
La batalla final entre Evelyn y Kast
El fuego cruzado debería ir subiendo el tono entre ambos candidatos en las semanas que restan para el 16 de noviembre. Veremos si Evelyn es capaz de darle alcance, así como si José Antonio es capaz de eludir las entrevistas y explicar cómo logrará cumplir con las promesas.
Queda apenas un mes y cuatro días para las elecciones del 16 de noviembre. Y solo pareciera haber un dato claro: Jeannette Jara debería pasar a segunda vuelta. El oficialismo y la figura del Presidente Boric le aportan un sólido y leal 30%, de acuerdo con todos los sondeos de opinión pública. El Mandatario se ha mantenido en un rango de 32%-28%, siendo 26% su performance más baja en los últimos 12 meses, según Cadem. Solo hay que recordar que su antecesor, Sebastián Piñera II, a fines de 2020 alcanzó 9% y culminó su período con 26%.
Por supuesto que para la candidata del oficialismo no basta con pasar a segunda vuelta. En caso de llegar primera y sacar una distancia importante con quien le sigue, se le abren algunas esperanzas para el balotaje. De rematar segunda, ni hablar. Eso significaría que no tendría ninguna opción de llegar a La Moneda.
En la práctica, los comicios de noviembre se han convertido en una verdadera primera vuelta para los cuatro candidatos de la derecha. Por ahora, y pese a la baja progresiva –aunque no pronunciada– de JAK, el republicano tiene la primera opción de estar en la papeleta en diciembre. Evelyn aún se mantiene a una distancia importante del ex-UDI, de entre 7 y 9 puntos, y Kaiser disputa el cuatro lugar, a punta de ataques y mensajes cruzados con Parisi.
Si tomamos los sondeos de las últimas semanas, la simple matemática nos indica que la derecha debería, teóricamente, ganar la elección. Es un tema de sumatoria. Entre sus cuatro representantes hacen alrededor de 55% a 60%. Una cifra que, de trasladarse a la votación, significaría que el sector podría derrotar al oficialismo por un margen igual o superior a aquel con que Boric le ganó a JAK en 2021, es decir, 56.87%. ¿La diferencia en esta ocasión? Ahora el voto es obligatorio y eso puede traer más de una sorpresa.
Por tanto, el 16 de noviembre la contienda más dura –y sabrosa– estará en la derecha, tanto por la presidencial como por la distribución de fuerzas en el Parlamento. Y no es cualquier batalla. Detrás de quien pase al balotaje comenzará a configurarse el nuevo mapa del sector. Después de varias décadas en que Chile Vamos –antes Alianza por Chile– mantuvo una clara hegemonía, hoy la disputa está por el tipo de derecha que ofrecen al país.
Por ahora, todo parece indicar que estamos frente a una evolución hacia posiciones extremas e intransigentes, ultraconservadoras y reivindicadoras del autoritarismo, con dictadura incluida. Tanto es así que el eje republicano/liberal de JAK y Kaiser hacen ver a la UDI –otrora el partido extremo del sector– como de centro. De hecho, Fernando Villegas afirmó la semana pasada que Evelyn Matthei era candidata de la “centroizquierda”.
Como hemos analizado en columnas anteriores, lo cierto es que después de las interminables decisiones erráticas y larga confusión del comando de la exalcaldesa, hace menos de un mes la campaña de Matthei encontró recién el rumbo. Alejándose de las posiciones extremas, las aspiraciones refundacionales y las críticas destempladas hacia el Gobierno, Evelyn apostó por la reivindicación de la centroderecha, entendiendo que su espacio no era el de la dupla Ka-Ka y su oferta al país se vinculaba a la capacidad de darle gobernabilidad.
Este giro radical se puede expresar con la frase “Chile no se cae a pedazos” que levantó la candidata en las últimas semanas, lo que contrasta con su propio relato de hace unos meses y el diagnóstico implacable de Kast y Kaiser, que presentan a Chile en un estado de crisis total –lo han denominado en “emergencia”–, pese a las cifras macroeconómicas que indican lo contrario.
Como hemos constatado en el último mes, el tono duro, las descalificaciones y la confrontación parecen haberse apoderado de la campaña. Y así como la semana pasada el round fue entre Parisi y Kaiser, seguido de la provocación de Boric a JAK, que obligó al republicano a salirse del libreto y hacer recordar al candidato de 2021, en los últimos días hemos podido observar cómo la exalcaldesa decidió jugarse el todo por el todo y salir a enfrentar a su rival directo, José Antonio Kast. La verdad es que es la única alternativa que tiene para aspirar a pasar a la segunda vuelta.
Recordemos que la pugna entre JAK y Evelyn se arrastra desde que la exalcaldesa denunció a cercanos al republicano de crear una campaña para desprestigiarla en redes, incluyendo una “asquerosa” –como la tildó– estrategia para dar a entender que ella sufría de problemas de salud mental. En ese momento y pese a la gravedad de lo denunciado, la candidata optó por bajar los decibeles iniciales en que lo amenazó con querellas.
Kast nunca se hizo cargo del tema, negando toda responsabilidad en los hechos. La duda quedó flotando en el aire, principalmente por el desistimiento de ella. Lo cierto es que, cuando se analice el resultado final, este habrá representado un factor clave en caso de que Evelyn no llegue a la segunda vuelta.
Pasaron más o menos dos meses desde ese episodio, cuando el comando de Matthei entendió que debía subir al ring a JAK si aspiraba a alcanzarlo. El tiempo dirá si fue muy tarde el contrataque. Primero, desde la candidata y su equipo económico cuestionaron el sentido de realidad del recorte de 6 mil millones de dólares propuesto por Kast.
Aunque, en el sprint final, Matthei entró a enfatizar aspectos ideológicos de fondo, como cuando la semana pasada advirtió que un gobierno del republicano podría significar un retroceso en los derechos de las mujeres. En su entorno, además de cuestionar a Kast por los temas de género, salieron a advertir que el candidato de la extrema derecha está eludiendo el debate, escondiéndose de la prensa.
Ximena Rincón, de hecho, lo emplazó a asistir a un encuentro de ChileMujeres, que Kast desechó. Luciano Cruz-Coke también aprovechó la oportunidad para provocar a JAK, ironizando que no entendía cómo sería capaz de enfrentar el crimen organizado si se asustaba de encarar a la prensa.
Kast recibió el golpe y contratacó burlándose por el apoyo que recibió de Matthei en segunda vuelta el 2021 y fue más allá: “¿Estoy hablando con la misma que estaba dispuesta a que yo le administrara los bienes?”. Evelyn le respondió de inmediato, junto con lamentar que JAK no fuera capaz de disculparse por la campaña “asquerosa” en su contra, a lo que José Antonio replicó, señalando que, si ella necesitaba recibir disculpas, lo haría, con una evidente ironía y sin reconocer el hecho.
Así las cosas, el fuego cruzado debería ir subiendo el tono entre ambos abanderados en las semanas que restan para el 16 de noviembre. Veremos si Evelyn es capaz de darle alcance y Chile Vamos no se sigue desangrando, así como si José Antonio es capaz de eludir las entrevistas y explicar cómo logrará cumplir con las promesas que ha hecho durante la campaña.
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