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Pepe Auth: “Cómo voten los migrantes no influirá en la segunda vuelta” PAÍS

Pepe Auth: “Cómo voten los migrantes no influirá en la segunda vuelta”

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Son muchos, la mayoría venezolanos, pero ese abultado número no podrá contra el millón de votos que inclinarán la balanza por el candidato de derecha. Eso afirma, entre muchas otras cosas, el exparlamentario.


Pepe Auth (68) circula por la comuna de Estación Central como Pedro por su casa. En sus pasados tiempos de diputado, estos barrios correspondían a su circunscripción, la 20, que incluye además a Maipú y Cerrillos. Por esas tres comunas, integró la Cámara entre 2010 y 2018. por eso, no le cuesta llegar a nuestro modesto estudio en la casa matriz del Hogar de Cristo.

-Pero ahora sólo eres cientista político y sociólogo -le comentamos, mientras se instala frente a las cámaras de Hora de Conversar.

Responde: 

-La condición de político no se quita. Es como en el fútbol. Yo soy como esos ex futbolistas que se dedican a comentar los partidos. Claro, ya sin camiseta. Antes, yo decía que era como Jorge Valdivia. Eso ya no lo digo, pues Jorge Valdivia cayó en desgracia. Mejor digo que soy como Marcelo Barticciotto. 

A sólo 11 días de la primera vuelta de la elección presidencial y de las parlamentarias, este domingo 16 de noviembre, lo hemos invitado no para hablar de futbolistas retirados, sino del voto migrante. ¿Es efectivo que es un voto opositor al actual gobierno? ¿Por qué se supone eso? ¿Existen encuestas específicas al respecto?

-Claro que sí -responde-. Hay con panel comparado de cómo se comportan los ciudadanos nacionales y los electores residentes nacidos fuera de Chile. Lo migrantes tienen un comportamiento más parecido al de los nuevos electores. Al de los que se incorporaron a votar con el voto obligatorio. Los migrantes siempre han votado, pero antes eran pocos y votaban poco. 

De hecho, en la última elección presidencial -donde ganó Gabriel Boric- sólo el 16% de quienes estaban en el padrón electoral concurrieron a votar. Unos 200 mil. En el plebiscito del 2022 votaron dos tercios de los extranjeros. Ahora hay potencialmente casi 900 mil que podrían hacerlo. Pepe Auth hace notar: 

-La composición de nacionalidades además ha variado. Antes, la comunidad andina era ultra mayoritaria en Chile: los peruanos y los bolivianos. Hoy los venezolanos son la mayoría. Más del 40 por ciento de quienes están en el padrón electoral nacieron en Venezuela. Esto tiene que ver con la fecha de ingreso. Hoy hay 90 mil migrantes de esa nacionalidad que no estaban en el padrón en la elección anterior. En total, son unos 250 mil los que podrán votar. O sea, uno de cada cuatro votantes extranjeros es venezolano. Y como votan más, se notan más. 

-¿Qué diferencia política marca la nacionalidad a la hora de votar?

-Los venezolanos tienen un comportamiento cívico y una socio-demografía distinta de la del peruano y del boliviano, que en general son más bien provenientes de la sierra, del mundo rural. El venezolano, en cambio, procede de las grandes urbes. Tiene un nivel educacional y profesional más alto y un comportamiento electoral, que se condice con que Venezuela fue un país con elecciones limpias y democráticas. Por lo tanto, tienden a votar, a interesarse más. 

-¿Por qué suponemos que los venezolanos serían opositores al gobierno actual?

-Como todos los electores nuevos, son opositores al gobierno de turno. No necesariamente son de derecha, izquierda o centro, sino que más bien tienden a expresar su insatisfacción. ¿Por qué? Porque las razones por las que ellos vinieron a Chile se han deteriorado en el país: seguridad, crecimiento económico y estabilidad política y económica. Esas tres cosas se han deteriorado en los últimos años, no solo en los últimos cuatro, pero ellos votan por detener el descalabro. Votan por cambiar eso y por recuperar las condiciones que los hicieron abandonar su país y venir a Chile. 

Esta es una cuestión de principios

Pepe Auth estima que el 70 por ciento de los migrantes venezolanos son opositores al gobierno actual de Chile. “Sí, así de mayoritario. Esa fue la mezquina razón que hizo que hubiera tanta discusión de un gobierno que cuando no gobernaba propiciaba que todos los extranjeros votaran y ahora se pusiera tan firme en tratar de limitar el derecho a voto de los migrantes”.

-Bien poco consecuente.

-Sí, es que no hay nada que ponga más nervioso a los políticos que el voto. La izquierda de la que yo formé parte empujó la ampliación del derecho a voto. Eso, históricamente, primero fueron las mujeres, después la rebaja de edad, ahora los inmigrantes. Incluso cuando una diputada presentó un proyecto hace algunos años para limitar el derecho a voto, hubo una presentación al Tribunal Constitucional. Ese es el mismo proyecto que terminó aprobándose ahora y que pone más condiciones para ingresar al padrón, como tener más años de permanencia en Chile. 

El experto se refiere al proyecto de la diputada Joanna Pérez, que fue el que terminó aprobándose ahora y que establece que no habrá multa para los extranjeros. Que en el futuro los extranjeros deberán permanecer 10 años desde la entrega de su visa definitiva para poder ingresar automáticamente al padrón. En esta próxima elección serán solo 5 los años de permanencia exigidos. 

-¿Es común o muy excepcional que los países den derecho a voto a la población migrante?

-Que puedas votar en la elección presidencial es una situación bien excepcional en el concierto mundial. En muy pocos países, los no nacionalizados tienen ese derecho. En Uruguay existe, pero debes tener 10 años de permanencia. Nosotros nos estamos equiparando a ellos. En Francia, por ejemplo, donde yo fui migrante, los extranjeros no votan ni siquiera en las municipales.  

-Como cientista político, ¿qué te parece razonable? 

-Me parece razonable cualquier cosa que no quiera cambiarse a última hora por razones electorales. No se legisla con la calculadora en la mano. A mí honestamente esa polémica me dio un poco de vergüenza. Álvaro Elizalde, como senador no tenía ningún problema con el voto de los extranjeros, pero ahora en su rol de ministro del Interior dirigió esta operación, impulsado por una súbita preocupación que le vino. 

Como sociólogo, Auth menciona los aires racistas que tienen estas ideas de limitar derechos a extranjeros, sobre todo cuando son predominantemente latinoamericanos Y no inquietarse nada, en cambio, cuando la inmigración es europea. 

“Esta es una cuestión de principios, no de otras consideraciones. A mí me parece que esas limitaciones son muy atrabiliarias, nacionalistas a la antigua, ancladas en el pasado. Si tú pagas impuestos aquí, vives aquí y sufres las consecuencias del gobierno, de las acciones del alcalde de la comuna donde vives, obviamente me parece que tienes derecho a votar.  

Los niños ya están integrados

Auth está convencido de que el mundo avanza hacia sociedades donde cada uno pueda votar y participar en plenitud donde viva, independientemente de donde haya nacido.

-Nosotros, la izquierda, peleamos mucho con la derecha por lograr el derecho a voto de los chilenos en el exterior. La derecha se negaba con el argumento de que los chilenos que están fuera no sufren las consecuencias del voto interno. 

-¿Qué te parece ese argumento?

-Yo, que fui embajador de Chile en Suecia, comprobé que alentar el voto es la mejor manera de mantener el vínculo de los chilenos con Chile. Por supuesto que, en ese caso, debe ser voluntario. De diez iniciativas que llevé a cabo, nueve fueron empujadas por chilenos residentes en Suecia. Existe un millón de chilenos fuera del país y debemos hacer todo para que sean los mejores embajadores de Chile en el exterior.   

Son tantas, tan diversas y particulares las razones por las que un ciudadano deja su tierra natal y busca acomodo en otra, que hay casos y casos. Le recordamos al sociólogo la calurosa acogida de Venezuela a los chilenos post golpe de 1973 Y le preguntamos cómo percibe el sentimiento anti “veneco”, como se lee en cientos de mensajes xenófobos en redes sociales hoy en Chile.  

-No comparto para nada esa animadversión contra los venezolanos, pero la entiendo. El problema con ellos es el escaso tiempo en que se ha producido el arribo masivo. En el Censo de 2017 había 800 mil personas extranjeras viviendo en Chile, en el de 2024 el número fue de un millón 600 mil. Es decir, se duplicó en 7 años, y ellos son el grupo mayoritario hoy. Por supuesto que eso repercute en la percepción ciudadana.

Comenta que en sus tiempos viviendo en París, le tocó una migración masiva como la que vive hoy Chile con los magrebíes en Francia. “Llegaban de Argelia, Marruecos, Túnez… Ahí era más comprensible el rechazo porque son de otra cultura, de otro color, de otro idioma, de otra religión. Acá es más raro, porque los venezolanos son iguales que los chilenos en casi todo eso”.

-Está instalada la idea de que los migrantes son privilegiados en los servicios sociales en desmedro de los chilenos. 

-Yo viví eso siendo diputado por este territorio. Aquí mismo, en Estación Central. La gente me preguntaba: ¿Por qué tienen privilegio en los consultorios, en los jardines infantiles? Y, claro, no es que tengan privilegio, lo que pasa es que el beneficio se otorga en función de la ficha social. Y los migrantes tienen una ficha social más precaria que los residentes. Es una suerte de discriminación positiva indirecta.

-Muchos alegan porque son fiesteros, ruidosos…

-Claro, hacen fiesta. Eso tiene que ver con la adaptación mutua. Con que el venezolano se adapte al chileno y viceversa. Estoy seguro de que de ese proceso va a surgir un mejor país. Ya se ve algo de eso en los colegios, aunque la autoridad debe empujar estos cambios. La integración en las escuelas es una realidad. Para los niños hoy es muy natural tener amigos de otros países. 

El migrante es más aperrado

-Tú hablas de la feliz convivencia entre la empanada y la arepa…

-Que convivan ambas los 18 de septiembre, como dicen. A mí me irritó mucho la expresión de esos diputados socialistas que afirmaban “ahora nos van a reemplazar la empanada por la arepa y el vino tinto por el ron”. ¡Enhorabuena, que así sea!  

En una interesante y reciente columna donde se extiende sobre este tema, el ex diputado Auth escribe: “La población en Chile aumentó entre 2017 y 2024 en 906.425 personas, según los censos del INE, lo que significa que, de no ser por los más de 800 mil nuevos migrantes, habría permanecido prácticamente estancada”.

Es decir, el invierno demográfico que se le avecina a Chile (ya estamos en el otoño) requiere de los migrantes. De su mano de obra, de su necesidad de ejecutar trabajos que hoy los chilenos rechazan. 

Auth afirma: “El migrante es más aperrado para trabajar, para hacer trámites tediosos, para todo, porque está obligado. Se encuentra en una situación inconfortable, tiene que adaptarse. Si logra entrar a un trabajo debe hacerlo no igual, sino mejor que el chileno”.  

También está el hecho de que cumplen con el mandato bíblico de procrear. De tener hijos y multiplicarse. 

-Chile está debajo de la tasa de mantención de la población. Para mantenerse creciendo un país requiere de dos hijos por mujer, pero estamos cayendo muy cerca del uno. Fíjate que nuestra tasa de natalidad es más baja que la de Suecia. Increíble.

-Pepe, volviendo al peso que va a tener el voto de los migrantes. ¿Crees que será gravitante en la segunda vuelta? 

-No lo creo. De los casi 900 mil potenciales electores extranjeros, van a votar unos 500 mil, pensando en que se repita la tasa de participación del plebiscito. Ahí la oposición va a sacar una ventaja de 150 mil votos, pero esta segunda vuelta se resolverá por un millón de votos. 

-O sea, ¿va a ganar la oposición?

-Sí, sin duda. Piensa que así ha sido en las últimas cuatro elecciones presidenciales. No hay nada que haga pensar que en este caso sea distinto. Y dentro de un millón de votos de ventaja, 150 mil no hacen ninguna diferencia. 

-De los actuales candidatos presidenciales en carrera, ¿cuál crees que tiene una propuesta más sólida, consistente y creíble para resolver el tema de la migración irregular masiva?

-Ninguno me parece suficientemente creíble y sólido. Todos ocupan esto como un tema de campaña porque saben que es uno de los puntos sensibles para el electorado. Incluso para la población migrante integrada y regular. Hay que esperar que pasen las elecciones porque la gente piensa mejor cuando tiene que gobernar y no cuando tiene que ganar una elección -responde. 

Hacer notar otro pequeño gran detalle: “Quienes hoy peor te hablan de esa franja pequeña donde migración irregular y delincuencia se unen, son los que están integrados, los extranjeros que viven legalmente en Chile”. 

Cada vez que los noticieros y los matinales amplifican una noticia policial donde hay un migrante involucrado, ellos sufren con eso. “El migrante legal, que trabaja y se esfuerza, ve que su imagen se daña, se contamina”. 

Para ellos la existencia del Tren de Aragua, el asesinato del ex militar Ronald Ojeda, el robo violento protagonizado por un venezolano, es una cruz. Un peso ajeno que deben cargar, al que se suma el dolor de no vivir en su país. 

-Pero es un hecho irrefutable que la comunidad migrante más educada, con mayor proporción de profesionales y mejor integración en Chile hoy es la venezolana. Hay una enorme cantidad de migrantes venezolanos que ya tienen sus negocios, al punto que hoy se puede comprar queso llanero en todas partes -dice, volviendo con su metáfora de que la empanada y la arepa unidas jamás serán vencidas. 

 

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