
Analistas coinciden en que elección está abierta hasta noviembre por los indecisos
“Los electores van cambiando de posiciones, van evaluando a los candidatos en función de lo que ellos dicen. También las circunstancias del país van cambiando. Hay miles de imponderables, si fuera todo tan evidente, no tendría sentido hacer campaña”, afirma Eugenio Tironi a El Mostrador.
En círculos políticos, analistas observan que, a pesar de que las encuestas indican que los candidatos del oficialismo, Jeannette Jara, y del Partido Republicano, José Antonio Kast, lideran la intención de voto, ninguno supera el 30%. Esta situación lleva a considerar que “la elección presidencial está abierta” y que, incluso, existiría la posibilidad de una sorpresa o un “cisne negro”.
Según explican, en el contexto electoral donde ningún candidato presidencial supera el 30% en las encuestas, al igual que en los últimos años, se plantea que un sector importante de votantes no han definido a quién elegir entre varios candidatos en la carrera a La Moneda y podría esperarse una participación mayor a la de otras elecciones.
Para el sociólogo Eugenio Tironi esa tesis es correcta. Cree que la elección está abierta hasta que se cuente el último voto y sobre todo en este caso, donde habría segunda vuelta, y en estos comicios “no podría asegurar quiénes pasan al balotaje”, porque sería muy anticipado.
“Los electores van cambiando de posiciones, van evaluando a los candidatos y a las candidatas en función de lo que ellos dicen. Las circunstancias también del país van cambiando. Hay miles de imponderables, si fuera todo tan evidente, no tendría sentido hacer campaña”, manifiesta Tironi a El Mostrador.
El sociólogo estima que la elección va a comenzar a definirse en las últimas tres semanas, más aún considerando que el voto es obligatorio. Al respecto, indica que “la mayoría de la población en ese momento empieza a tomar definiciones frente a la elección. Hoy día les parece muy lejano y ajeno el tomar definiciones”.
Sobre las mediciones de las encuestas, especialmente después del primer debate presidencial televisado con los ocho candidatos, Tironi señala que “son una foto y tienen valor respecto a la gente que contesta, que son aquellos más informados e interesados. Aquí la real incógnita está en qué es lo que piensa y cuáles son las preferencias de la inmensa mayoría que no contestan las encuestas”.
“La elección está abierta”
El politólogo y académico Carlos Huneeus también considera que la elección está abierta. A pesar de cuestionar qué tan reales pueden ser las mediciones de las personas encuestadas, cree que “Kast va en primer lugar, pero el primer lugar puede disminuirse, debilitarse como ya comenzaba a mostrarse en la medida que se conoce mejor lo que piensa hacer”. Además, estima que Kaiser ha subido a costa de Kast.
Profundizando en su análisis sobre el candidato del Partido Republicano, señala: “Tuvo un crecimiento en los últimos meses, se estancó y comenzó a descender y no sabemos si ese descenso es una nueva tendencia o se va a recuperar o se va a quedar en una planicie”.
Finalmente Huneeus plantea que “al final puede pasar algo similar a lo que ocurrió en la elección pasada, en que Kast provoca mucho rechazo, mucho voto de rechazo. Este rechazo en esta oportunidad, el voto más seguro, el voto que sirve para impedir que Kast llegue a La Moneda, es una candidata de centroderecha, no es Jara”.
“El 25% que mueve la aguja definitivamente”
El politólogo de la Universidad de Valparaíso Guillermo Holzmann también sostiene que la elección no está cerrada. A su juicio, especialmente desde marzo, las encuestas han sugerido la posibilidad de una segunda vuelta y la noción de balotaje se ha arraigado en la percepción pública como una buena forma de elegir un Presidente.
Desde el retorno a la democracia los únicos que han ganado en primera vuelta fueron Patricio Aylwin y Eduardo Frei. Con este escenario en mente, Holzmann no descarta la posibilidad de un triunfo en primera vuelta en la elección de noviembre.
Según estima, aproximadamente el 25% de los votantes se siente desencantado con las propuestas tradicionales de derecha e izquierda y busca alternativas. Advierte que ese grupo evalúa la política desde un enfoque pragmático, sin una base ideológica, se ubica en el centro del espectro político. Ese porcentaje –expresa– es el que puede influir decisivamente en la elección y define su voto hacia las últimas semanas de campaña.
En el contexto de la elección, menciona el concepto de “cisne negro”, que se refiere a la posibilidad de que un candidato logre un triunfo en primera vuelta: Jara, Matthei o Kast. La campaña presidencial recién comenzó el 17 de septiembre, momento en el cual se espera un aumento en la actividad política y en los mensajes de los presidenciables.
“Más o menos el 25%, un estimado obtenido de las encuestas y los análisis hechos por las empresas que las realizan, es que hay un porcentaje importante de votantes que está desencantado con las propuestas de derecha e izquierda. Y es un porcentaje que quiere resultados y evalúa la política a partir del sentido común, son personas que a lo mejor se ubican en lo que ellos llamarían centro, que va desde la centroderecha a la centroizquierda, y están ahí dando vueltas (…). Hablamos del 25% más o menos, que mueve la aguja definitivamente”, señala el académico.
Además, menciona que la fatiga electoral, dado que el país ha tenido múltiples elecciones en años recientes, podría influir en la percepción de la necesidad de una segunda vuelta.
“Kast está viendo dificultades en una parte de los votantes”
Por su parte, Mario Herrera, doctor en estudios sociales y políticos, también estima que la elección está abierta: “La distancia entre Evelyn Matthei y José Antonio Kast en las encuestas se ha ido estrechando en las últimas semanas, llegando casi al margen de error entre los dos candidatos. Existe además un fenómeno que es el del voto obligatorio, que supone también un factor indeterminado al momento de medir quiénes son realmente los que van a votar. Ha habido un escenario muy abierto como para poder anticipar un ganador”.
Acerca de los votantes indecisos, Herrera comenta que “en algún momento llegaron a ocupar más del 35%, pero en las últimas semanas han ido tomando alguna posición. Por ejemplo, Matthei se compone principalmente por indecisos proclives a un candidato, o sea, personas que son proclives a votar por Matthei, pero que no están tan seguros de su voto. Esas son personas que pueden cambiar su opción en el periodo inmediatamente anterior a la elección de noviembre. Jara y Kast, si bien tienen problemas para crecer sobre el 30%, tienen un votante mucho más fiel”.
Señala que tras el debate, en las encuestas, Jara y Kast se mantienen en el podio, a pesar de no haber tenido una actuación memorable.
“Tienen de alguna forma un techo en términos electorales que no les permite ganar la elección. La elección no se gana con el 30% de los votos, sino que se gana con el 50 + 1. Por lo tanto, Kast está viendo dificultades dentro de una parte de los votantes: el votante indeciso, desafecto, el votante desinteresado que no confía en él, que no ha manifestado su voto por Kast en ninguna de las últimas mediciones”, declara.
Parisi presenta votantes poco fieles y, según Herrera, su desempeño en el debate lo pudo perjudicar: “Tenía la oportunidad de ir a hablarle directamente a ese público, pero no fue sino hasta el final del debate cuando empezó a salir con el discurso de la clase media emergente y de ese grupo bien específico que lo ha acompañado en las últimas dos elecciones (…). Esta elección encuentra muchas más ofertas desde el punto de vista político. Ya no está solamente Parisi, sino que está también ME-O, está Kaiser, hay más candidatos outsiders que recorren casi todo el espectro ideológico”.
“Kaiser lo hizo bien, pero probablemente sin la intención de haberlo hecho de la forma en la que lo hizo. Lo normal para él es salir a disputarle el espacio a Kast, disputar el espacio de ser el candidato genuinamente de derecha. El problema que tiene Kaiser es que comparte una lista parlamentaria con Kast, por lo tanto, no puede salir a golpearlo directamente, porque en el fondo eso iría contra los candidatos de su propio partido (…), asegura Herrera.
Y concluye al respecto: “Por lo tanto, termina siendo beneficioso para él en términos de imagen en el debate. Pero no necesariamente en términos de intención de voto. Las encuestas muestran que no aumentó fuertemente su posición a pesar de que salió como uno de los ganadores del debate”.
“La distancia con Jadue le sirve a Jara”
Sobre Jeannette Jara, Herrera plantea que la distancia con Jadue le sirve y le trae algunos votos: “Particularmente a los que están buscando esos guiños socialdemócratas o que la alejen de posiciones más radicales o posiciones más de izquierda. El problema que tiene Jara es exactamente el mismo problema que tiene Kast, pero a la inversa. Son candidatos con un alto nivel de rechazo”.
Según Herrera, Kast no lo hizo mal en el debate, sino más bien lo que hizo fue sobrevivir: “Lo que él tenía que hacer era apuntar a un elector más amplio, ese elector que le permitiera avanzar en cosechar una mayoría. Por así decirlo, Kast perdió la oportunidad de crecimiento sin que sea un desempeño necesariamente terrible para su candidatura. Lo otro que queda ver es cuánto de este efecto, de este efecto como una especie de bola de nieve por Matthei, se va consolidando en la semana. Si se vuelve a crear la imagen de que Matthei es capaz de ganar la elección presidencial”.
Finalmente, postula que no se puede prever quiénes pasarán a segunda vuelta, ya que en elecciones pasadas se ha visto que no es una anticipación certera. “La última elección presidencial comenzó siendo un Lavín versus Jadue y terminó siendo un Boric versus Kast, los dos candidatos más improbables (…). No tenemos esos candidatos que sacan un 40% en las encuestas, como sí ocurría en procesos electorales anteriores”.