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Pensar en acción: el legado vivo de Francisco Varela

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Por: Luis Andrés Villalón


Señor Director:

Este, 7 de septiembre, recordamos el nacimiento de Francisco Varela, biólogo, neurocientífico y filósofo chileno cuya obra, a más de veinte años de su partida, sigue iluminando debates urgentes de nuestro tiempo.

Varela nos legó junto a Humberto Maturana la teoría de la autopoiesis, pero también una visión aún más provocadora y actual: la enacción. En ella, la mente no es un mero procesador de información desconectado de su entorno, sino una experiencia situada, encarnada y profundamente relacional. Dicho de otro modo, no pensamos desde fuera del mundo: pensamos y existimos en acción con él.

Hoy, cuando la inteligencia artificial se expande a un ritmo vertiginoso, las ideas de Varela adquieren una fuerza renovada. Frente a modelos que reducen la cognición a datos y algoritmos, su enfoque nos invita a repensar la relación entre mente, cuerpo, tecnología y sociedad. La enacción abre una pregunta ineludible: ¿qué significa construir sistemas inteligentes si no consideramos su interacción con el entorno humano, cultural y ético en el que operan?

En un país que busca ponerse al día con la revolución tecnológica, el pensamiento de Varela debería inspirarnos a ir más allá del entusiasmo acrítico. Integrar su legado significa promover una ciencia con conciencia, capaz de dialogar con la filosofía, la educación y hasta con tradiciones contemplativas como el budismo, que él mismo valoró.

Honrar a Francisco Varela hoy no es solo recordar a un gran científico chileno. Es asumir el desafío de construir un futuro en que el conocimiento no esté separado de la ética, y donde la innovación tecnológica esté al servicio de una vida más plena, consciente y humana.

Luis Andrés Villalón, Científico Ciencias Cognitivas

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