republicanos. Entonces, se crea el Partido Social Cristiano y muchos republicanos emigran a otro partido. Aquí el principal perdedor va a ser Republicanos.
-Actualmente hay conversaciones con Chile Vamos y Republicanos para acordar candidaturas, ¿se siguen dando esas cosas con ustedes o ya está todo cerrado e inscrito?
-Está todo cerrado e inscrito en este momento. Lo que pasa es que ellos nunca quisieron hacer ningún tipo de acuerdo, porque el acuerdo (que proponían Chile Vamos y Republicanos) era “bájense ustedes para que no gane la izquierda”. Entonces, así, nadie. Nosotros les ofrecimos que, bueno, dónde quieren que bajemos uno y dónde bajemos otro para que hagamos ahí algún acuerdo: no estuvieron dispuestos a nada.
-¿Qué le pareció, en ese sentido, el desempeño de Chile Vamos como articulador de la oposición y el papel que jugó Republicanos también?
-Yo creo que se muerden entre ellos, entonces no veo que fue una negociación. Yo siento que a la izquierda le es más fácil ponerse de acuerdo que a la derecha, esa fue mi experiencia cuando yo fui RN, y es lamentable, ¿no? Pero es lo que se vio ahora.
-En las candidaturas al municipio de Concepción hay una disputa importante y el candidato republicano no quiere hacer una encuesta interna con los candidatos del PSC y de la UDI. ¿Qué le parece esa situación? ¿Es demostrativa de lo que ha sido el último tiempo?
-Tal cual. Eso muestra que las negociaciones en la derecha no son reales o son mínimas. Lo que pasa efectivamente es que en Concepción el candidato que viene del Partido Social Cristiano definitivamente es más fuerte y nosotros siempre hemos sido fuertes acá en la Región del Biobío. Siempre ganamos acá. Si Chile Vamos y Republicanos quisiera realmente a Chile, lo primero que habría hecho sería reconocer: “¿Saben qué? Ustedes en la Octava Región son muy fuertes, háganse cargo de la gobernación, háganse cargo de la alcaldía de Concepción y ayúdennos en otras partes del país”. Y ahí habríamos tenido una negociación fabulosa, pero no estuvieron dispuestos a nada, ellos no bajan a ningún candidato. Las negociaciones de las que ellos hablan son: bájense ustedes para que subamos nosotros y no les damos nada a ustedes. Así no se puede.
-Distintos dirigentes del PSC han dicho que Chile Vamos y Republicanos han invisibilizado al Partido Social Cristiano, ¿coincide con eso?, ¿a qué tipo de cosas se refiere cuando los invisibilizan?
-Al hecho de que una fortaleza, que no es nuestra como partido, por ser un partido nuevo, es que nosotros no estamos empoderados en los temas de los medios de comunicación. Y ellos, cuando hablan de la oposición, hablan de Chile Vamos y del Parido Republicano, nunca mencionan al Partido Social Cristiano. El Partido Social Cristiano es el grupo que, por ejemplo, llevó 3 millones de votos el 4 de septiembre, cuando rechazamos la Constitución que era un poco más extremista. Entonces, ni siquiera reconocieron que había 3 millones de votos evangélicos, solamente el senador Fidel Espinosa (PS). Él reconoció que gran parte de la victoria había sido de nosotros. Entonces, no nos nombran, no aparecemos en ningún lado, no nos llaman y eso claramente es una estrategia de invisibilización.
-Actualmente, ¿estarían dispuestos a bajar alguna candidatura, por ejemplo, si se dan las condiciones que usted me mencionó antes?, ¿estarían dispuestos a hacer un gesto diferente para competirle al oficialismo?
-Yo no llevo este tipo de acuerdos, pero lo que yo he escuchado en mi partido es que siempre hay buena disposición a hacer acuerdos que sean racionales. Aquí, nosotros, en el Biobío, claramente tenemos todas las opciones de ganar. Somos el partido más fuerte y lo hemos demostrado. Tenemos la diputada con mayor cantidad de votación, entonces, claramente si ellos bajaran candidatos acá en Biobío, yo creo que es posible todavía conversar en algunos lugares en el país donde el bajarnos a nosotros significa que pueda ganar la derecha y no la izquierda. He escuchado siempre que esa disposición existe.
-Respecto a lo que usted mencionó, que, por ejemplo, el Partido Social Cristiano no está tan empoderado en temas de los medios, en el Congreso sus diputadas han sido apuntadas por generar errores no forzados como oposición y darle aire al Gobierno, por ejemplo, al acusar constitucionalmente al exministro de Educación Marco Antonio Ávila. ¿Usted coincide con esa visión? ¿Al Partido Social Cristiano le falta, por decirlo así, “calle política”?
-Siempre le va a faltar a un partido que es nuevo, que es joven. Pero ahí lo que yo relevaría es el ánimo de decir la verdad, el ánimo de no quedarnos callados, que es lo que le ha pasado a Chile Vamos. Porque, okey, tal vez a nuestro partido le ha faltado apoyo político a la hora de plantear una acusación constitucional, pero lo positivo que tiene es que frente a la opinión pública nosotros hemos sido el partido que se ha atrevido a decir “esto está mal”, que “esto no puede ser”, y aunque políticamente no nos convenga. Nosotros vamos a mantener una posición que finalmente va a hacer que nos golpee la clase política, pero que yo creo que la ciudadanía lo mira bien.
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