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Psoriasis y sus mitos: una enfermedad crónica no contagiosa con factores genéticos y emocionales Salud

Psoriasis y sus mitos: una enfermedad crónica no contagiosa con factores genéticos y emocionales

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Especialistas aclaran los mitos sobre esta enfermedad inflamatoria de la piel. Aunque tiene predisposición genética, factores como el estrés, el tabaquismo y ciertos medicamentos pueden desencadenar sus brotes.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que no es contagiosa y tiene un fuerte componente genético e inmunológico. Puede desencadenarse por factores como el estrés, el tabaquismo o ciertos medicamentos. Especialistas destacan la importancia del diagnóstico precoz, los tratamientos modernos —incluidos los biosimilares— y los cambios en el estilo de vida para controlar los brotes. Educar y derribar mitos es clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Desarrollado por El Mostrador

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta la piel, pero cuyo impacto va mucho más allá de lo físico. Afecta a hombres y mujeres de igual manera, es más habitual que se manifieste entre los 30 y 50 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.

En esta patología una alteración del sistema inmunológico provoca un recambio acelerado de la piel y se manifiesta generando placas rojas con escamas en la superficie de la piel que pueden picar, arder y aparecer en distintas partes del cuerpo. La psoriasis en placa (o psoriasis vulgar) es la más frecuente en todo el mundo y puede afectar principalmente codos, rodillas y cuero cabelludo. Aunque su apariencia puede ser llamativa, es fundamental entender que la psoriasis no es contagiosa.

En el marco del Mes de la Psoriasis, es crucial aclarar ciertas creencias que pueden perjudicar a los pacientes, así como demorar la consulta con un especialista. “La psoriasis no es contagiosa. Es un mito que probablemente se debe al aspecto de las lesiones, en el sentido que pueden confundirse con enfermedades infecciosas que no se relacionan con la psoriasis, y al desconocimiento de la enfermedad por parte de las personas”, explica Daniela Armijo, dermatóloga de Clínica Dermacross.

En cuanto a si se trata de una patología hereditaria, la especialista afirma que, si bien tiene predisposición genética, lo que significa que quienes tienen familiares con psoriasis presentan mayor probabilidad de desarrollarla, esto no garantiza que aparezca la enfermedad. “Para que se presente la patología, además de la mutación en los genes, se tienen que sumar otros factores como estrés, infecciones, estilos de vida como el tabaquismo y alcohol, daño a la piel como cicatrices o tatuajes, y ciertos medicamentos pueden desencadenar su aparición o provocar brotes”.

Respecto del diagnóstico, Armijo plantea que la mayoría de las veces es claro y solo basta el examen físico, aunque en algunos casos la psoriasis puede parecerse a otras enfermedades como dermatitis seborreica, tiña y dermatitis, entre otras, por lo que en ciertos casos puede ser necesario algún examen para el diagnóstico. Agrega que es posible su detección en forma precoz debido a la aparición de las lesiones características en la piel.

Al ser una enfermedad crónica, la psoriasis se caracteriza por tener periodos de brote (mayor intensidad de los síntomas) y periodos de remisión (menor intensidad). Explica que, si no se trata, lo más probable es que siga su curso habitual con periodos de brotes, mientras que, si se accede a tratamientos, se puede mantener la enfermedad controlada. En ese sentido, plantea que existen tratamientos tópicos (productos aplicados directamente a la piel, como cremas, lociones, ungüentos); fototerapia y las terapias sistémicas a través de medicamentos orales, biológicos/biosimilares. Respecto de estos últimos, explica que son terapias modernas, que han sido creadas para actuar contra las principales moléculas involucradas en el desarrollo de la enfermedad. “Los medicamentos biosimilares corresponden a medicamentos que son similares al fármaco original, por lo que son terapias de alta efectividad, seguras, pero con un costo económico bastante menor que el original. Por lo tanto, son una gran ayuda en términos de mejorar el acceso a tratamientos”.

Para la especialista, los principales desafíos para que los pacientes puedan acceder a cobertura “son la incorporación de los fármacos de psoriasis en algún programa de cobertura económica garantizado por el Estado y seguros privados”.

La experta asegura: “La psoriasis impacta profundamente la calidad de vida, tanto en el ámbito físico como emocional. Es fundamental educar y generar conciencia para derribar mitos y promover espacios de apoyo a los pacientes. Hoy existen distintas alternativas de tratamientos que son eficaces y seguros que permiten controlar la enfermedad y reducir el riesgo de comorbilidades, pero es urgente mejorar el acceso a estas terapias para todos los pacientes”. en algún programa de cobertura económica garantizado por el Estado y seguros privados”.

Recomendaciones en estilos de vida

Considerando que el estrés es uno de los principales gatillantes de los brotes, la especialista entrega recomendaciones. “Existen técnicas de manejo del estrés con ayuda de profesionales de la salud, también técnicas de meditación como el mindfulness y, además, se pueden realizar actividades como hobbies o deporte que pueden ayudar a desconectarse y bajar los niveles de estrés”.

Otro cambio en el estilo de vida que puede mejorar los síntomas es una dieta sana y equilibrada, baja en azúcares, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados. Plantea que un buen ejemplo de dieta es la mediterránea que incluye vegetales variados, aceite de oliva, carnes magras y pescado.

Respecto de cómo afectan las estaciones del año en la psoriasis, afirma que tienen un impacto variable. “Algunos pacientes notan que empeoran en ciertas épocas del año, algunos en invierno, otros en verano y otros no ven diferencias. A nivel general, pareciera ser que en climas más fríos habría casos más severos de psoriasis, a diferencia de climas más soleados y húmedos”, comenta.

Agrega que la psoriasis puede afectar también las articulaciones generando artritis psoriásica, que se manifiesta con dolor e inflamación de distintas articulaciones del cuerpo.

En cuanto a recomendaciones para manejar el impacto emocional de vivir con psoriasis, expresa que “es importante buscar apoyo profesional (psicológico), pedir ayuda al dermatólogo tratante, apoyarse en familiares, amigos y otros pacientes como a través de asociaciones de pacientes. Asimismo, es relevante hacer ejercicio y llevar una vida saludable”.

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