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Torres del Paine: el paraíso del trekking que vuelve a alertar sobre el turismo seguro Outdoor

Torres del Paine: el paraíso del trekking que vuelve a alertar sobre el turismo seguro

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La reciente tragedia en el circuito “O” evidenció la fuerza impredecible del clima patagónico y la importancia de extremar medidas de seguridad en uno de los destinos de trekking más visitados del planeta.


El Parque Nacional Torres del Paine —uno de los destinos más emblemáticos para los amantes del trekking en el mundo— enfrenta nuevamente una grave emergencia que recuerda la fragilidad de la montaña y la necesidad de extremar cuidados, incluso en un destino reconocido por su infraestructura, sus servicios turísticos y su operación anual.

Este lunes 17 de noviembre, un brusco e inesperado cambio en las condiciones meteorológicas golpeó a un grupo de excursionistas que recorría el circuito “O”, el desafío más largo y exigente del macizo, en el sector de Los Perros. En apenas minutos, la Patagonia desplegó su conocida —pero a veces subestimada— capacidad para transformar un recorrido seguro en un escenario de alto riesgo: intensas nevadas y ráfagas de viento que alcanzaron los 193 km/h dejaron atrapados a varios visitantes cerca del Paso John Gardner, uno de los puntos más críticos del circuito por su altitud y exposición climática.

Dos fallecidos y siete personas sin ubicar

Durante las primeras horas de la emergencia, CONAF confirmó que un turista mexicano había sido encontrado sin vida. Luego, una excursionista rescatada con hipotermia severa —también de nacionalidad mexicana— falleció tras llegar a un refugio. Con ello, la cifra de víctimas fatales aumentó a dos.

La situación continúa siendo crítica: según el delegado presidencial provincial de Última Esperanza, Guillermo Ruíz, otras siete personas siguen sin ser ubicadas ni empadronadas. “Las condiciones meteorológicas en la zona son extremas. El viento superó los 190 km/h y la nieve dificulta la visibilidad y los desplazamientos”, declaró a T13 En Vivo.

El operativo moviliza a Carabineros, CONAF, la Delegación Presidencial Provincial y unidades especializadas del Ejército, incluidas brigadas de alta montaña PARME. Las labores intensivas continúan, aunque la búsqueda se ha visto dificultada por la compleja geografía y la persistencia del temporal.

Un mensaje enviado desde el campamento Los Perros resume la magnitud de lo ocurrido: “Hay demasiada nieve, algunas personas están atoradas en el paso… tanto los escaladores como los rescatistas corren peligro de muerte”.

Debido a la emergencia, las autoridades decidieron cerrar temporalmente el tramo entre los campamentos Dickson y Paso, aunque el parque permanece operativo en sus demás rutas.

Un destino abierto todo el año, pero con medidas de seguridad

La emergencia ocurre en momentos en que Magallanes ha consolidado una oferta robusta para recibir visitantes durante todo el año. Lo que hace una década obligaba a “bajar la cortina” tras el verano —por falta de conectividad o infraestructura— hoy se ha transformado en turismo cuatro estaciones: vuelos directos a Puerto Natales todo el año, oferta creciente de operadores, rutas escénicas sin aglomeraciones y experiencias en invierno que se han vuelto tendencia.

“Tenemos las condiciones para que el turista viva el otoño y el invierno en la Patagonia de forma cómoda, feliz y segura”, aseguraba hace un tiempo Adriana Aguilar, gerente de la Cámara de Turismo de Última Esperanza. “El parque está abierto; lo que se cierra es el circuito completo ‘O’, que se hace sólo en temporada de verano”, justamente por temas de seguridad.

Torres del Paine es un parque reconocido como Reserva de la Biósfera por Unesco y elegido en 2013 como Octava Maravilla del Mundo, visitado por más de 300 mil personas al año. Su fama como destino de trekking es global: la Base Torres, el Valle Francés, el “W Invernal” y el propio circuito “O” atraen a aficionados de todos los continentes.

Pero junto a esa popularidad, permanece la advertencia histórica: la Patagonia tiene uno de los climas más cambiantes del planeta. En el mismo día pueden coexistir sol, nieve, lluvia, viento huracanado y tranquilidad absoluta.

Los operadores locales insisten en que cada visitante debe estar preparado.

Eso incluye:

  • Equipamiento técnico adecuado para clima extremo.
  • Respetar cierres y alertas oficiales.
  • Planificar con operadores certificados.
  • No subestimar distancia ni tiempos de traslado.
  • No depender solo de apps o GPS para navegación.
  • Avisar rutas y horarios a personal del parque.
  • Evitar caminar solo en tramos de alta exposición.

La tragedia en el circuito O deja en evidencia que, aunque Magallanes ha profesionalizado su industria turística, la seguridad sigue siendo un desafío compartido entre autoridades, operadores y visitantes.

El parque seguirá siendo un imán para quienes buscan aventura en uno de los lugares más bellos del planeta. Pero también debe seguir recordando —a veces con crudeza— que la majestuosidad de Torres del Paine exige respeto, preparación y prudencia.

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