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Las claves del voto de Parisi: individualistas, de regiones y hombres en su mayoría Investigación

Las claves del voto de Parisi: individualistas, de regiones y hombres en su mayoría

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Claudio Pizarro Sanguesa
Por : Claudio Pizarro Sanguesa Periodista Unidad de investigación de El Mostrador.
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Parisi sorprendió con un inesperado tercer lugar y un electorado desconocido: hombres jóvenes de estratos socioeconómicos bajos, poco ideologizados y desconectados del sistema político. Su apoyo se consolidó en comunas rurales, con presencia limitada del Estado y fuerte desconfianza institucional.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
En las recientes elecciones, Franco Parisi sorprendió al obtener un inesperado tercer lugar, revelando un electorado desconocido: principalmente hombres jóvenes de estratos socioeconómicos bajos, poco ideologizados y desconectados del sistema político. Su apoyo se consolidó en comunas rurales y pequeñas, donde la presencia del Estado es limitada y hay una fuerte desconfianza institucional.
Desarrollado por El Mostrador

Después del estallido social del año 2019, hay una frase que se instaló en el espacio público para explicar aquello que estaba frente a nuestras narices, pero que fuimos incapaces de observar, pese a las evidentes señales repartidas por todos lados. “No lo vimos venir”, fue la explicación que se repitió incesantemente, buscando interpretar el descontento social una vez instalado en las calles.

Desde entonces, cada vez que un fenómeno irrumpe sin haberlo dimensionado previamente, la frase vuelve a cobrar sentido como un extraño déjà vu. Eso fue lo que pasó en las últimas elecciones presidenciales, cuando todas las encuestas daban por muerto electoralmente a Franco Parisi y este terminó obteniendo un expectante tercer lugar, apenas cuatro puntos porcentuales menos que José Antonio Kast.

Para los analistas, no solo fue la gran sorpresa de las elecciones, sino que de inmediato sus votos se transformaron en un preciado botín de cara al balotaje del próximo 14 de diciembre, aunque el líder del Partido de la Gente (PDG) aseguró que no firmaría un “cheque en blanco”. A partir de entonces, los esfuerzos se concentraron en descifrar las razones de su alta votación e interpretar a ese desconocido electorado que ningún estudio preliminar supo o pudo descifrar.

Con casi un 20% de las preferencias –equivalente a 2.552.649 votos–, los electores de Parisi han comenzado lentamente a mostrar su rostro. Hoy existen ciertos datos que permiten perfilar su fisonomía: se trataría preferentemente de personas de estrato socioeconómico bajo, que desaprueban mayoritariamente el actual Gobierno, sin una posición política definida y con un porcentaje importante de apoyo fuera de los núcleos urbanos.

A medida que la lupa se concentra, según diversos análisis, los antecedentes van siendo aún más específicos. El segmento de votantes de Parisi oscilaría entre los 25 y 45 años, serían preferentemente hombres, activos digitalmente, desconfiados de las instituciones, con trabajos independientes e informales y concentrados en el conurbano o en zonas rurales. Un voto invisible que se mantuvo oculto, entre otras cosas, debido a la reticencia del segmento a contestar las encuestas.

Más rural, menos centralista

Se trata de una “regularidad poco descrita”, dice el sociólogo y director de Feedback Research, Juan Pardo, respecto a las votaciones que obtuvo Franco Parisi en comunas más bien pequeñas o medianas, alejadas de los grandes centros urbanos. “Hay como cuatro o cinco segmentos bien particulares o grupos de comunas que yo diría que es como el núcleo duro del voto Parisi, que son básicamente las comunas del Norte Grande, norte minero, altiplano y corredores rurales y cordilleranos, pero también hay sectores del Bíobío y Coquimbo, donde también penetra el voto Parisi”.

Según Pardo, este voto duro a favor del candidato del Partido de la Gente es muy fuerte en comunas de carácter fronterizo y vocación minera, con altas “tasas de informalidad laboral, una importante inmigración interna y, sobre todo, una población joven móvil”. “La distancia respecto de los centros administrativos regionales parece indicar que ahí es más fuerte el voto Parisi y es probable que esto tenga que ver con la ausencia del Estado o, al menos, la ineficacia de él en estos lugares”, agrega.

Las cifras apuntan que Parisi obtuvo un 14% en Santiago y un promedio de 27% en regiones. Esta estadística para Carlos Navarrete, director de Inteligencia Artificial Streamdata e investigador Núcleo Milenio Mepop, representaría un fraccionamiento en las dinámicas de elite. “Es particularmente un fenómeno de desafección en torno a por qué los recursos llegan a Santiago y no a las zonas más rurales o alejadas del centralismo. Está este discurso, muy targeteado, sobre regiones que producen recursos, como Antofagasta, pero que otros se los quieren llevar”, explica.

Es una tendencia muy parecida a lo que sucede en Estados Unidos o Europa, agrega Navarrete, donde las capitales votan muy distinto a las regiones o zonas aledañas. “Entonces, tienes voto en grandes ciudades a favor de Jara, pero en las comunas de distintas regiones prevalece el voto hacia Kast o Parisi. Es una población aburrida de la postergación histórica de los territorios”.

Para el investigador y cientista político Miguel Torres, la ausencia del Estado en zonas rurales es un factor determinante. “La gente entiende que el Estado no ha estado presente, a diferencia de las grandes zonas urbanas, donde sí hay proyectos que se están realizando, pero que en comunas rurales no se ven o son muy pequeños. Siguen teniendo caminos de tierra, en algunos lugares no hay alcantarillado. Por eso, el voto de Parisi se volvió, en su mayoría, eminentemente rural”, explica.

Sectores bajos, menos ideologizados

Según el perfil de votantes de Franco Parisi, elaborado por Activa Research, estos provendrían de los segmentos socioeconómicos D y E, con acceso limitado a bienes e ingresos muy bajos, quienes representarían el 65,6% del total de votos emitidos a favor del candidato del Partido de la Gente.

Si hay algo que reflejaría la tendencia de votos a favor de Parisi en sectores menos acomodados o derechamente pobres, según el sociólogo Juan Pardo, es que “se trata en verdad de gente poco interesada en la política y totalmente descreída de la oferta”, analiza.

Es población masculina, básicamente sub-40, y de nivel socioeconómico bajo o medio precario; es decir, gente que tiene probablemente empleos informales o de bajo sueldo, que sueña con tener más plata en el bolsillo y por eso la oferta de Parisi le suena tan bien, como la idea de eliminar los impuestos a los medicamentos, que para gente que vive al día significa, claramente, una expectativa de mejor calidad de vida”, asegura.

Para Navarrete, si bien el seguidor de Parisi no es ideológico, tiene una preconcepción del mundo bastante clara. Se trata de un votante –afirma– “que no está muy preocupado de política en su día a día, pero sí por sus condiciones económicas en el futuro, que entiende pueden venir muy cuesta arriba, por eso le interesa eliminar el IVA a los medicamentos y qué va a pasar con el acceso a la vivienda propia. Parisi fue uno de los pocos candidatos, de hecho, que habló de la economía del país, mientras todo el resto lo hacía de delincuencia”.

Precisamente esta perspectiva económica, apunta el investigador Miguel Torres, reflejaría cierto grado de aspiracionalidad que hizo eco en algunos segmentos de la población, a propósito de las referencias de Parisi a los mineros y la posibilidad de comprarse una camioneta más grande y “enchular a la vieja”. “Tiene que ver con un individualismo pospandemia, que percibe que los logros son debido al esfuerzo, porque la gente quiere consumir sin culpa, y ahí Parisi llegó con un discurso sencillo, sin trancas valóricas, a diferencia de muchas izquierdas que se sienten culpables”.

Comunidades digitales

Aunque todavía no existe certeza total, los analistas se inclinan a creer que la fortaleza de Parisi en comunas pequeñas se debe a que muchos medios tradicionales no llegan a estos lugares. “Es muy difícil que algunos de estos medios lleguen a alguna comuna del interior, pero la gente sí está conectada a internet, entonces yo creo que lo que ha construido Parisi es una fuerte comunidad digital y, probablemente, cada uno de estos seguidores replica el contenido en sus propios ámbitos locales o familiares”, asegura Juan Pardo, director de Feedback Research.

El uso de las redes sociales, si bien fue compartido por todos los candidatos presidenciales, según el investigador Miguel Torres, en el caso de Parisi pudo llegar con un discurso efectivo a la gente. “Pese a que a ratos parece un discurso sin sentido, como en el caso de realizar actividades de tuning alrededor de La Moneda, logra llegar a la gente y eso se replica muy rápido en redes sociales, no a través de noticieros o en los diarios”.

La campaña digital de Parisi, además, agrega Carlos Navarrete, buscaba otras alternativas de interacción con los eventuales electores. Respecto del discurso sobre la reducción de sueldos en el sector público, la candidatura ofrecía –apelando a la meritocracia– que la gente enviara sus currículums a la página Nomasapitutados.

En vez de pedirte apoyar su programa, Parisi solicita que le envíes un currículum para trabajar en el Estado y así poder reclutar a los mejores. Todo, en el marco de la lógica de la meritocracia y de bajar los sueldos más altos en la administración pública. Es una mirada que apunta a hablarles directamente a las personas, convocándolas a entregar sus datos, para constituir el primer Gobierno sin pitutos, en la línea contraria a la denominada élite corrupta”, puntualiza Navarrete.

Menos educación, más religión

A diferencia de las comunas con mayor proporción de población con más educación, que se inclinaron por Evelyn Matthei y Jeanette Jara, aquellas con menor nivel educacional votaron por Kast y Parisi. “Las comunas donde predomina la educación básica exhiben una fuerte inclinación hacia José Antonio Kast y, en menor medida, a Franco Parisi. La relación inversa con Matthei y Jara es clara: su votación es muy baja en estas comunas. La variable ‘básica’ captura fracturas territoriales profundas entre Chile urbano y rural”, señala un estudio elaborado por el investigador Miguel Torres.

En las comunas con mayor proporción de personas sin educación formal, también prevalece el voto a Franco Parisi y José Antonio Kast. Se trata de áreas rurales extremas, con pueblos pequeños y algunos cordilleranos, donde impera un “electorado más aislado del sistema político tradicional y pesan factores como acceso estatal limitado, pobreza y religiosidad”, detalla el estudio elaborado por Torres.

En cuanto a la variable religiosa, se constata que, respecto de los electores de Parisi y Kast, cuyas votaciones se asocian de forma consistente con comunas de alta presencia evangélica –varias de ellas ubicadas en la Región del Biobío, como Los Álamos, Curanilahue y Lota–, existe “un peso territorial muy marcado del protestantismo evangélico, especialmente en el sur y zonas rurales, como un factor importante para explicar el apoyo a candidaturas de derecha y populismo conservador”, argumenta Torres.

“La geografía del voto evangélico coincide con zonas rurales, pobres y conservadoras del Biobío y La Araucanía, lo que refuerza el patrón socioterritorial del voto de Kast y Parisi”, concluye el investigador.

Outsiders y sin preferencias políticas

De los electores que votaron por Franco Parisi, un 69,5% declara no poseer una posición política preferencial, según un estudio de Activa Research. Esta desafección, asegura Pardo, es probablemente el principal rasgo del electorado de Parisi: “Es gente que vive lejos de los centros administrativos, en lugares con una débil presencia partidaria y con una escasa o nula movilización tradicional”.

Son personas que no están acostumbradas a hacer protestas, ni nada de ese estilo, se trata más bien de outsiders desconectados del sistema político, con altísima desconfianza en las instituciones, en los políticos, en los medios de comunicación y también en las encuestas”, apunta Pardo.

Es por esta razón –agrega– que las encuestas “no los vieron venir con tanta fuerza”. “Lo que pasa es que las encuestas muy pocas veces van a las comunas pequeñas a buscar información, por un problema de costos o porque no hay bases de datos, ni de teléfono, ni de correo electrónico, entonces uno tiende a autorrepresentar la información regional a partir de las cabeceras provinciales o regionales y deja de lado a estas comunas pequeñas o intermedias, donde, como vimos ahora, el voto Parisi es altísimo”, explica.

Otra factor que se percibe en los votantes de Parisi es su evidente rechazo al Gobierno de Boric, quien alcanza un 73% de desaprobación en este segmento. “El discurso populista de Parisi caló muy hondo en la gente que desaprueba el Gobierno de Boric, aquellos que no quieren más pitutos, que les cuesta llegar a fin de mes y que buscan soluciones más allá de una discusión ideológica”, plantea Carlos Navarrete.

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