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Consumo de granos enteros: claves en una dieta equilibrada y un futuro alimentario sostenible Alimentos

Consumo de granos enteros: claves en una dieta equilibrada y un futuro alimentario sostenible

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Especialistas llaman a consumir este tipo de alimentos para aprovechar al máximo los nutrientes y los beneficios para el organismo.


Este 19 de noviembre se conmemora el Día Internacional del Grano Entero, una fecha que busca recordar el rol fundamental que cumplen los cereales integrales en la salud y en la seguridad alimentaria global. En Chile, donde el pan es parte esencial de la dieta diaria y el consumo de fibra sigue siendo insuficiente, el llamado de especialistas es claro: es urgente aumentar la ingesta de granos enteros para mejorar la alimentación de las familias y prevenir enfermedades crónicas.

Qué son los granos enteros y por qué importan tanto

Los cereales de grano entero —como avena, trigo integral, arroz integral, quínoa y centeno— contienen las tres partes naturales del grano:

  • Salvado, rico en fibra.
  • Endospermo, fuente principal de carbohidratos complejos.
  • Germen, donde se concentran proteínas, minerales y vitaminas.

Cuando estos componentes se mantienen íntegros, el alimento conserva una combinación única de fibras, proteínas, carbohidratos, vitaminas B, antioxidantes y minerales que no se encuentran en los productos refinados.

“La evidencia demuestra que el grano entero ofrece beneficios para la salud en todas las etapas de la vida. Pequeños cambios, como recibir orientación sobre las porciones recomendadas o identificar productos integrales en el mercado, pueden hacer una diferencia real en el bienestar”, explica Catalina Basoalto, nutricionista de Nestlé Chile.

Un déficit que preocupa: Chile no consume suficiente fibra

Según el estudio “Ingesta de fibra dietética en Chile: 13 años después del último informe nacional”, elaborado por la Universidad San Sebastián y publicado en Nutrients, el consumo promedio de fibra en adultos chilenos está entre 6 y 19 g/día, muy por debajo de los 25 g/día recomendados internacionalmente.

Más del 90% de la población no alcanza el mínimo sugerido.

Esta brecha está asociada al excesivo consumo de harinas refinadas y a la baja presencia de alimentos integrales en la dieta cotidiana.

Una revisión científica reciente realizada en 2024 por Nestlé, el Departamento de Nutrición de la Universidad de Chile y Granotec, analizó 70 publicaciones internacionales. Sus conclusiones son contundentes:

  • Incluir cereales en la dieta diaria, especialmente los elaborados con granos enteros, aumenta la ingesta de nutrientes clave.
  • Se asocia con efectos psicológicos beneficiosos, relacionados con mayor saciedad y estabilidad energética.
  • Reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles, como obesidad, diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares.

Los expertos señalan que estos alimentos deberían ser parte de las comidas principales y también de las preparaciones cotidianas como panes, galletas o cereales de desayuno, siempre privilegiando las versiones 100% integrales.

Ademas de aumentar la presencia de granos enteros en la dieta diaria, se recomienda reemplazar al menos la mitad de los cereales refinados por alternativas con grano completo.

Los especialistas coinciden en que este simple cambio puede impactar positivamente el bienestar, reducir el riesgo de enfermedades crónicas y contribuir a una alimentación más sostenible.

Avances científicos para transformar el futuro

Mientras se promueve un mayor consumo de granos enteros, la ciencia avanza para asegurar su disponibilidad. Un equipo de investigadores identificó un gen llamado wuschel-d1 (wus-d1), cuya activación permite que una espiguilla de trigo produzca tres granos en lugar de uno.

Esto podría triplicar el rendimiento de los cultivos, sin necesidad de usar más tierra ni aumentar insumos.

Para Chile —uno de los países con mayor consumo de pan en el mundo y que importa más del 50% del trigo que utiliza— este descubrimiento tiene un valor estratégico. Un aumento en la productividad global podría estabilizar precios y mejorar la seguridad alimentaria.

“El hallazgo demuestra cómo la ciencia y la biotecnología pueden ofrecer soluciones reales para aumentar la producción de alimentos y enfrentar los desafíos de sostenibilidad”, señaló Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio.

El fenómeno observado —granos múltiples por espiguilla— podría replicarse mediante técnicas como CRISPR, y su potencial se extiende a otros cereales cruciales como arroz, cebada y maíz.

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