Gastronomía
Créditos: el Mostrador.
Catar vino: una experiencia sensorial que revela aromas, sabores y la historia de cada botella
Aprender a catar un vino va más allá de beberlo: permite descubrir aromas, sabores y matices únicos, identificar variedades y estilos, y conocer la historia de cada botella, transformando la experiencia en un recorrido sensorial, educativo y cultural.
Catar un vino es mucho más que degustarlo: es sumergirse en una experiencia sensorial que invita a detenerse, explorar y descubrir la historia detrás de cada botella, apreciando su origen, su carácter y las notas que revelan la identidad única de cada cepa y región.
Se trata de un proceso sensorial que permite descubrir aromas, sabores y matices que, de otra manera, pasarían desapercibidos. Según el Wine & Spirit Education Trust (WSET), la cata profesional sigue un método sistemático que incluye observar, agitar, oler y probar, para luego analizar la experiencia.
Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV, 2024), los consumidores de hoy buscan algo más que simplemente beber vino: quieren aprender sobre sus variedades, comparar estilos y descubrir la historia que hay detrás de cada botella.
Este interés ha impulsado el crecimiento del enoturismo a nivel global. En países como Chile, Argentina, España y Francia, los tours de cata se han convertido en un atractivo económico clave, estrechamente ligado a la gastronomía y al turismo cultural. En Chile, regiones como Valle del Itata y el Valle de Casablanca se destacan como polos enoturísticos, ofreciendo catas que combinan educación, experiencia sensorial y exploración del territorio.
Temperatura, aromas y color
Desde la Viña Cono Sur destacan que percibir correctamente los aromas del vino es fundamental, y para ello es recomendable evitar olores fuertes en el ambiente, como perfumes, que puedan interferir con la experiencia. También es clave servir cada vino a su temperatura ideal: un Pinot Noir, por ejemplo, se disfruta mejor a 14 °C; un Merlot entre 16 °C y 18 °C; y un Pinot Noir Rosé entre 8 °C y 10 °C.
“El vino es un producto que por sí solo nos entrega una experiencia y nos invita a disfrutar. Detenernos un momento para catarlo y prestar atención a nuestros sentidos nos permite identificar las distintas variedades y estilos”, explica Matías Ríos, director de Enología de Viña Cono Sur.
El primer paso al catar un vino es observar su color. Para ello, se recomienda inclinar ligeramente la copa sobre un fondo blanco y fijarse en el ribete. En general, los tintos presentan tonalidades que van del rubí al violáceo, mientras que los blancos pueden variar desde el verde limón hasta el dorado. En algunos casos, es posible notar matices marrones, que suelen indicar que el vino ha tenido varios años de guarda. Para quienes cuenten con distintas variedades, se aconseja servir cada vino en copas separadas, lo que permite diferenciar mejor tanto los colores como los aromas.
Oler, probar y disfrutar: la experiencia sensorial de la cata de vinos
El siguiente paso en la cata es oler el vino, primero con la copa en reposo y luego tras moverla suavemente. Esta técnica permite percibir los distintos aromas de cada variedad y, cuando el vino ha tenido crianza en barrica, notar la influencia de la madera.
“Aunque al principio puede parecer difícil, el sentido del olfato se entrena con la práctica; por eso, se recomienda oler frutas y especias en el día a día para agudizar la percepción aromática”, explica el enólogo.
En esta etapa, la atención se centra en las sensaciones que el vino genera en la boca. Se recomienda tomar un sorbo y moverlo suavemente, lo que permite percibir cómo se equilibran el dulzor, la acidez y los demás componentes del vino.
Para quienes buscan profundizar en su conocimiento, aprender a describirlo y explorar distintas variedades y estilos, la cata se convierte en una herramienta ideal de aprendizaje y apreciación, que enriquece la experiencia sensorial y cultural de cada botella.
Con esta guía, Viña Cono Sur busca inspirar a más personas a disfrutar del vino de manera consciente, transformando cada copa en una experiencia.