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Vacaciones de invierno: una oportunidad clave para controles médicos y dentales infantiles Niñez

Vacaciones de invierno: una oportunidad clave para controles médicos y dentales infantiles

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El receso escolar ofrece una ventana ideal para cuidar la salud de niños y niñas sin interferir en su aprendizaje. Expertos recomiendan aprovechar este periodo para establecer chequeos médicos regulares, especialmente en salud bucal, donde las cifras siguen siendo preocupantes en Chile.


Más allá del descanso, las vacaciones de invierno representan una oportunidad estratégica para que padres y cuidadores prioricen los controles médicos infantiles, incluyendo chequeos generales y dentales. Según especialistas, aprovechar el receso escolar para estas visitas permite establecer rutinas de salud sin interferir con las clases ni con el rendimiento académico.

Uno de los ámbitos que más preocupa a los expertos es la salud bucal infantil en Chile, que presenta cifras alarmantes. Datos oficiales indican que a los 2 años, un 17,5% de los niños ya presenta caries y que a los 4 años la cifra supera el 50%. La llamada caries temprana de la infancia —que afecta a menores de seis años— se ha transformado en un serio problema de salud pública, no solo por su alta prevalencia, sino por las dificultades terapéuticas que implica a tan corta edad.

Esta alarmante prevalencia subraya la relevancia de adoptar medidas de control periódicas, sobre todo considerando que cuidar los dientes desde la infancia trae beneficios para toda la vida. La prevención es el pilar fundamental para evitar las caries y otras enfermedades bucales y esta responsabilidad recae directamente en los cuidadores, señala la doctora Valentina Fernández, odontopediatra de la clínica Mora Pavic.

Prevención desde la infancia

La especialista enfatiza que la prevención es el pilar fundamental para evitar enfermedades bucales como la caries y que esta tarea recae principalmente en los adultos responsables del niño. “Mantener una alimentación baja en azúcares y asegurar un cepillado dental minucioso son hábitos esenciales que deben cultivarse y conservarse durante todo el año, no solo durante las vacaciones”, asegura Fernández.

Durante el receso invernal, donde las rutinas cambian, los expertos recomiendan mantener el cepillado como un hábito familiar, incluso haciéndolo entretenido mediante canciones o juegos. También se sugiere limitar el consumo de alimentos azucarados y, si se van a consumir, hacerlo preferiblemente junto con una comida principal y no repartidos durante el día. Esto reduce los constantes ataques ácidos al esmalte dental, que elevan el riesgo de caries.

Más allá de lo dental

El impacto de una mala salud bucal va más allá del dolor. Este puede afectar el desarrollo del lenguaje, la alimentación e incluso la autoestima del niño. Por eso, la Asociación Americana de Odontología Pediátrica (AAPD) recomienda que el primer control dental se realice a partir de los 6 meses de vida o tan pronto como erupcione el primer diente.

Bajo ese contexto, las visitas periódicas al odontopediatra —al menos dos veces al año— son fundamentales durante el crecimiento, ya que en estas etapas se producen múltiples cambios que pueden afectar la salud oral.

Además del cuidado bucal, las vacaciones de invierno también son propicias para realizar controles médicos generales, incluyendo revisiones pediátricas, oftalmológicas o auditivas. Estas evaluaciones pueden ayudar a detectar a tiempo condiciones que interfieren con el aprendizaje, el desarrollo físico y la calidad de vida del niño o niña.

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