
El poder del abogado Alberto Eguiguren: cómo conquistó a los chinos y construyó el caso Australis
Isidoro Quiroga, el exdueño de la salmonera, era –a juicio de Eguiguren– un objetivo débil. “No tiene las redes de los Luksic, los Matte, los Angelini, y va a ceder rápido”, le dijo a un testigo que declaró en la causa penal.
Eguiguren puso a disposición de los chinos sus redes, una estrategia en los medios y múltiples reuniones con autoridades. Y logró un salvavidas para Joyvio: US$ 217 millones más intereses.
Acostumbrado a tener clientes de alto perfil, expertos en sus negocios, Alberto Eguiguren Correa –abogado por la UC, master en Derecho en la U. de Duke– se topó por casualidad con una empresa desconocida en Chile, sin redes, que había comprado una salmonera, pagando el mayor precio de la historia.
Tenía una característica especial: capitales chinos, siempre apetecidos en cualquier país (menos Estados Unidos) por su mercado gigantesco y por contar con el apoyo –financiero y también político– del Estado chino, que además participa en la propiedad de la mayoría de las empresas: en el caso de Joyvio, posee un 30% en forma indirecta.
Eguiguren se convirtió primero en asesor para destrabar dos problemas de un proyecto fundamental para Australis –ya en manos de los chinos– en 2021. Uno judicial y otro administrativo para la planta de procesos de salmones de Australis en Magallanes. Y en ambos tuvo éxito.
Hombre de amplias redes, Eguiguren sabía que era clave acercar a los nuevos dueños de la salmonera –los chinos de Joyvio– a los tomadores de decisiones.
Su debut consistió en llevar al Chile Day, celebrado el 12 y el 13 de diciembre de 2022 en Londres, a Shaopeng Chen, presidente de Joyvio Group y director de Australis, y a Andrés Lyon, el gerente general de Australis con seis meses en el cargo. Lo más importante no fue ir, sino sostener una reunión con el principal orador del evento: el ministro de Hacienda, Mario Marcel (recientemente renunciado).
Shaopeng viajó directamente desde Beijing a Londres, sin pasar por Chile, donde ya había estado en octubre para dar el visto bueno a una estrategia que sería determinante para el futuro de Joyvio.
Lo que había aprobado dos meses antes este hombre de alto poder, que habla inglés perfecto, junto al directorio de la salmonera era la autodenuncia de Australis por sobreproducción en 33 centros ante la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA). Fue la segunda salmonera en tomar este camino después de Yadrán.
Con una particularidad: Australis renunció al plazo de prescripción de tres años que otorga la ley. Y así, en lugar de que la SMA pudiera investigar e infraccionar a la salmonera desde octubre de 2019 a octubre de 2022, cuando se presentó la autodenuncia, abrió la puerta para que mirara hacia atrás, sin límites.
Las fechas no son al azar, puesto que desde octubre de 2019 en adelante la responsabilidad de cualquier infracción –sobreproducción o daño ambiental– recaería en Joyvio, que compró Australis en julio de 2019, en US$ 920 millones. Podía en último caso culpar a los gerentes y presentar querellas, pero no ir contra el exdueño y vendedor de Australis, Isidoro Quiroga.
Habiendo renunciado a la prescripción esa puerta quedó abierta.
A la SMA, Andrés Lyon le pidió que el contenido completo de la autodenuncia se mantuviera bajo estricta reserva. Había un párrafo muy sensible: Australis anunciaba el ejercicio de acciones legales en contra de los terceros responsables de los hechos, es decir, de la sobreproducción por la cual se autodenunciaba, dice el documento.
17 audiencias con autoridades
A esas alturas, Eguiguren ya era el coordinador de la estrategia legal de Joyvio en contra del expropietario de Australis. Minuciosamente planificada, cargada de descalificaciones en los medios y de múltiples reuniones con autoridades.
En la Plataforma Ley del Lobby se registran 17 audiencias con los diputados Carlos Bianchi, Christian Matheson y Alberto Undurraga; el asesor legislativo de la Subsecretaría de Trabajo, Raúl Sepúlveda; la subsecretaria General de la Presidencia, Macarena Lobos; la superintendenta del Medio Ambiente, Marie Claude Plumer; el senador Iván Moreira; la coordinadora de asesores de la Subsecretaría de Pesca, Valeska Montes; el asesor de Hacienda Andrés Smith; el ministro secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde; la directora de Asuntos Jurídicos de ProChile, Paulina Valderrama; el subsecretario de Pesca, Julio Salas; el seremi de Economía de Aysén, Felipe Rojas; el director general de Asuntos Bilaterales, Sebastián Gómez; el ministro de Economía, Nicolás Grau, y el senador Ricardo Lagos Weber. Todas entre 2023 y 2025.
Asistieron, por lo general, representantes de Imaginaccion, la agencia de comunicaciones de Enrique Correa contratada por la empresa, y algún gerente de Australis y/o el gerente general. Eguiguren concurrió a audiencias con el ministro Elizalde, el subsecretario de Pesca y la directora jurídica de ProChile acompañado de Lyon y del director de Australis Yonggun Huang.
Pero la primerísima reunión, el 27 de octubre de 2022, fue con Mario Marcel. Solo media hora, con la presencia de Shaopeng, el presidente de Joyvio Group y director de Australis, de Eguiguren, Lyon, Yonggun Huang y Fangyi Wan (cabeza del área de compliance y desde este año directora de Australis), “para presentar a los ejecutivos que lideran Australis y sus planes de acción en materia de desarrollo del país y las circunstancias que la afectan”, se lee en la Plataforma Ley del Lobby.
Fue el mismo día en que Australis presentó –de forma impresa– la autodenuncia por sobreproducción ante la SMA, por lo que es probable que se lo hayan comunicado a Marcel, a pesar de la solicitud de reserva.
Cómo llegó a Australis
Eguiguren llegó a Australis en 2021 por recomendación. Cristián Swett había coincidido con el abogado en Manuka, la mayor productora de leche de Chile. Swett era su gerente general, y Eguiguren, miembro del directorio en representación de Nicolás Ibáñez, socio de Manuka y uno de sus dos clientes históricos.
Swett era amigo de Ricardo Misraji, entonces gerente general de Australis nombrado por Isidoro Quiroga y que tenía un frente abierto: la planta de procesamiento de salmones Dumestre no podía funcionar por la oposición de las comunidades y las ONG.
Swett le habría comentado a su atribulado amigo Misraji la buena gestión de Eguiguren a raíz de un emblemático triunfo. La Tercera Sala de la Corte Suprema había fallado, en septiembre de 2021, a favor de un proyecto inmobiliario de su cliente Nicolás Ibáñez en el Parque Pümpin de Valparaíso, al acoger dos reclamos de ilegalidad por 3 a 2.
Contratado como asesor de Australis por sus buenos oficios, lo logró: la Tercera Sala de la Suprema mantuvo la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable a la planta de procesamiento Dumestre, a la que se habían opuesto las ONG, presentando un recurso de casación. Si se acogía y la RCA se revocaba, la planta –con una inversión por US$ 120 millones– debía quedar en suspenso, a la espera de ser evaluada ambientalmente otra vez.
En una llamada grupal por Whatsapp, Eguiguren les informó la buena noticia a José Luis Fuenzalida –abogado ambiental de Australis y socio del estudio Vergara Galindo– al entonces fiscal de la compañía, Rubén Henríquez, y al gerente general, Ricardo Misraji. Australis había ganado 4 a 1, pero el resultado no era público aquel mes de febrero de 2022. Aun así les comunicó que el entonces ministro Sergio Muñoz (hoy destituido), presidente de la Tercera Sala, era el único voto en contra. A favor lo hicieron Ángela Vivanco (hoy destituida), Adelita Ravanales, Mario Carroza y Juan Manuel Muñoz.
¿Cómo supo Eguiguren el resultado si el fallo recién se hizo público el 22 de agosto, seis meses después?
Por esta gestión los honorarios pactados con el estudio Russi & Eguiguren –en el que es socio Alberto Eguiguren– fueron 1.500 UF al inicio y un premio de 5.500 UF si Australis ganaba, lo que ocurrió, aunque ninguno de los abogados de su oficina alegó en la causa.
Al poco tiempo hubo otro problema: la alcaldesa de Puerto Natales, Antonieta Oyarzo, se negaba a otorgar la patente municipal a la planta Dumestre.
Con redes en Magallanes y buena llegada a sus autoridades, como director desde 2011 de Aguas Magallanes, de capitales japoneses, Eguiguren tenía fama de haber logrado recomponer la relación entre la empresa y los mandamases locales.
Dos veces viajó a Puerto Natales el abogado Eguiguren junto a Andrés Lyon, gerente general de Australis, según la Plataforma Ley del Lobby, que registra dos reuniones con la alcaldesa Oyarzo en la ciudad austral. La primera, el 7 de julio (de 2022), para explicar la inversión de la planta; la segunda, el 9 de agosto, para la “presentación proyecto planta Dumestre y solicitud de patente”. Ambas ocurrieron antes de que el fallo favorable de la Corte Suprema a la RCA de la planta fuera hecho público.
Un par de semanas después salió la patente, la planta por fin comenzó a operar y la alcaldesa recibió una nueva visita el 24 de octubre. Esta vez del presidente de Joyvio Group, Shaopeng Chen; el director de Australis Yonggun Huang, además de Fangyi Wan y Lyon para “saludo protocolar a la señora alcaldesa de miembros del directorio de la compañía que vienen de visita a Chile desde China (se refiere a Shaopeng) y explicarle los proyectos que se están desarrollando en la comuna por la compañía”, detalla la Plataforma Ley del Lobby.
Camino a ser director de Australis
Eguiguren, que llegó a asesorar a Ricardo Misraji, el gerente general nombrado por Isidoro Quiroga, se ganó también la confianza de su sucesor, Andrés Lyon, designado por los chinos. Tomó contacto con Yonggun Huang, miembro del directorio de Australis que se hace llamar Juan Pizarro. En 2022, él buscaba un director chileno para Australis, ya que todos eran chinos, por lo que le sugirieron a Eguiguren.
De ser así, sería un asiento que le permitiría adquirir cercanía con los directores chinos y se sumaría a los que el abogado ocupaba en ese entonces en Sonda y en cinco empresas de aguas.
Sus dos grandes clientes, a los que se dedicó en cuerpo y alma, ya no estaban. Durante 20 años fue brazo derecho de Nicolás Ibáñez, dueño junto a su hermano Felipe de D&S, que vendieron en casi US$ 3 mil millones a Walmart en 2009 y 2013, y en cuya negociación participó Eguiguren. Siguió con él en sus nuevos negocios –Papa Johns, Colgram y Manuka– hasta que Ibáñez lo reemplazó en 2o21 por Richard Kouyoumdjian.
Alejandro Weinstein, el controlador de Recalcine que vendió la farmacéutica en US$ 3 mil millones a Abbott en 2014, se radicó fuera de Chile e hizo negocios en el extranjero. Eguiguren volvió a trabajar con él cuando lo nombró director en 2023 de un laboratorio colombiano en el que Weinstein entró como accionista. Cargo en el que se mantiene hasta hoy.
Yonggun Huang, el chino que buscaba un director local para Australis, se reunió con Eguiguren a comienzos de 2022, según quienes conocen la interna. Como el abogado había llegado a Australis por el gerente general que ya no estaba en el cargo, pensó con desconfianza –rasgo común a los chinos– que era hombre de Misraji y todo quedó en nada.
Eguiguren consiguió mucho más: un cliente que no solo le significó varios millones de dólares, sino ser el rostro de una estrategia legal, elaborada y compleja, de una empresa china. Y quién sabe qué pueda surgir en el futuro con tanta inversión del país asiático en Chile.
Al año siguiente, en 2023, Eguiguren logró lo que antes se frustró: fue designado director de Australis.
“No tiene las redes de los Luksic”
Mientras, por un lado, el gerente Lyon negociaba una mayor flexibilidad con la SMA, pidiendo plazos más extensos para bajar la producción en los centros con problemas, Eguiguren tenía otro plan. Bien masticado y más ambicioso: culpar al excontrolador de Australis, Isidoro Quiroga, de haber ocultado la sobreproducción que enfrentaba la compañía y demandarlo en un arbitraje pidiendo anular la venta y la devolución del dinero pagado junto a una indemnización por US$ 489 millones. Esto, más acciones penales por estafa y administración desleal en contra del exdueño de Australis, hijos, hermanas y exgerentes.
A juicio de Eguiguren, Isidoro Quiroga era un objetivo débil. “No tiene las redes de los Luksic, los Matte, los Angelini, y va a ceder rápido”, le comentó el abogado al entonces fiscal de Australis, Rubén Henríquez, según consta en su declaración como testigo en la Fiscalía Oriente.
Con el fallo favorable de la Corte Suprema y la gestión con la alcaldesa de Puerto Natales, Eguiguren se validó ante los chinos, conocidos por su desconfianza. Y se convirtió en el consejero clave de Andrés Lyon, el gerente general, participando –según los ejecutivos consultados– en las reuniones casi semanales por videoconferencia con el directorio de Australis. Su cara se volvió familiar para los mandamases asiáticos que, a veces, hacían hasta dos reuniones telemáticas al día.
Fue en una de esas reuniones, en octubre de 2022, que se acordó que Australis se autodenunciara por sobreproducción. Shaopeng Chen, el presidente de Joyvio Group y director de Australis, estaba en Chile al igual que Yonggun Huang, y el resto del directorio en China.
La salmonera llevaba cuatro formulaciones de cargos de la SMA –el número más alto en ese minuto– por esta materia desde 2021. No era la única, ya sumaban seis las empresas del sector en la misma situación.
Hasta 2020, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) fiscalizaba que el número de unidades de la siembra fuera el mismo de la cosecha, basándose en las declaraciones de las salmoneras, no en forma presencial.
Cuando Sernapesca revisó las RCA –lo que no acostumbraba a hacer, a raíz de una auditoría muy crítica de la Contraloría General de la República–, detectó que algunas empresas no cumplían con el peso total autorizado en la cosecha. Y ofició a la SMA, que antes no se había ocupado de esta variable en sus fiscalizaciones, para que la producción de las salmoneras se ajustara al peso total autorizado en sus permisos ambientales.
Así fue como se aplicó un criterio inédito en la industria, lo que derivó en sucesivas formulaciones de cargos a más salmoneras.
Al ataque en los medios
Como coordinador del equipo legal de Joyvio, Eguiguren agregó otro elemento inusual entre los abogados: apuntar a Quiroga en los medios de comunicación, sin ahorro de calificativos.
El 26 de marzo de 2023, Jorge Bofill, defensor de Australis que aún no presentaba la querella por administración desleal en contra de Quiroga, su hijo Benjamín, Martín Guiloff (expresidente de Australis) y Santiago Garretón (exgerente de Finanzas), declaró en El Mercurio: “(La evidencia) es más que suficiente para que a Isidoro Quiroga se le formalice (…). Ello debiera conducir a una solicitud de extradición para juzgar el caso en Chile”, puesto que el empresario se había radicado en Londres. Y volvió a Chile.
“Se orquestó tan bien el ocultamiento que era imposible de detectar (…). Fue una política planificada y ejecutada por la administración de la época del señor Quiroga. Es abiertamente una estafa (…). Hoy sabemos que ese valor (de la venta) fue generado de manera artificial e irregular”, dijo en ese mismo reportaje Andrés Lyon.
En esas entrevistas a Bofill y Lyon, que fueron hechas en conjunto, había alguien más. Era Alberto Eguiguren.
Dar la cara le costó a Lyon una querella por calumnias de Quiroga por imputarle el delito de estafa y afectar su honra, y otra de su hermana María Victoria por el mismo delito, presentadas por el penalista Juan Domingo Acosta. No han tenido avances.
Eguiguren habló poco y nada del caso. El 3 de abril de 2023, en Ex-Ante, declaró: “En primer lugar, somos víctimas de una estafa. En segundo lugar, lo que nos ofrecieron en la venta no era tal: eso es un engaño. Tres, eso se hace ocultando información, no solo al comprador, sino también a los asesores que participaron en la transacción y también son víctimas”. Acompañado de Andrés Lyon, el abogado aparece fotografiado exhibiendo documentos y citando correos en una puesta en escena que fue muy comentada en el mundo legal.
Gabriel Zaliasnik, a quien fichó Eguiguren para presentar una querella por estafa a nombre de Joyvio en contra de Quiroga, sus hermanas María Victoria y María Dolores, sus hijos Isidoro y Benjamín Quiroga Cortés, Martín Guiloff, Luis Felipe Correa (exdirector) y Santiago Garretón, no ahorró en titulares. “Una estafa de US$1.000 millones me atrevería a suponer que uno podría equipararla a situaciones en Estados Unidos”, dijo a La Tercera el 11 de junio de 2023. “Esto era una organización delictiva”, sostuvo en Ex-Ante el 25 de junio de 2024. “Australis es el fraude más grande en la historia de Chile”, señaló en La Segunda el 10 de diciembre.
Mientras, los abogados Alex van Weezel y Juan Domingo Acosta –defensores de Quiroga– dieron una única entrevista a La Tercera, el 15 de diciembre de 2024, a raíz de la decisión de la Fiscalía Oriente de formalizar a Quiroga, el 15 de enero pasado, por estafa y administración desleal. “No consideramos apropiado trasladar a los medios de comunicación las controversias judiciales, pero hacemos una excepción, atendido que la contraparte ha aparecido más de 300 veces en los medios y ha difundido una serie de falsedades sobre nuestros clientes y nos vemos en la obligación de rectificar eso y defender sus intereses”, declaró Van Weezel.
“Es una causa ficticia desde el punto de vista de los hechos, porque no está amparada en evidencia real y jurídicamente, por lo tanto, equivocada y la única actividad que persigue es presionar a nuestro representado para que les pague alguna suma de dinero a Joyvio, sentarlo a conversar”, dijo Acosta.
El 2 de junio pasado, Cristóbal Eyzaguirre, Van Weezel y Acosta –abogados de Quiroga– se reunieron con el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, y tres de sus asesores por 50 minutos, según la Plataforma Ley del Lobby, para plantearle la necesidad de designar a un fiscal que no pertenezca a la Fiscalía Oriente para que investigue dos causas presentadas por la defensa de Quiroga. Una por amenazas en contra de cuatro testigos (RUC 2400004424-1) y otra por obstrucción a la investigación (RUC 2510021167-2) que lleva el fiscal Álvaro Pérez Galleguillos.
Director chino pidió préstamo a Quiroga
Para comprar la salmonera chilena, Joyvio había contraído un crédito a cinco años por US$ 450 millones con el Bank of China y otro por unos US$ 150 millones para asumir el pasivo de US$ 100 millones que tenía Australis y otras necesidades de la empresa asiática. Y dicen que debió renegociarlos.
Tan afligidos estaban los chinos que durante la pandemia Vincent Dong, uno de los directores de Australis, le planteó a Isidoro Quiroga, entonces miembro del directorio, si podía otorgarle un préstamo a Australis para enfrentar sus problemas de liquidez. La propuesta desencajó a la decena de asistentes a la reunión de directorio, no se habló de cifras y el asunto no avanzó más, según pudo confirmar El Mostrador.
Por eso, un resultado favorable en el arbitraje sería un salvavidas para Joyvio Food –que posee un patrimonio de US$ 39,4 millones (a junio último), transa en la Bolsa de Shenzhen y tiene una capitalización bursátil de US$ 265 millones– y no la expondría a cuestionamientos en China ni abriría una eventual controversia con el Estado chileno por el cambio en el criterio de fiscalización.
En simple, la compra de Australis no aparecería como una mala gestión de negocios por haber comprado una compañía a un alto precio, cuyo crédito con el Bank of China asumió el año pasado la gigante Legend Holdings, matriz final de Joyvio Food, según uno de los abogados de los chinos.
Joyvio Food es subsidiaria de Joyvio Group, entre cuyos negocios se cuentan la producción, importación y distribución de frutas en China, alianzas con exportadoras chilenas y presencia en las industrias del vino, del té y logística de cadenas de frío.
En abril pasado, hubo un cambio: Legend Holdings –la matriz y dueña también de Lenovo y del Banco Internacional de Luxemburgo– informó a la Bolsa de Hong Kong, donde transa sus acciones, que Joyvio Food traspasó Australis a Joyvio Premium Fresh, otra firma del grupo, por el precio simbólico de 1 yuan. Así, la salmonera chilena dejó de estar bajo Joyvio Food, aunque en su página web seguía apareciendo Australis como su único activo al cierre de esta edición.
Fallo, recurso y cobro
Junto a la autodenuncia ante la SMA, presentada el 27 octubre de 2022, Eguiguren encomendaba a los penalistas Gabriel Zaliasnik y Jaime Winter reunir antecedentes para iniciar acciones penales en contra de Quiroga y terceros. Y a Sebastián Oddo y Carolina Alcalde prepararse para el arbitraje. Así consta en la declaración ante la Fiscalía Oriente del exfiscal de Australis, Rubén Henríquez, acusado por administración desleal, en junio último, en una ampliación de la querella.
Explica que concurrió a la oficina de Zaliasnik la segunda semana de noviembre (de 2022), donde estaban presentes Eguiguren, Lyon, Winter, Oddo, Alcalde y Zaliasnik. Le comunican que hubo ocultamiento de información de Isidoro Quiroga en la venta de Australis y que van a iniciar un arbitraje y acciones penales.
Y así ocurrió: el arbitraje conocido el 1 de agosto acogió parcialmente la demanda de los chinos. Y estableció, por 2 votos contra 1, que Quiroga debe pagar a Joyvio US$ 217 millones más intereses por US$ 75 millones, según el cálculo de los abogados de Joyvio, por un ajuste de precios provocado por los nuevos estándares ambientales de la autoridad con posterioridad a la venta.
En detalle, el voto de mayoría dispuso un ajuste de precio –sobre la base de 49.230 toneladas anuales (autorizadas en las RCA) y no de 72 mil (que iba a producir en 2019)–, por lo que el precio a pagar por Joyvio en lugar de US$ 920 millones debió ser US$ 692,4 millones. “Por lo tanto, se pagó un exceso de US$ 227.660.468 y atendido a que los demandados (Quiroga y familia) percibieron el 95,4% y no el 100%, hay un exceso a favor de los demandados de US$ 217.211.355”.
La existencia de dolo y engaño por ocultamiento de información por parte del vendedor fue desestimada por los tres árbitros. “Ha quedado acreditado que hubo un cambio de criterio de la autoridad y no es posible imputar dolo, como lo hace la parte demandante, a las actuaciones de los ejecutivos de Australis en la época”, sostiene el fallo. Y agrega que resulta absurdo pensar que, después de un completo análisis de la empresa, Joyvio no supiera los límites de producción de la industria del salmón (máximos autorizados en las RCA).
Por los chinos alegaron en las audiencias Sebastián Oddo y Carolina Alcalde, estando presentes y pudiendo intervenir Eguiguren y Bofill.
Decidido a cobrar cuanto antes, Eguiguren contrató a la firma de abogados encargada de la ejecución de sentencias más agresiva del mercado mundial: Quinn Emanuel, conocida por litigar contra Credit Suisse, representar a la FIFA y lograr la confiscación de una fragata argentina en la pelea de los Kirchner con los fondos buitres.
El lunes 18 de agosto, Joyvio acudió a la Corte Federal de Miami para exigir el cumplimiento del fallo. Se eligió Estados Unidos, ya que los abogados de los chinos tienen conocimiento de que en ese país Quiroga posee bienes relevantes.
Cristóbal Eyzaguirre y Alex van Weezel, defensores de Quiroga, anunciaron que pedirán la nulidad de la sentencia arbitral ante la Corte de Apelaciones. Si alegan en Estados Unidos que está pendiente este recurso, la Corte podría seguir adelante, ya que, al ser este un arbitraje internacional, se rige por una ley que permite que las sentencias puedan ser ejecutadas desde el momento en que se notifica a las partes, y pedir el embargo de activos de Quiroga. O bien la Corte podría suspender la ejecución del cumplimiento del fallo hasta que se resuelva el recurso.
“En Chile jamás se ha acogido una nulidad en un juicio de este tipo”, sostuvo Eguiguren a Pulso el pasado 21 de agosto. Se trata de un recurso extraordinario y de causales sumamente estrictas, pero según abogados consultados podría haber una primera vez.
Quiénes se llevarán el premio
Eguiguren logró construir un caso, lenta y planificadamente, con una autodenuncia en la que Australis, en forma inédita, renunció a la prescripción. Con la salida de algunos ejecutivos que podrían resultar incómodos y un informe del experto Guillermo Brain -dueño de la consultora LUA, que revisó todas las concesiones y la producción de cada centro en el due diligence para Joyvio–, que desapareció. Brain murió y Joyvio declaró que la documentación se perdió, cosa que los árbitros lamentaron en el fallo, cuestionando que en la era digital se pueda extraviar un registro.
Curiosamente, a raíz de que la SMA no aceptó algunos de los programas de cumplimiento de la salmonera –propuestas de compensación para bajar los excesos de producción–, Australis solicitó, en enero último, ser absuelta, invocando la prescripción. La misma a la que renunció.
Cuando Eguiguren preparaba la artillería legal, comentó a sus cercanos que Joyvio contaba con un presupuesto de US$ 10 millones para su estrategia legal en contra del expropietario de Australis.
Sea esta cifra real o no, subirá considerablemente con el triunfo parcial en el arbitraje. Abogados consultados por El Mostrador calculan que el premio a pagar por los chinos se movería entre un 10% y 15% de los casi US$ 300 millones (US$ 217 millones más intereses por US$ 75 millones, según el cálculo de la defensa de Joyvio) concedidos en el arbitraje. Y se repartirá entre cuatro oficinas de abogados: las de Eguiguren, Oddo, Bofill y Zaliasnik, según una fórmula que se acuerda de antemano cuando hay varios estudios involucrados. No es pareja; unos reciben más que otros.
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