PAÍS
El zarpazo republicano que cambió la hegemonía de las derechas en el Congreso
Las fuerzas de derecha sumaron 76 de los 150 asientos en disputa en la Cámara, configurando un bloque con alta capacidad de incidencia en la agenda legislativa de un eventual Gobierno de José Antonio Kast. El PDG dio la sorpresa con 14 escaños, convirtiéndose en el próximo partido bisagra.
Los resultados de las recientes elecciones parlamentarias dibujan una nueva correlación de fuerzas en el Congreso, marcada por la consolidación de la derecha en ambas Cámaras. Aunque los partidos opositores no lograron el “arrasador” triunfo que anticiparon algunas mediciones, sí alcanzaron mayorías que podrían allanar el avance de iniciativas clave del programa de José Antonio Kast, en caso de imponerse en el balotaje del próximo 14 de diciembre.
En la Cámara de Diputados, la lista Chile Grande y Unido (integrada por Chile Vamos y Demócratas) obtuvo 34 escaños, mientras que la lista Cambio por Chile (compuesta por Republicanos, PNL y PSC) la superó con 42. En conjunto, las fuerzas de derecha sumaron 76 de los 150 asientos en disputa, configurando un bloque con alta capacidad de incidencia en la agenda legislativa.
El factor sorpresa lo aportó el Partido de la Gente, alcanzando 14 escaños y posicionándose como el nuevo “partido bisagra” de la Cámara Baja, con un rol potencialmente decisivo en la aprobación de proyectos.
En contraste, los resultados para el oficialismo estuvieron por debajo de lo proyectado. La lista Unidad por Chile, cuyo piso estimado era de 63 escaños, finalmente obtuvo 61. A estos se suman los 3 cupos alcanzados por la lista de Humanistas y Regionalistas, lo que da un total de 64 escaños para el sector, una cifra que evidencia un retroceso respecto a sus expectativas iniciales.
Si bien en el Senado el escenario quedó un poco más equilibrado, las fuerzas de derecha suman en total 25 escaños, mientras que el oficialismo queda con 23. En estos comicios el Partido Republicano logró sumar 5 senadores y el Partido Nacional Libertario aterriza por primera vez en la Cámara Alta con Vanessa Kaiser electa en La Araucanía.
Para el recién electo senador por Valparaíso y presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, los cálculos son optimistas. El ahora senador electo –antes había sido diputado por dos periodos consecutivos, desde 2010 a 2018– afirmó que el sector estaría “por sobre la mayoría absoluta” si es que a los pactos de derecha se suman los 14 votos que obtuvo el PDG en la Cámara.
“Los cuatro séptimos nunca estuvieron a la vista como alcanzables –porque ese quorum es necesario para una reforma constitucional cosa que no estaba en nuestro programa–, pero sí la mayoría absoluta. La mayoría absoluta te va a permitir avanzar es una serie de modificaciones, que si es que no se lograba podíamos tener un debate más extenso en el tiempo, ahora creemos que se pueden acelerar los pasos en la reconstrucción del país, como hemos llamado desde el punto de vista del trabajo de seguridad pública y en la activación económica”, señaló el parlamentario electo.
Asimismo, Squella reconoció la noche del domingo que, por sí solos, como republicanos, no se puede hacer ningún cambio. “Es evidente que para poder avanzar en las dos grandes crisis que tenemos, en materia de seguridad pública y reactivación económica, se necesitan los votos de todos quienes estamos en la oposición”, afirmó.
El zarpazo republicano
Como un “zarpazo político” ha sido calificado por analistas el hecho de que Republicanos se convirtiera en el partido con mayor número de escaños en la Cámara. La colectividad de José Antonio Kast obtuvo 31 diputados, muy por sobre los 18 electos de la UDI y 13 de Renovación Nacional.
Resultados que consolidan el desplazamiento de Chile Vamos como la fuerza hegemónica en la Cámara, a lo que se suma la contundente derrota de su candidata presidencial, Evelyn Matthei, quien quedó en el quinto lugar de las preferencias.
Este cambio en la correlación de fuerzas en la oposición abre un nuevo ciclo político en el Parlamento, cuyo equilibrio dependerá de la capacidad de Kast y su partido de gestionar las tensiones entre los sectores más hacia la derecha –libertarios y socialcristianos– y la llamada derecha tradicional.
Así lo proyecta el vicedecano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Rodrigo Arellano, quien afirmó que “la unidad de todas maneras va a depender de la capacidad de José Antonio Kast de darle gobernabilidad a ese sector”.
“Es una mayoría fragmentada, por lo tanto, va a depender de la capacidad de poder incorporar a Chile Vamos a un pacto de gobernabilidad. De incorporar parte del programa de Matthei, y figuras importantes de Chile Vamos que sirvan de nexo para poder dar unidad. Kast va a necesitar de Chile Vamos no solo para ganar la segunda vuelta, sino para poder llevar adelante las propuestas más relevantes de su programa”, dijo Arellano en conversación con El Mostrador.
En esa línea, el analista y director del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Talca, Mario Herrera, señaló que, si bien se trata de “un buen resultado para Republicanos, no es suficiente para gobernar por sí solos”, por lo que el apoyo de Chile Vamos es clave.
Por otro lado, Herrera también advirtió que “si Chile Vamos se suma de manera muy anticipada a Kast, puede terminar siendo, en el largo plazo, la coalición minoritaria de derecha, como ocurrió en otros países donde la extrema derecha obtiene buenos resultados”. “La distancia con Kast es clave para no desaparecer”, enfatizó.
Asimismo, el cientista político indicó que, de acuerdo con el buen rendimiento electoral del PDG, es posible perfilarlo como un partido bisagra en el Congreso. “Si Parisi logra mantener la disciplina de sus diputados –a diferencia de lo ocurrido después de 2021–, entonces el PDG se puede transformar en un partido clave para las negociaciones”.
Rendimiento oficialista
Respecto a la distribución de fuerzas en la centroizquierda, el Frente Amplio (FA) obtuvo el mayor número de diputados electos, con 17 escaños, seguido por el Partido Comunista y el Partido Socialista, con 11 asientos en la Cámara. Más abajo el PPD con 9, la Democracia Cristiana con 8 representantes, 3 liberales y 2 radicales.
Independientemente de que el pacto Unidad por Chile no alcanzó lo que estimaban en sus proyecciones –las que apuntaban a conseguir entre 69 y 73 escaños–, el rendimiento del eje FA-PC será clave en las próximas conversaciones que definirán el futuro de la coalición oficialista.
Cabe recordar que desde el Socialismo Democrático han señalado que los resultados electorales serán determinantes en el proceso de reflexión sobre el reordenamiento de la centroizquierda para los próximos cuatro años. Si bien hay voces del sector que apuestan por fortalecer la coalición frente al eventual triunfo de José Antonio Kast en segunda vuelta, también hay quienes afirman que esta decisión inevitablemente estará mediada por el porcentaje de votación que obtenga Jeannette Jara el próximo 14 de diciembre.
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