
En el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual ¿qué pasa con el cine online?
Hoy el material audiovisual, más que una obra de arte que merece ser conservada, adquiere un sentido que trasciende a su realizador. ¿Pero qué ocurre con el patrimonio audiovisual online? Lo que interesa es la accesibilidad de contenidos patrimoniales diversos, y que la noción de patrimonio prima sobre el soporte y la técnica. Publicar los archivos a través de internet es parte de políticas patrimoniales.
La Unesco instauró, a partir del año 2005, el 27 de octubre como Día Mundial del Patrimonio Audiovisual. Su objetivo principal fue promover una toma de conciencia y sensibilización en torno a la salvaguarda y preservación de las imágenes en movimiento. Esta celebración es también promovida por la Federación Internacional de Archivos Fílmicos, FIAF, de la cual la Cineteca Nacional de Chile es miembro pleno.
Es preciso detenernos en el estrecho vínculo entre el patrimonio audiovisual, la identidad nacional y la memoria. Éste no solo involucra una representación de quienes somos, sino que contribuye a construir la imagen de nosotros los chilenos, en un proceso que no es cuestión de pasado, sino de presente y también de futuro. Por ello, la Cineteca Nacional de Chile no solo se suma a esta conmemoración, sino que propone una actualización del tema.
Para la Unesco, el patrimonio audiovisual es un testimonio con frecuencia único sobre el desarrollo económico, político y social, la evolución de la educación, el conocimiento científico, la diversidad de culturas de naciones y comunidades diferentes, y sobre la evolución de la naturaleza y el universo. Asimismo, destaca que su salvaguarda redunda en beneficio de la libertad de opinión y expresión, así como del derecho a la información.
Por otra parte, el estatus del cine como documento histórico ya ha sido instalado por Marc Ferro y otros autores desde los tempranos años setenta. Hoy el material audiovisual, más que una obra de arte que merece ser conservada o un producto de una industria cultural, adquiere un sentido que trasciende a su realizador, asumiendo una dimensión científica al constituir una valiosa fuente para los historiadores.
Pero es necesario preguntarse además sobre el patrimonio audiovisual on line, las políticas de acceso y la valoración del mismo, reflexionando sobre el propio concepto. Podemos entenderlo como conservación y transmisión del pasado, así como una construcción del presente. Lo que interesa es la accesibilidad de contenidos patrimoniales diversos, y que la noción de patrimonio prima sobre el soporte y la técnica. Publicar los archivos a través de internet es parte de políticas patrimoniales.
La Comunidad Europea ha promovido varios proyectos como el EUScreen; el Ina.fr o la asociatividad entre YouTube y el Instituto Luce en Italia. Como propone el doctor en Semiología Matteo Treleani, de la Universidad de Luxemburgo, esto sugiere la doble noción del patrimonio on line: el patrimonio como un conjunto de objetos que deben ser conservados para su salvaguarda en el tiempo y transmitirlo a futuras generaciones y, la segunda, más abstracta, como un proceso dinámico en evolución constante. La primera es la más común y, en materia audiovisual, se refiere a la preservación, luego la conservación implica la restauración y la salvaguarda, a fin de evitar su deterioro, considerando la fragilidad de los soportes que van desde el nitrato en los primeros tiempos (altamente inflamable) pasando por el celuloide que escasamente se proyecta en las salas, hasta los videos analógicos en formatos ya desaparecidos como el U-Matic, entre varios otros, que deben ser permanentemente migrados a soportes digitales, con el alto costo que ello implica. El problema de la obsolescencia es un lugar común en las instituciones que cautelan las imágenes en movimiento.
La conservación y difusión del patrimonio audiovisual debe ser una cuestión de Estado. La preservación del objeto físico en un depósito es fundamental, pero no es suficiente. Es necesario otorgarle un valor al patrimonio, difundirlo y asegurar su accesibilidad. En el caso del patrimonio cinematográfico, la interacción en la sala de cine es clave, el proceso de recepción en las condiciones para las que fue concebida la obra cinematográfica es una cuestión de presente, no de pasado nostálgico.
Mónica Villarroel M.
Directora Cineteca Nacional de Chile
Doctora en Estudios Latinoamericanos
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