
Aniversario del Senado: pifias para el secretario y aplausos para el presidente
En medio del festejo por los 214 años del Senado, varios asistentes relataron que el discurso del secretario general de dicha entidad, Raúl Guzmán, estuvo marcado por la indiferencia y algunas rechiflas, en contraste con los aplausos que recibió Manuel José Ossandón.
El pasado 4 de julio, el Senado celebró los 214 años de la instalación del primer Congreso Nacional. Sin embargo, la celebración –según cuentan seis senadores– estuvo cubierta por una atmósfera kafkiana, debido a las pifias que recibió el secretario general de la Corporación, Raúl Guzmán, cuando subió al podio para dar un discurso.
Según algunos de los cerca de 150 funcionarios que asistieron, las sombras de formalidad en medio del ostentoso cóctel se desdibujaron ante la presencia de Raúl Guzmán en el sitio dispuesto para la oratoria. El secretario general tomó la palabra, intentando en vano captar la atención de quienes, en su mayoría, mantenían un bullicioso murmullo y se entregaban a charlas triviales.
Cuatro asistentes explican que en el frontis del hemiciclo un bullicioso murmullo se extendió por el hall y algunos incluso oyeron pifias. Pero lo más incómodo –detallan– vino al final. “Dijo gracias y nadie lo aplaudió. Luego, un senador pidió un aplauso, pero fue inútil. No lo aplaudió ni una sola persona”, comenta un parlamentario.
La escena contrastó con el breve discurso del presidente del Senado, Manuel José Ossandón: “Yo no voy a dar una lata, cumplimos 214 años, felicitaciones a todos y salud”. Tras sus breves palabras, fue aplaudido extensamente.