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Paiter Suruí: el modelo indígena que une cultura, turismo y sostenibilidad
El pueblo indígena Paiter Suruí, en la Amazonía brasileña, impulsa un modelo de desarrollo sostenible que combina saberes ancestrales, economía circular y turismo responsable. Su Jardín Botánico indígena es el primero en el mundo y busca preservar la biodiversidad, fortalecer la autonomía.
En el Território Sete de Setembro, en el estado de Rondônia (Brasil), el pueblo Paiter Suruí ha decidido trazar su propio camino hacia el futuro. En medio de la selva amazónica, este grupo indígena ha construido un modelo de desarrollo que une tradición y modernidad, demostrando que es posible generar bienestar sin destruir el entorno natural.
Desde 2005, los Paiter Suruí desarrollan su Plan de Gestión Territorial, una estrategia a largo plazo que integra la conservación del bosque, la autonomía económica, la educación y la preservación cultural. El objetivo es claro: defender su territorio, conservar su identidad y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
El liderazgo del cacique Almir Suruí ha sido clave para impulsar este proceso, que hoy coloca a su comunidad como referente de sostenibilidad indígena en América Latina.
Un modelo económico circular con identidad amazónica
Los Paiter Suruí promueven un modelo económico circular y sostenible que valora la producción local y reduce la dependencia de recursos externos. A través de prácticas agroforestales, producción de café ecológico y uso responsable del bosque, la comunidad ha logrado crear fuentes de ingreso compatibles con la preservación ambiental.
Este enfoque demuestra que el desarrollo económico puede convivir con la protección de la cultura y la naturaleza. En ese marco, la comunidad ha dado un paso más con la creación del primer Jardín Botánico indígena del mundo, un espacio que simboliza la unión entre la sabiduría ancestral y la innovación sostenible.

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El Jardín Botánico
El Jardín Botánico Paiter Suruí nace en el corazón de la Amazonía como un proyecto integral que combina conservación, educación ambiental y turismo comunitario.
Creado con el apoyo del programa Transforming the Future —impulsado por Universal Assistance, Fundación Plan 21, Turtech y 6Wings—, este espacio busca fortalecer la autonomía del pueblo indígena y ofrecer una alternativa económica sostenible.
El jardín alberga un bosque autóctono, una zona de reforestación con árboles frutales y especies medicinales, así como un manantial y un lago que enriquecen la biodiversidad local. Además, se desarrollan talleres, recorridos educativos y experiencias turísticas que permiten a los visitantes conocer la cultura Paiter Suruí.
Entre sus principales objetivos destacan:
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Crear un espacio de conservación y educación ambiental.
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Preservar y transmitir conocimientos tradicionales sobre plantas medicinales y árboles amazónicos.
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Fortalecer el turismo Yabnaby y el restaurante Paiter.
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Generar empleo y fortalecer la economía sostenible local.
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Incentivar la participación de los jóvenes en la preservación ambiental y la cultura indígena.
Gracias a este esfuerzo, el Território Sete de Setembro se convirtió en el primer territorio indígena en proceso de certificación como Destino Sostenible bajo el sello Biosphere.
Turismo Yabnaby y gastronomía ancestral
Dentro del Jardín Botánico se encuentra Yabnaby, una zona turística que funciona como puerta de entrada a la cultura del pueblo Paiter Suruí. Allí, los visitantes pueden alojarse, participar en talleres, disfrutar de la gastronomía amazónica y conocer los procesos productivos que sostienen a la comunidad.
El restaurante Paiter ofrece una experiencia gastronómica basada en ingredientes locales y recetas ancestrales, rescatando la cocina tradicional amazónica. Además, los visitantes pueden participar en catas de café agroforestal, cultivado de forma sostenible por los propios indígenas, una de las iniciativas más reconocidas internacionalmente del pueblo Paiter.
Más allá del turismo, el Jardín Botánico cumple un papel educativo y científico. Es un centro vivo de aprendizaje donde se enseñan prácticas sostenibles, técnicas de cultivo, medicina tradicional y protección del bosque. También funciona como un espacio de intercambio intergeneracional, donde los más jóvenes aprenden directamente de los sabios y líderes de la comunidad.
Con una superficie de más de 170.000 metros cuadrados, el Jardín protege fuentes de agua, bosques y especies autóctonas, y refuerza el compromiso de los Paiter Suruí con la preservación ambiental, el fortalecimiento cultural y la innovación local.
El proceso del pueblo Paiter Suruí demuestra que los pueblos indígenas no solo pueden ser guardianes del bosque, sino también protagonistas de su propio desarrollo. Su experiencia marca un precedente para otras comunidades de América Latina que buscan modelos de gestión con identidad y visión de futuro.