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Sidra chilena 100% sostenible con manzanas centenarias gana reconocimiento internacional Gastronomía Créditos: Cedida.

Sidra chilena 100% sostenible con manzanas centenarias gana reconocimiento internacional

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Aunque históricamente Chile es conocido por su producción vitivinícola, es uno de los cuatro países que tienen buenas condiciones para hacer sidra, al tener manzanas de alta calidad y una rica tradición en su elaboración, combinando técnicas artesanales con innovación.


La sidra fina Punta de Fierro, elaborada con manzanas patrimoniales de más de 100 años, acaba de obtener medalla de plata en la Great Lakes International Cider & Perry Competition (Glintcap en Michigan, EE.UU., el certamen de sidras más importante del mundo. El reconocimiento se suma a la medalla de plata que ganó hace solo dos semanas en Pomum CUP Chile, gracias a su sidra Brut Puchacay.

El proyecto, cofundado por el magallánico Carlos Flores y el pommelier estadounidense Eli Shanks, trabaja con un ecotipo único de manzanas criollas chilenas, cultivadas en predios familiares de la zona de Chancoyán, en la región de Los Ríos. El proceso es completamente sustentable: utilizan agua de lluvia cosechada y colaboran estrechamente con mujeres campesinas, revalorizando la tradición sidrera del sur.

Su método de producción es de seis meses de fermentación en el clima húmedo de Valdivia y hasta tres años de guarda en estanques de acero inoxidable, lo que da como resultado una sidra de , con delicadas notas de miel y hierbas. La receta combina 18 variedades de manzanas patrimoniales, una diversidad difícil de encontrar en otros países.

“La sidra es patrimonio cultural del sur de Chile, con más de 300 años de tradición”, explica Flores, quien destaca la herencia campesina que hoy comienza a ganar espacio en el escenario gastronómico internacional.

Además, las manzanas patrimoniales del sur de Chile poseen características únicas en el mundo debido a su equilibrio entre azúcares y taninos.

Créditos: Cedida.

Una tradición que vuelve a brillar

La sidra en Chile tiene una larga historia en el sur, especialmente en Chiloé, La Araucanía y Los Ríos, donde las familias elaboraban esta bebida de forma casera con manzanas silvestres o criollas. A diferencia de las versiones industriales, la sidra chilena artesanal se caracteriza por ser más seca, fresca y ácida, con un perfil rústico y auténtico que proviene de variedades que no se encuentran en otras partes del mundo.

En la última década, pequeños productores y emprendedores han rescatado estas recetas, impulsados por el creciente interés en bebidas más naturales, con menor graduación alcohólica y con un fuerte arraigo territorial. La diversidad de manzanas criollas —como la limona, la moscatel, la colorada y la russet— permite crear estilos únicos, distintos a los europeos, y con una identidad marcada por el clima y la cultura local.

Expansión y proyección

Durante agosto, la sidra fue presentada en catas en Punta Arenas, con gran éxito en el restaurante Aima y la pizzería Viale. Actualmente, Punta de Fierro está presente en Le Bistrot de Lastarria (Santiago), Valdivia y Puerto Varas, y próximamente llegará a Magallanes.

Además de los premios internacionales, la marca está trabajando con otras entidades para levantar la primera Ruta de las Sidras Patrimoniales, una propuesta que busca poner en valor la producción artesanal, la historia campesina y el turismo de experiencias en torno a este producto.

Con este reconocimiento internacional, la sidra chilena confirma su potencial no solo como patrimonio cultural del sur, sino también como embajadora gastronómica del país, al nivel del vino y la cerveza artesanal.

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