
Desafíos en Cáncer de Mama 2025: la iniciativa que impulsa innovación para reducir brechas en Chile
En Chile, 12,5% de las mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida. La detección temprana mejora la sobrevida, pero la cobertura de mamografías es baja y desigual. Iniciativas tecnológicas y programas de innovación buscan revertir esta realidad.
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres en Chile. Según datos del Ministerio de Salud, 12,5% de las chilenas podría desarrollar esta enfermedad a lo largo de su vida. Cada año se diagnostican más de 5.000 casos en el país, una cifra que ha ido en aumento, de acuerdo al Observatorio Global del Cáncer.
La magnitud del problema es aún más grave cuando se considera que detectar la enfermedad en etapas tempranas aumenta de manera significativa las probabilidades de sobrevida. Sin embargo, en nuestro país los niveles de cobertura preventiva están muy por debajo de lo recomendado: solo un 38,6% de las mujeres entre 40 y 75 años afiliadas a Fonasa se realizó una mamografía en 2022, cifra muy lejana al mínimo internacional del 70%.
Acceso desigual
Uno de los factores más preocupantes es la desigualdad territorial en el acceso a mamógrafos y especialistas. Mientras en grandes ciudades los equipos suelen estar disponibles, en regiones rurales o apartadas el panorama es muy distinto. Las mujeres deben esperar meses para acceder al examen o incluso recorrer largas distancias hasta un centro de salud habilitado.
A esto se suman barreras estructurales: escasez de radiólogos para interpretar los resultados, retrasos en las garantías de atención (GES) y listas de espera que han crecido de manera dramática.
El temor al dolor del examen y la falta de información también contribuyen a que muchas mujeres posterguen o eviten el tamizaje, sumando un factor cultural y educativo al problema de acceso.

Crédito: El Mostrador.
Innovación tecnológica como aliada en la detección
Frente a este escenario, distintas iniciativas han comenzado a explorar alternativas complementarias a la mamografía. Una de ellas es Celbrea, un parche térmico aprobado por la FDA en Estados Unidos y por el ISP en Chile, que detecta diferencias térmicas superficiales en los senos, posibles señales de procesos inflamatorios o tumorales.
El dispositivo, indoloro y de bajo costo, se aplica en 15 minutos y entrega resultados inmediatos. Estudios internacionales indican que alcanza un 94% de sensibilidad y 96% de precisión.
Además de la tecnología, la articulación entre salud y emprendimiento se presenta como otro eje clave. En este sentido, destaca el programa “Desafíos en Cáncer de Mama 2025”, impulsado por Novartis en colaboración con el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, que busca soluciones innovadoras para reducir las brechas en tamizaje, diagnóstico y experiencia de pacientes.
En su sexta edición, la iniciativa convoca a startups, universidades y equipos de investigación de Chile y Latinoamérica a presentar proyectos que ya cuenten con validación técnica y que puedan tener impacto en la vida de las mujeres. Las postulaciones estarán abiertas hasta el 12 de septiembre de 2025 y los proyectos seleccionados accederán a mentorías, redes de contacto y apoyo para su implementación.
Un ejemplo de los frutos de esta iniciativa es SNIFF, dispositivo ganador de la edición anterior, que permite detectar bordes tumorales en tiempo real y de manera no invasiva, diferenciando entre tejido sano y cancerígeno a partir de gases emitidos por la piel cauterizada.
El desafío pendiente
A pesar de los avances tecnológicos y programas de innovación, la realidad sigue siendo alarmante. Las brechas de acceso, la desigualdad territorial y la falta de educación en salud preventiva siguen siendo obstáculos para salvar miles de vidas al año.
La combinación de estrategias —desde políticas públicas más robustas en tamizaje y diagnóstico, hasta la incorporación de nuevas tecnologías y el impulso a proyectos innovadores— aparece como el camino más prometedor.