Prohibición de acceso a redes sociales en menores
Señor director:
Recientemente, Australia aplicó la primera prohibición mundial de acceso a redes sociales para menores de 16 años. Aunque a primera vista puede parecer una buena noticia, e incluso entusiasmar a algunos a querer replicarla, conviene mirar con más detalle el problema y los efectos posibles.
La medida busca hacer “algo” para proteger a niños, niñas y adolescentes de contenido poco adecuado o tóxico. Un ejemplo que resonó este año fue la serie Adolescencia (aunque ficticia), donde un niño, influido por discursos de odio en redes, mata a una compañera. ¿Quién estaría en desacuerdo con protegerlos? Sin embargo, el problema no es solo que los NNA accedan, sino que las plataformas lo permiten y lo amplifican: algoritmos que repiten ese contenido y capturan fácilmente su atención. Sin moderación real y sanciones a estas plataformas, el problema persistirá.
Por otro lado, hay evidencia de que las redes también pueden ser un espacio de conexión y socialización protectora, sobre todo para niños y niñas de la comunidad LGTBQ+. Y, como dice el dicho, “hecha la ley, hecha la trampa”, buscarán formas de acceder y, aún más preocupante, podrían migrar a sitios más oscuros de la deep web.
En suma, estas medidas pueden ser muy atractivas, pero no son del todo efectivas sin hacerse cargo de las plataformas y, además, promover la socialización de niños, niñas y adolescentes en otros espacios.
Francisca Romo,
académica Facultad de Educación UDP.