
Celele: el restaurante colombiano que conquistó al mundo con su cocina y revalorización del Caribe
Celele entró al listado de los 50 mejores restaurantes del mundo. Un reconocimiento al modelo culinario que ha desarrollado el chef Jaime Rodríguez en Cartagena de Indias y que une biodiversidad, creatividad y trabajo colaborativo con comunidades del Caribe colombiano.
Cartagena de Indias se ha posicionado como una de las capitales gastronómicas emergentes de América Latina, y gran parte de ese reconocimiento se debe al trabajo visionario del chef Jaime Rodríguez y su restaurante Celele, que acaba de hacer historia al ingresar al ranking de The World’s 50 Best Restaurants 2025 en el puesto 48 y, además, recibir el Sustainable Restaurant Award, un premio que distingue a los establecimientos más comprometidos con el medio ambiente y las comunidades.
Esta doble distinción no solo marca un logro para la cocina colombiana, sino que consagra a Celele como uno de los restaurantes más influyentes del mundo, gracias a un modelo de cocina que conjuga biodiversidad, creatividad y transformación social.
“Yo creo que sumar más restaurantes a la lista general, como región latinoamericana, me parece una gran oportunidad de demostrar lo que tenemos”, señala el chef colombiano. “Más que pensar en el ego personal, pienso que lindo que vamos a estar allí nosotros, desde un restaurante pequeño, más tranqui, que no es de manteles, pero que sí hace un trabajo a conciencia. Hemos sido pioneros, fuente de inspiración para otros, y con esta visibilidad vamos a crear más oportunidades y beneficios para esos proyectos sociales que impulsamos”.

Crédito: Loreto Santibáñez
Cocina con propósito
Fundado en el corazón del barrio Getsemaní, Celele nació como la evolución natural de Caribe Lab, un proyecto de investigación liderado por Jaime Rodríguez, que se propuso rescatar, estudiar y revalorizar la riqueza culinaria del Caribe colombiano.
“El Caribe tiene una despensa única, una biodiversidad enorme y una historia gastronómica riquísima. Nuestra misión es compartir eso con el mundo, desde el respeto por el territorio y quienes lo habitan”, afirma Rodriguez.
Desde su fundación, Celele se ha planteado como mucho más que un restaurante de alta cocina. Es un espacio que visibiliza y celebra el ecosistema que lo rodea: “El ecosistema que rodea a Celele son las portadoras de tradición, las comunidades de agricultores, de artesanos, toda esta gente de la que siempre hablamos los chefs… pero creo que nosotros hemos tratado de que ellos siempre estén por delante en cuanto a sus beneficios y en cuanto a su protagonismo desde el restaurante hacia los demás”.
Es precisamente esa filosofía la que sustenta su reconocimiento como el restaurante más sustentable del mundo en 2025. Más del 90% de sus ingredientes son de origen local, muchos de ellos silvestres, obtenidos mediante alianzas directas con comunidades de pequeños productores y recolectores.

Marlín curado y ahumado en cáscara de coco, hummus de ovejero, chimichurri de candias y calducho de pasta de ajonjolí sabanera recubierto de hojas de ciruela costeña y girasoles. El plato es un clásico de Celele y rinde homenaje a los loros de Cartagena. Crédito: Loreto Santibáñez.
El ingreso a la prestigiosa lista de los mejores 50 restaurantes del mundo representa un hito, pero también una plataforma para potenciar sus proyectos sociales y visibilizar el trabajo colectivo del Caribe colombiano.
“Si nos empiezan a ver desde otras partes del mundo, nos van a entender, y quizás también van a querer conocernos, inspirarse como nosotros nos hemos inspirado de otros proyectos en el mundo”, destaca.

Ensalada de flores caribeñas. Crédito: Loreto Santibáñez.
Celele ha marcado un camino particular en la alta cocina colombiana, con un modelo de trabajo colaborativo que se diferencia por su compromiso con el territorio. Para Jaime Rodríguez, no se trata de competir con otros colegas, sino de mostrar una visión distinta.
“Yo nunca me compararía con el trabajo de mis colegas. Leo es un lugar increíble, El Chato también, hay muchos cocineros haciendo cosas lindas en el país. Pero considero que Celele, al estar ahí, también mostrará mucho de su visión para que otras personas lo vean como un ejemplo. Y yo creo que eso es muy, muy, muy importante”, afirma.

Vereda tropical. Este coctel se realiza con ciruelas costeñas verdes tratadas como aceitunas. Crédito: Loreto Santibáñez.
Desde el territorio a la cocina
Desde su apertura, ha trabajado en conjunto con el Jardín Botánico de Cartagena, biólogos y académicos, desarrollando investigaciones sobre especies poco conocidas, muchas de ellas olvidadas o desplazadas por la agricultura intensiva. Esa labor científica se traduce en menús de temporada donde ingredientes como la guama, la okra o el ajonjolí negro se convierten en protagonistas de una experiencia gastronómica única.
Pero uno de los mayores aportes de Celele ha sido su estrecha colaboración con organizaciones como Asocoman, una asociación campesina de los Montes de María, región profundamente afectada por el conflicto armado colombiano. Hoy, esa lugar florece gracias al impulso de modelos agroecológicos que combinan sabiduría ancestral, sostenibilidad ambiental y autonomía económica.

Parte de los productos que trabajan las familias de Asocoman en los Montes de María. Crédito: Loreto Santibáñez
En esta zona del bosque seco tropical —uno de los ecosistemas más amenazados de Colombia—, 30 familias cultivan productos nativos, desarrollan bio-preparados y han logrado llevar su producción a mercados diferenciados, incluyendo restaurantes como Celele o propuestas como Alquímico, el reconocido bar de Cartagena de Indias. Además, las mujeres tienen un rol protagónico en la gestión de los patios productivos, lo que ha generado una transformación significativa en la comunidad.
Así, estas familias se han convertido en protagonistas de una cadena gastronómica justa que reconoce el valor del origen.
La colaboración también se extiende a la Fundación Granitos de Paz, que trabaja en comunidades vulnerables de Cartagena, desarrollando modelos de recuperación integral que promueven la educación, la cultura y el emprendimiento alimentario como herramientas de transformación social.
Estas alianzas consolidan a Celele como un espacio de cocina con propósito: cada plato no solo es el resultado de una técnica impecable y un diseño estético, sino el reflejo de una red de colaboración que pone en valor el territorio y sus actores.

Fachada Celele
La inclusión del Caribe en la lista global —junto a cocinas de Asia, Francia, Perú, Chile o la Amazonía— representa, una alegría y una responsabilidad: “Creo que un número no nos define… pero en esta oportunidad nos tocó a nosotros ser parte de, y lo queremos aprovechar para mostrar más nuestro país, nuestra ciudad, la región Caribe, porque también es lindo ver al Caribe ahí”.
“Queremos que el mundo vea al Caribe colombiano con otros ojos. Que entienda que aquí hay una riqueza cultural y natural enorme, y que la cocina puede ser una herramienta para cuidarla, celebrarla y proyectarla hacia el futuro”, asegura el chef.
La entrada de Celele al ranking de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo y el reconocimiento a su enfoque sustentable confirman que la gastronomía puede ser motor de cambio. Desde un rincón de Cartagena, Jaime Rodríguez ha logrado construir una propuesta que dialoga con las memorias del territorio, impulsa la economía local, regenera ecosistemas y ofrece una experiencia tan deliciosa como ética.