Movilidad
Es importante estar al tanto de los cuidados que debe tener tu vehículo a la hora de realizar viajes largos.
Casi 2 millones de viajes se proyectaron entre el 16 y el 19 de septiembre, motivo por el cual es muy importante hacer una revisión previa para viajar tranquilos y seguros.
Se debe revisar la presión de aire de los neumáticos. Desde Goodyear recomiendan que éstos deben inflarse cuando estén fríos, recuerda que cada vehículo tiene especificado la cantidad de aire que debe tener para un funcionamiento y desgaste óptimo. Si puedes inflar tus neumáticos con nitrógeno, su nivel dura por más tiempo.
Junto con lo anterior, es ideal que los neumáticos tengan, por lo menos, tres milímetros de profundidad de surco en la banda de rodamiento, esto lo puedes chequear con una inspección visual y manual para corroborar la profundidad, que también puede servir para encontrar perforaciones u otros daños que estén a la vista.
Adicionalmente, la marca aconseja revisar los siguientes puntos:
1.- Aceite: Debe cambiarse cada 5.000, 10.000 kilómetros o según la pauta de mantención del fabricante.
2.- Anticongelante: Se sugiere revisar el nivel de anticongelante, y de ser necesario rellenarlo, es indispensable que el motor mantenga una temperatura adecuada y no se sobrecaliente.
3.- Batería: Ésta se debe reemplazar cada dos años aproximadamente, y se recomienda revisarla antes de emprender un viaje.
4.- Frenos: Se sugiere revisar el sistema de frenos, pastillas y discos de frenos o balatas, que estén en buenas condiciones y que el líquido de frenos se encuentre en el nivel correcto.
5.- Luces: Se debe revisar que no haya ningún foco fundido, el correcto funcionamiento de las luces de frenos y que los faros estén debidamente alineados.
Mirtha Salas, subgerente de Gestión y Aseguramiento Calidad del Producto de Enex – Licenciataria de Shell en Chile, entrega consejos prácticos para hacer rendir al máximo el combustible del vehículo.
Uno de los elementos primordiales de un automóvil, y que, sin embargo, se suele descuidar con más facilidad es el neumático. Además de ser esencial en términos de seguridad, influye también en el consumo de combustible. Los neumáticos deben ser inflados a la presión recomendada por el fabricante. En invierno, con frío, o si el auto va más cargado se deben inflar un poco más todavía, ya que así se evitará que el motor ejerza mayor fuerza para mover el vehículo y consuma más combustible.
Las aceleraciones repentinas también implican un esfuerzo para el motor y un mayor consumo, ya sea un auto 100 % eléctrico, híbrido o de combustión. Lo mejor es conducir con suavidad y anticiparse a posibles frenadas, ya sea en un semáforo o en un taco. Este ejercicio podría ahorrarnos hasta un 20 % de combustible, dependiendo del modelo del automóvil.
Es importante planificar el viaje. No solo se trata de prever con antelación las paradas que vamos a realizar, sino también dónde. Lo importante aquí es marcar la ruta que vamos a seguir. Y es que alargar solo 10 minutos un recorrido de una hora, provoca un aumento del consumo de combustible de hasta un 14 %. De igual modo esto facilita identificar estaciones de servicio en la ruta para cargar combustible y seguir nuestro camino.
El aire acondicionado es uno de los sistemas no esenciales para el funcionamiento del auto que más energía consume, pues funciona gracias al motor. En verano, se usa bastante. Es importante no poner la temperatura demasiado baja, ya que cuanto más tenga que enfriar, más energía y combustible va a gastar.
A velocidades de carretera o autopista, no es recomendable dejar las ventanas abiertas (ni tampoco el techo solar). El aire se mete en el vehículo, demandando un mayor esfuerzo y, por ende, más combustible para romper la resistencia al aire y alcanzar la velocidad deseada.
Con el objetivo de tener una conducción flexible y de ahorro de energía, es necesario utilizar el control de velocidad de crucero, especialmente en las autopistas.
El sistema computacional del auto, gracias a sus sensores, siempre será más preciso con el acelerador que nosotros a la hora de mantener la velocidad indicada. Cuesta arriba, podremos marcar una velocidad algo inferior para no forzar el motor y no consumir más.
Si no disponemos de control de crucero es importante en carretera mantener una velocidad uniforme o estable. Para ello, hay que buscar una cierta fluidez en la circulación evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha si no es necesario.
Si el auto es mecánico, en las fases de aceleración, deberíamos subir de marcha cuanto antes. Una marcha que no se cambia, crea un exceso de revoluciones y, por tanto, un mayor consumo de combustible. En la gran mayoría de los vehículos, es en la 4ª, 5ª y 6ª marcha cuando el motor consume menos combustible.
En paradas prolongadas, como cuando esperamos a alguien o atendemos a una llamada, es recomendable apagar el motor. De hecho, un motor gasta más estando al ralentí que apagándolo y encendiéndolo.
Un auto en buen estado es un vehículo que consume menos combustible. Hacer la revisión técnica cuando corresponde es importante.
