El mejor examen de salud está en la fuerza de tus manos
Hola, ¿cómo estás? Ojalá muy bien. ¿Has probado cuánta fuerza tienes en tus manos? Me refiero al agarre, a la tensión con que tomas un objeto, aprietas una pelota antiestrés o saludas a alguien. Hay varios estudios que señalan que la disminución de la fuerza en las manos puede predecir un mayor riesgo de mortalidad y morbilidad, así como la diabetes tipo 2, la sarcopenia y los riesgos graves de la obesidad, entre otras afecciones.
- Aquí, un poco más abajo, te dejo el último estudio al respecto, centrado en el sobrepeso y la obesidad. Justo ayer se dio a conocer que la proyección de la obesidad en Chile para 2050 será de 87% de la población. Para el mundo se espera que sea de un 59%.
- Hasta agosto del año pasado, la española María Branyas –con 117 años– era la mujer más longeva del mundo. Un grupo de investigadores tomó diversas muestras biológicas para buscar luces que expliquen su larga vida saludable. En esta edición te invito a averiguar qué encontraron los estudios.
En Mito o Verdad, te dejo una buena noticia sobre la enfermedad hepática metabólica inducida por la dieta; en simple: el hígado graso.
- Esta enfermedad ha mostrado alteraciones en la memoria social y el procesamiento sensorial, acompañadas de disfunciones en el hipocampo, una región clave para la memoria y el aprendizaje, de quienes la padecen. Un experimento acaba de demostrar que el eje hígado-cerebro funciona: si se trata el hígado, mejora el cerebro.
Y por último, pero no menos interesante, un testimonio en primera persona del doctor y profesor de la Universidad de Stanford, George D. Lundberg, quien propone agregar a los ya conocidos signos vitales, que indican nuestro estado de salud, el número de pasos diarios que caminamos. Ve de qué se trata.
- Antes de comenzar, quiero invitarte a que compartas Efecto Placebo, así nuestra comunidad crecerá más cada día. Si aún no te sumas, o si alguien que te aprecia te compartió este boletín, te invito a que te Inscribas gratis, para que no te pierdas nuestros contenidos de salud y bienestar.
1
Apretón de manos: el mejor examen de salud

Foto de Bia Limova.
Cuando saludas formalmente a alguien, ¿te fijas cómo y cuánto aprieta tu mano? Puede que el desgano o euforia de ese saludo no signifique mucho para ti, pero hay líneas de investigación que señalan que un apretón de manos es uno de los exámenes físicos más certeros sobre el estado de salud de una persona. Un apretón más débil puede predecir una muerte cardíaca o el avance de los riesgos por obesidad, y un apretón fuerte puede ser útil para vaticinar la supervivencia al cáncer.
- La teoría en torno a predecir los riesgos de la obesidad ha ido ganando popularidad desde el año pasado, cuando se redefinió el índice de masa corporal (IMC) que determina el peso saludable. Luego, en enero pasado, una declaración de consenso publicada en The Lancet Diabetes & Endocrinology reconoció formalmente la obesidad como una enfermedad clínica, enfatizando los efectos perjudiciales directos de la adiposidad excesiva en el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Surgió, entonces, el concepto de “obesidad preclínica” para referirse al exceso de grasa corporal, aunque sin daños orgánicos o funcionales evidentes, pero que presenta un riesgo elevado de desarrollar en el futuro problemas de salud, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares o cáncer.
- Esta nueva definición trajo una polémica reclasificación de las personas con sobrepeso como obesas. Pero hoy no desarrollaré este tema. Volvamos a la fuerza del apretón de manos.
El índice de masa corporal (IMC) sigue siendo la métrica principal para diagnosticar la obesidad. Sin embargo, la crítica a este es que no diferencia entre grasa y masa magra, ni captura las variaciones en la composición corporal y distribución de la grasa.
- En consecuencia, las definiciones de obesidad basadas en el IMC pueden estimar de forma inexacta la adiposidad real, particularmente el exceso de acumulación de grasa.
- Por ejemplo, un estudio que utilizó absorciometría de rayos X de doble energía (DXA) mostró que la prevalencia de la obesidad determinada por el porcentaje total de grasa corporal fue notablemente mayor entre los adultos jóvenes y de mediana edad, en comparación con las definiciones basadas en el IMC. Por el contrario, los valores elevados de IMC entre los atletas reflejaron principalmente un aumento de la masa muscular en lugar de un exceso de adiposidad.
Con estos datos, un grupo de científicos decidió –basándose en la obesidad preclínica– medir el uso de la fuerza de prensión como método secundario para evaluar el riesgo en personas con un índice de masa corporal elevado.
- El estudio “Handgrip Strength and Trajectories of Preclinical Obesity Progression: A Multistate Model Analysis Using the UK Biobank” (“Fuerza de prensión manual y trayectorias de progresión de la obesidad preclínica: un análisis de modelo multiestatal utilizando el Biobanco del Reino Unido”), publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, planteó que mantenerse sano sería gracias a la masa muscular.
- Además, agregaron que la fuerza de prensión, como indicador de la masa muscular, podría utilizarse para predecir la transición de la obesidad preclínica a la obesidad con complicaciones, y de ese estado a la muerte.
Músculos versus grasas
Para comprobarlo recogieron datos de 93.275 participantes en el Biobank del Reino Unido. La obesidad preclínica se diagnosticó sobre la base de un índice de masa corporal elevado combinado con al menos una medida anormal entre la circunferencia de la cintura, como: la relación cintura-cadera, la relación cintura-altura o el porcentaje de grasa corporal, en ausencia de disfunciones inducidas por la obesidad. Estas personas fueron seguidas por una media de 13 años.
- Durante ese periodo de seguimiento, 53% de las personas participantes sufrió al menos una enfermedad relacionada con la obesidad. La mitad de ellas presentó al menos una segunda y, en general, algo menos del 10% de la población total falleció. El riesgo de muerte fue mayor entre las personas con enfermedades relacionadas con la obesidad.
- También se evaluó la fuerza de prensión máxima de ambas manos, utilizando un dispositivo (dinamómetro hidráulico de mano). Se tomó el valor medio y, a continuación, se dividió a los individuos en función de la fuerza de prensión y el sexo.
En el caso de los hombres, el tercil superior tenía una fuerza de prensión superior a 44 kg; en el caso de las mujeres, 26 kg.
- Al inicio del estudio, las personas con mayor fuerza de prensión eran más jóvenes, tenían un nivel educativo ligeramente superior y eran más propensas a tener empleo que sus pares más débiles.
- Desde el punto de vista bioquímico, tenían un nivel ligeramente inferior de hemoglobina glucosilada (A1c, una medida del control del azúcar en sangre) y de proteína C reactiva (una medida de la inflamación). También eran más propensas a realizar actividad física de forma regular. En general, eran más sanas desde el principio.
El equipo científico evaluó una serie de factores.
En primer lugar, se planteó la interrogante de si serían las personas con mayor fuerza de prensión menos propensas a pasar a la categoría de “primera disfunción”.
- Efectivamente, así sería. Las personas con una prensión firme tenían aproximadamente 20% menos de probabilidades de pasar de la obesidad preclínica a la clínica que las del tercil más bajo. También tenían 13% menos de probabilidades de morir en general.
El estudio no se detuvo ahí. Más de 6 mil de los pacientes del conjunto de datos también se sometieron a una densitometría ósea o una resonancia magnética. Ambas son superiores al índice de masa corporal en cuanto a evaluación de la composición corporal, pero la resonancia magnética claramente proporciona más detalles, ya que puede distinguir la masa muscular de otra “masa magra” que la densitometría ósea no puede.
- Ese detalle era importante, porque cuanto más músculo se veía en la resonancia magnética, menor era el riesgo de progresión de la obesidad preclínica a la clínica y menor era el riesgo de mortalidad en general.
- La fuerza de prensión estaba muy correlacionada con las medidas de masa muscular de la resonancia magnética, pero, lamentablemente, no da una medida de la fuerza de esa correlación. Aun así, esto señala sin duda que lo que en realidad se está captando con la fuerza de prensión es la masa muscular.
¿Por qué la fuerza de prensión?
- Porque es raro que alguien entrene su fuerza de agarre, lo que la convierte en una buena medida de la verdadera función muscular subyacente y de la salud metabólica.
Una limitación del estudio es que solo contó con personas con un índice de masa corporal elevado. El hecho es que hay muchas personas con exceso de adiposidad que, en realidad, tienen un índice de masa corporal normal o solo ligeramente elevado. La fuerza de prensión no resuelve todos estos problemas, pero es un buen comienzo.
2
Secretos de la mujer más longeva del mundo

Foto cedida.
¿Cuántos años debe tener una persona para ser considerada supercentenaria? Nada menos que más de 110 años. Pero aunque cada año se suman más y más personas, esta longevidad extrema continúa siendo excepcional. Por ello, determinar las características biológicas de las personas supercentenarias, la gran mayoría mujeres, puede aportar claves para el estudio del envejecimiento y la longevidad.
- Esto es lo que trató de abordar una colaboración internacional en una publicación en Cell Reports Medicine.
- El reporte entrega datos sobre el estudio de muestras biológicas de la supercentenaria española María Branyas, quien alcanzó la edad de 117 años y 168 días. Desde el 17 de enero de 2023 hasta el 19 de agosto de 2024, Branyas fue la persona más anciana de la Tierra.
El trabajo integró análisis de genómica, epigenómica, transcriptómica, metabolómica, proteómica y del microbioma, comparándolo con poblaciones de control adecuadas a cada una de estas aproximaciones.
- El estudio del genoma completo y de aspectos del transcriptoma (de células inmunes) y del proteoma (de vesículas extracelulares) mostró, entre otros hallazgos, una serie de variantes genéticas “raras” de potencial relevancia funcional en la longevidad de Branyas. La genómica en particular halló, incluso, variantes ausentes por completo en los grupos de control europeos seleccionados como referencia. Tampoco encontraron mutaciones patogénicas asociadas a una longevidad acortada.
Se encontraron indicadores que apuntaban a que Branyas tenía un metabolismo lipídico particularmente eficaz, y bajos niveles de inflamación. Además, conservaba la hipermetilación en secuencias de ADN repetitivas (que tiende a perderse con la edad), algo que habría contribuido a estabilizar el genoma, pudiendo protegerlo frente a la activación de secuencias que pueden producir diversas enfermedades, especialmente el cáncer.
- María Branyas mostraba signos de una composición microbiana intestinal diferencial, así como determinados marcadores inmunitarios que apuntaban a un fenotipo biológico más joven de lo esperable por su edad cronológica. Su sistema inmune, incluso mostrando signos de envejecimiento, permanecía funcional y bien regulado, presumiblemente ayudando a mantener alejadas infecciones, cáncer o disfunciones inmunes.
- La secuenciación completa del genoma identificó hasta 3,8 millones de variantes de nucleótido único en su genoma. De estas, se filtraron y anotaron las variantes consideradas “raras”, resultando en hasta 91.666 variantes de interés, que afectaban a 25.146 genes.
- En conjunto, los análisis funcionales revelaron un enriquecimiento en variantes raras en rutas clave relacionadas con la inmunidad, neuroprotección, metabolismo lipídico y homeostasis celular. Estas podrían haber contribuido al fenotipo de longevidad extrema observado.
Otros hallazgos señalan niveles extremadamente bajos de colesterol de tipo lipoproteína de muy baja densidad o VLDL y triglicéridos, mientras que el colesterol de alta densidad o HDL era muy alto. En fácil: el colesterol “malo” era bajo y el “bueno” o protector, muy alto. La anciana tenía también elevados niveles de colesterol libre en plasma, algo asociado con una buena salud y mayor supervivencia.
- A su vez, tenía bajos niveles de ácidos grasos saturados, colesterol esterificado, ácido linoleico y acetona en sangre, asociados a mayor mortalidad y peor salud. Los bajos niveles encontrados de marcadores de inflamación sistémica y riesgo cardiometabólico sugirieron una respuesta inflamatoria tanto de fase aguda como de bajo grado mínimas.
A pesar de todo ello, había indicadores de su avanzada edad y de un acercamiento al final de la vida. Entre ellos, la presencia de bajos niveles de los aminoácidos, y la elevada concentración de lactato y creatinina.
“Es sabido que los hábitos de vida juegan un papel importante en la salud. Son nuestra principal inversión para el futuro. Aunque una vida no saludable puede perjudicarnos a la hora de llegar a viejos, siempre hay una posibilidad de revertir sus efectos, al menos hasta cierto punto. Un ejemplo es el tabaco, el sedentarismo, las malas dietas o el dormir poco. Cuanto antes lo cambiemos, mejor”, declaró el primer autor del estudio, Dr. Eloy Santos, del Instituto Josep Carreras en España.
- Entre los hábitos de Branyas, se contaba la adherencia a la dieta mediterránea, incluyendo también el consumo diario de yogur. Factores como la dieta, es bien sabido, contribuyen a moldear la microbiota intestinal. Es tentador hipotetizar, por lo tanto, sobre la intervención dietética como una forma de contribuir a un envejecimiento más sano incidiendo sobre dicha microbiota.
Maria Branyas tenía una salud más propia de una persona mucho más joven. Utilizando hasta siete relojes epigenéticos, los investigadores llegaron repetidamente a la misma conclusión: su edad se estimó en hasta 23,17 años menos en edad biológica, frente a su edad cronológica.
- En el artículo de investigación se sugiere que no había un único proceso biológico o variante genética que explicara la longevidad y buena salud de la mujer. Se trataría más bien de un fenómeno multifactorial, en el que estaría actuando una combinación de variantes genéticas impactando sobre múltiples genes, vías y aspectos de su salud (inmunidad, cardioprotección, actividad cerebral, etc.). La influencia, adicionalmente, de su entorno y hábitos, completarían el cuadro, resultando, en conjunto, en una longevidad y salud excepcionales.
Añade el Dr. Santos unas reflexiones a futuro: “Cada vez sabemos más sobre el proceso de envejecimiento, y eso nos va a permitir desarrollar fármacos y estrategias que nos permitirán esquivar las causas y paliar sus efectos. Pero esto será gradual, primero veremos fármacos antienvejecimiento desarrollados específicamente para enfermedades concretas asociadas a la edad y, luego, su uso se extenderá para el tratamiento de otras enfermedades, hasta que sea de uso común para enlentecer o revertir el proceso de envejecimiento de toda la población”.
- Pero, entretanto, afirma: “De momento el único camino que podemos seguir todos para lograr vivir con buena salud y calidad de vida durante el máximo tiempo posible es el de los buenos hábitos. Para mantener una buena salud física y mental no debemos subestimar el poder de hábitos tan sencillos y baratos como dormir bien, hacer deporte, socializar y comer sano”.
3
Mito o Verdad: curar el hígado para sanar el cerebro

Foto de Towfiqu barbhuiya.
¿Sabes algo sobre el hígado graso? Yo tampoco sabía mucho, así que investigué y, en pocas palabras, es la acumulación de grasa en las células del hígado que puede dificultar su función.
- Hay dos tipos principales: la enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA), relacionada con la obesidad, diabetes y otros factores metabólicos, y la enfermedad del hígado graso por alcohol, causada por el consumo excesivo de esta sustancia.
¿Pero por qué escribir sobre este tema? Porque su diagnóstico –del no alcohólico– ha aumentado en nuestro país y acá te cuento sobre las novedades positivas.
- Resulta que un equipo de investigación multidisciplinario descubrió que las alteraciones hepáticas relacionadas con la enfermedad del hígado graso, asociada a la disfunción metabólica, pueden afectar la salud cerebral, causando directamente deterioros cognitivos y neurológicos, y que estos efectos pueden revertirse mediante una terapia dirigida exclusivamente al hígado.
- Los hallazgos, publicados en Science Advances, establecen la existencia de un eje hígado-cerebro que no solo es clínicamente relevante, sino también terapéuticamente utilizable.
El estudio, dirigido por la investigadora principal del Laboratorio de Enfermedades Hepáticas del CIC bioGUNE del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd), Carlos III National Health Institute en Madrid, María Luz Martínez-Chantar, y codirigido por la profesora asociada de Investigación de Ikerbasque en la Fundación Vasca para la Ciencia en Bilbao, Teresa Cardoso Delgado, demuestra que los modelos animales de enfermedad hepática metabólica inducida por la dieta muestran alteraciones en la memoria social y el procesamiento sensorial, acompañadas de disfunciones en el hipocampo, una región clave para la memoria y el aprendizaje.
- Lo más prometedor es que estas alteraciones se revirtieron al tratar el hígado con una innovadora terapia.
“Nuestro trabajo demuestra que el hígado graso y la inflamación hepática pueden afectar directamente al cerebro y al comportamiento. Esto abre una vía terapéutica completamente nueva: tratar el hígado para mejorar la función cognitiva”, explicó Martínez-Chantar.
- “Además, mostramos cómo las tecnologías de biología molecular de vanguardia y las terapias dirigidas pueden tener un impacto real en la función cerebral, combinando precisión y eficacia”, añadió Teresa Cardoso Delgado.
4
Testimonio: recuento diario de pasos es el quinto signo vital

Foto de Elina Sazonova.
Este es un relato de George D. Lundberg, profesor asociado de Patología, Investigación de Políticas de Salud de la Universidad de Stanford en California. En este el doctor señala que las frecuencias cardiaca y respiratoria han sido reconocidas como “signos vitales” durante muchos siglos. Asimismo, el control clínico de la temperatura corporal se generalizó a mediados del siglo XVII y la presión arterial se añadió a este conjunto alrededor de 1900, cuando los estetoscopios y los esfigmomanómetros se hicieron de uso común.
- Y aunque el dolor se ha promovido durante algunas décadas como el quinto signo vital, nunca se ha establecido como tal, en parte porque el dolor es un síntoma, no un signo objetivamente medible.
Con esta introducción, comenzamos a continuación el relato del académico, donde propone que el conteo diario de pasos se añada como el quinto signo vital.
¿Por qué la proposición? Vamos por su respuesta:
- Si definimos vital como absolutamente necesario, indispensable y esencial, entonces el pulso y la respiración constituyen una categoría aparte: o estás vivo o estás muerto. Si definimos vital como importante, decisivo y significativo, entonces contar los pasos encaja –al igual que la temperatura y la presión arterial– como indicador vital de salud.
- Los cuatro signos vitales tradicionales son universalmente aceptados como valiosos para el control de la salud. Reconocer cambios en estos signos proporciona una sensibilidad útil para detectar enfermedades subyacentes, pero, por sí solos, son inherentemente inespecíficos.
- Ahora, gracias a la precisión y el uso generalizado de monitores portátiles, el recuento diario de pasos cumple con el estándar para ser considerado el quinto signo vital.
Una serie de funciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas normales deben coordinarse para lograr una marcha exitosa. Medir el número de pasos diarios puede ayudar a controlar la funcionalidad de:
- Médula espinal y nervios periféricos sensitivos y motores de las extremidades inferiores.
- Huesos, articulaciones, cartílagos, tendones, ligamentos e, incluso, bursas de la mitad inferior del cuerpo.
- Gasto cardíaco y permeabilidad de las arterias coronarias y periféricas.
- Sistema vestibular y propiocepción para el equilibrio.
Cambios significativos en cualquiera de los elementos mencionados pueden afectar el recuento diario de pasos. Por lo tanto, un recuento bajo de pasos es un indicador muy sensible de que algo no anda bien.
Manejo de objeciones
- Algunos críticos objetarán la inclusión del recuento de pasos entre los signos vitales debido al fuerte componente voluntario de este conteo. Sin embargo, esto representa una ventaja, ya que el recuento de pasos también puede servir como indicador de bienestar psicológico, reflejando el estado mental, la motivación, la resistencia, el estado de ánimo y la actitud. ¿Qué tan importantes son todos estos factores?
También se puede argumentar que los cuatro signos vitales representan estados involuntarios y, por lo tanto, son objetivos. Esto es parcialmente cierto, salvo que el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial pueden verse afectados por acciones, situaciones y circunstancias individuales. Por consiguiente, la subjetividad del conteo de pasos tampoco debería ser un factor de descalificación.
- Para cualquier nuevo signo vital, sería necesario establecer rangos de referencia para diversos datos demográficos. Sin embargo, considerando que muchas bases de datos ya contienen una colección de mediciones reales, debería ser relativamente fácil definir rangos de referencia o valores normales.
Experiencia personal
- En 2019 escribí un artículo sobre cómo envejecer con vitalidad. Como médico de edad avanzada que escucha a su cuerpo y desea evitar la fragilidad, llevo años utilizando las caminatas diarias como motivación y para llevar un control de mi salud, siempre con un reloj inteligente Fitbit de última generación. Desde 2018, tengo acceso inmediato a mi recuento de pasos diario, semanal, mensual y anual.
Como se imaginarán, mi vida entre los 85 y los 92 años estuvo marcada por diversas enfermedades, algunas de ellas graves. Al recordar ese período, me doy cuenta de que la sensibilidad de mi recuento diario de pasos para detectar cualquier enfermedad era tan buena como la de los cuatro signos vitales.
- Además, como indicador integrado de múltiples sistemas corporales, las variaciones en el recuento de pasos podrían ofrecer un criterio más prometedor para un algoritmo de diagnóstico que cualquier otro signo vital. El recuento diario de pasos ofrece una alta sensibilidad y es un marcador fácilmente accesible.
Retrocedamos un paso, cuatro signos vitales; demos paso al número cinco: recuento diario de pasos.
Aquí finaliza otra entrega de Efecto Placebo, espero que haya sido de tu agrado. Recuerda que si tienes algún comentario, duda o información que quieras compartir, puedes escribirme a efectoplacebo@elmostrador.cl.
Inscríbete gratis en Efecto Placebo el newsletter de salud de El Mostrador. Cada jueves te informaremos sobre las últimas investigaciones, terapias, avances en medicina y las claves para alcanzar el bienestar.