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Estrés de fin de año en jóvenes: señales, riesgos y cómo proteger la salud del corazón Salud Crédito: Cedida

Estrés de fin de año en jóvenes: señales, riesgos y cómo proteger la salud del corazón

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El cierre del año escolar y universitario aumenta la presión emocional en jóvenes, generando síntomas como palpitaciones y ansiedad. Especialistas advierten que el estrés sostenido puede impactar la salud cardiovascular y llaman a adoptar hábitos de autocuidado y prevención.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El fin de año académico y social eleva los niveles de estrés en jóvenes, lo que puede generar palpitaciones, ansiedad y un mayor esfuerzo cardiovascular. Según especialistas, cerca del 35% de los jóvenes reporta síntomas significativos durante esta etapa. El sistema nervioso acelera el ritmo cardíaco en períodos de tensión, afectando directamente la salud del corazón. Dormir bien, evitar estimulantes, practicar actividad física, mantener una dieta equilibrada y aplicar técnicas de relajación son medidas clave para reducir riesgos y promover bienestar.
Desarrollado por El Mostrador

Con el cierre del año escolar y universitario, muchas familias enfrentan un período de alta tensión emocional y física. Las pruebas finales, los trabajos acumulados, las expectativas y los compromisos sociales de fin de año crean un escenario donde el estrés se convierte en un acompañante cotidiano. Aunque a menudo se percibe como algo pasajero o inofensivo, el estrés sostenido puede tener efectos reales sobre la salud cardiovascular.

“El estrés se puede manifestar con distintos síntomas, y en jóvenes lo más frecuente son las palpitaciones, esa sensación de que el corazón trabaja más rápido de lo normal, acompañada muchas veces por una sensación de falta de aire. Esto se transforma en un círculo vicioso, porque al ponerse más nerviosos, las palpitaciones aumentan y se sienten aún peor”, explica el médico Carlos Fernández, presidente de la Fundación SOCHICAR.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 35% de los jóvenes entre 15 y 24 años reporta haber experimentado síntomas de ansiedad o estrés significativo durante los últimos meses del año, coincidiendo con los períodos de exámenes, cierre de metas personales y aumento de actividades sociales.

“El ritmo cardíaco está dominado por el sistema nervioso autónomo, que cuenta con dos ramas: una que acelera la frecuencia cardíaca cuando percibimos peligro o estrés, y otra que la reduce cuando nos relajamos. En las épocas de mayor tensión, la primera domina, y el cuerpo se prepara como si estuviera frente a una amenaza real. Se envía más sangre a los músculos, se eleva la frecuencia respiratoria, y el corazón debe trabajar con mayor intensidad”, agrega el médico Fernández.

Recomendaciones para cuidar el corazón y manejar el estrés

El médico Fernández comparte algunas medidas simples pero efectivas para prevenir los efectos del estrés sobre el corazón:

Dormir lo suficiente: Mantener un horario regular de sueño ayuda a equilibrar las hormonas del estrés y favorece la recuperación del sistema cardiovascular.

Evitar el tabaco y el consumo excesivo de cafeína o alcohol: Estas sustancias pueden aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

Practicar actividad física regularmente: Caminar, trotar o andar en bicicleta al menos 30 minutos al día contribuye a liberar tensiones y fortalecer el corazón.

Mantener una alimentación equilibrada: Priorizar frutas, verduras, cereales integrales y alimentos ricos en omega 3 ayuda a reducir la inflamación y mejorar la salud arterial.

Aprender técnicas de respiración y relajación: Ejercicios de respiración profunda, meditación o yoga pueden reducir la frecuencia cardíaca y mejorar la respuesta del cuerpo al estrés.

Tomarse pausas y desconectarse: Dedicar tiempo para descansar, compartir con amigos o disfrutar de actividades recreativas es esencial para mantener el equilibrio emocional.

“El autocuidado no debe verse como un lujo, sino como una necesidad. El estrés forma parte de la vida, pero si aprendemos a reconocerlo y controlarlo, podemos proteger no solo nuestra mente, sino también nuestro corazón”, concluye el médico Carlos Fernández, presidente de la Fundación SOCHICAR.

Un cierre de año que exige más apoyo y prevención

La suma de evaluaciones finales, proyectos acumulados, actividades sociales y expectativas familiares convierte el cierre del año en uno de los periodos más demandantes para los jóvenes. Este ritmo intenso, que muchas veces se normaliza, puede desencadenar niveles de estrés que sobrepasan la capacidad de adaptación del organismo, afectando directamente el bienestar emocional y la salud del corazón. Frente a este escenario, se vuelve fundamental que familias, instituciones educativas y comunidades fomenten entornos de contención, faciliten el acceso a apoyo profesional cuando sea necesario y promuevan hábitos que contribuyan al equilibrio físico y mental. Priorizar el descanso, incentivar pausas activas, fortalecer la educación emocional y visibilizar los riesgos del estrés sostenido son acciones clave para que los jóvenes enfrenten este periodo con mayor protección y logren cerrar el año de manera más saludable y consciente.

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