Con un directorio conformado por 9 profesionales, de los cuales 4 son mujeres, liderados también por una presidente mujer, Manuela Astaburuaga, la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos Enólogos (ANIAE) demuestra el avance en forma y fondo en liderazgos femeninos en la industria del vino.
Mucho se dice y piensa que la producción de vino es un mundo de hombres, un rubro liderado por quienes a partir de la fuerza y la inteligencia masculina han sentado las bases para la industria a la que ahora recién las mujeres se vienen a sumar.
Sin embargo, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, las profesionales que conforman el Directorio de la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos Enólogos (ANIAE) quieren desmitificar esta creencia y referirse sobre la evolución de las mujeres en esta industria, en forma y fondo, además de visibilizar los avances que ha tenido, sobre todo en la última década. Por supuesto, sin olvidar los desafíos y consejos a las nuevas generaciones.
Actualmente su directorio está conformado por 9 enólogos, de los cuales 4 son mujeres. Además, según datos de la asociación gremial, a la fecha hay 1.261 enólogos registrados en nuestro país, de los cuales 378 son mujeres, un 30% aproximadamente, número que aumenta cada año. De hecho, el 2023 se sumaron 26 nuevos enólogos de los cuales 11 fueron mujeres (42%).
“Además, cualitativamente, las responsabilidades que está asumiendo la mujer son más directivas y gerenciales, lo cual ha llevado a que hoy en día no sea inusual encontrar a una mujer como enóloga principal en alguna viña”, asegura Manuela Astaburuaga, presidente de ANIAE.
Esta evolución también se evidencia en que en los 70 años que tiene la Asociación Gremial, ha tenido tres mujeres presidente: Carolina Arnello entre el 2000 y 2002, Adriana Cerón entre el 2019 y el 2021 y Manuela Astaburuaga, quien ocupa el cargo desde el 2022 a la fecha, liderando mujeres dos periodos consecutivos.
“Es importante aclarar que la mujer siempre ha estado presente en este rubro, pero estábamos tras bambalinas, como asistentes, en laboratorios, en roles de poca visibilidad. Hoy en día se ven muchas más mujeres en altos puestos y no sólo de enología, sino también en Marketing, Comercial, Export Manager, incluso un paso más allá de otros países de Latinoamérica según hemos constatado en los viajes que realizamos para visitas y concursos. Eso sí, aún estamos al debe en viticultura, pero también hay”, asevera Astaburuaga.
Elba Hormazábal, vicepresidente del directorio, quien es socia desde el año 2003, indica que “hace algunos años atrás, los directorios eran prácticamente puros hombres, pero no tardaron en sumarse mujeres. Esto lo atribuyo a la evolución que a nivel mundial han tenido los temas de igualdad de género”.
“Antiguamente la educación superior y los trabajos remunerados eran casi exclusivamente masculinos, relegando a la mujer a permanecer en casa, cuidando a los niños”, indica.
Esto lo confirma Patricia Rodríguez, también parte del directorio, quien recuerda que se asoció en 1999, y ha visto este crecimiento “en los últimos 25 años, en el cual el número de asociadas ha ido en constante aumento, y su representación en puestos de liderazgos dentro de la ANIAE también, como presidentas, vicepresidentas y tesoreras, entre otros cargos”.
Si bien el aumento cuantitativo y cualitativo de las mujeres en la industria del vino se aprecia en mayor medida la última década, hay referentes que se atrevieron antes y mostraron las cualidades gerenciales y de liderazgo femenino.
Las directoras, si bien reconocen que hay varias que podrían sobresalir, destacan a María Luz Marín, quien en el año 2000 fue la primera mujer enóloga en fundar una viña en Chile, elegida además en 2018 entre las mujeres más influyentes del mundo del vino por la revista Inglesa The Drinks Business.
También está Cecilia Torres, la primera enóloga chilena en posicionar un vino chileno como “Wine Legend”, reconocimiento entregado por la prestigiosa revista Decanter y que puso al ícono de Santa Rita, Casa Real Reserva Especial, en lo más alto de la vitivinicultura mundial. Esto además le valió ser la primera enóloga en recibir el premio “Mejor Enólogo del Año” en 1997 de manos del Círculo de Cronistas Gastronómicos y del Vino y este año será la presidente del Concurso Carmenere al Mundo.
También destacan a Viviana Navarrete y Emilie Faulconer, enólogas de bodegas nacionales que han sido reconocidas mundialmente, entre otras, y, “por supuesto, Carolina Arnello, primera mujer que lideró nuestra Asociación y que hoy preside la Cofradía al Mérito vitivinícola”, concluyen.
Las enólogas coinciden que principalmente es incorporar en el pensamiento colectivo que la mujer siempre ha estado ahí, aun cuando no aparece como protagonista en los libros de historia. Además, reconocer y validar a quienes han aplanado el camino para esta sociedad más inclusiva en reconocimientos y seguir educando a las nuevas generaciones que la capacidad laboral no tiene nada que ver con el género de la persona, sino con su compromiso, perseverancia y, por supuesto, pasión por lo que hace.
Coinciden también que las mujeres enólogas en Chile, al igual que en muchas otras industrias, enfrentan diversos desafíos como son la brecha de género que pese tener avances en términos de representación y remuneración, aseguran que aún falta.
Además, “la industria vinícola, históricamente, ha sido dominada por hombres, y algunas mujeres pueden enfrentar estereotipos y percepciones tradicionales sobre los roles de género en el mundo del vino, ya que nos encasillaron como enólogas asistentes, encargadas de calidad o laboratorio”, asegura Patricia Rodriguez.
“Como en muchas profesiones exigentes, encontrar un equilibrio adecuado entre el trabajo (largas horas de jornadas en vendimia y el resto del año) y la vida personal puede ser un desafío para las mujeres enólogas (Hijos, Familia). A pesar de las contribuciones significativas de las enólogas en Chile, algunas deben luchar más por obtener la misma visibilidad y reconocimiento que sus colegas masculinos”, agrega.
¿Qué consejo entregan a las nuevas generaciones? “Que no se limiten en los proyectos que tengan o en los desafíos que van a emprender. Que adquieran una visión amplia de la enología y la viticultura a nivel mundial, porque hoy no basta con conocer sólo la realidad de Chile, hay que ir más allá”, indica Elba Hormazábal.
Manuela agrega que “es un consejo no solo para las mujeres, sino para todos, ya que es muy importante la relación entre colegas, mujeres y hombres. No podemos aislarnos, sino trabajar como un equipo”.
Además, finaliza Elba,”manténganse actualizadas sobre las nuevas tendencias, tecnologías y prácticas enológicas. Participen de ferias, eventos, seminarios y catas, busquen mentores, desarrollen su marca personal. Y sobre todo, no dejarse limitar por estereotipos de género, ser osadas en desafíos y perseverar en la búsqueda de las metas. Cada trayectoria profesional es única”.