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La urgencia de fortalecer las pedagogías desde las regiones Opinión Imagen referencial

La urgencia de fortalecer las pedagogías desde las regiones

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Marcela Momberg Alarcón
Por : Marcela Momberg Alarcón Rectora de la Universidad Católica de Temuco Directora de la Red de Universidades G9
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Apostar por las pedagogías desde la región, en diálogo con un marco normativo equilibrado y con el aporte sustantivo de universidades como las del G9, no es únicamente una decisión educativa: es una condición imprescindible para avanzar hacia un desarrollo más justo y equitativo.


En Chile existe un consenso amplio: necesitamos más y mejores docentes. La educación es un pilar estratégico para el desarrollo y para la cohesión social. Sin embargo, al abordar este desafío, solemos hacerlo desde una mirada centralista que invisibiliza la complejidad y los matices de las regiones.

Estudiar pedagogía es mucho más que elegir una carrera. Supone asumir un compromiso con comunidades diversas y, en muchos casos, con contextos marcados por vulnerabilidad. En regiones como La Araucanía, enseñar implica dialogar con la riqueza de la interculturalidad, la ruralidad y con brechas de conectividad que condicionan los aprendizajes. En este escenario, la labor docente trasciende la sala de clases: se transforma en un motor de integración social y en una pieza esencial del desarrollo local.

La evidencia demuestra que quienes estudian pedagogía en universidades regionales tienden a permanecer en sus territorios. Esto garantiza continuidad en la provisión de profesionales bien preparados, lo que impacta directamente en la calidad educativa y en la equidad territorial.

Si el Estado quiere cumplir con el derecho a una educación de calidad en todo el país, debe fortalecer la formación inicial docente en regiones, generando las condiciones para que jóvenes talentosos encuentren aquí una opción de futuro.

En este contexto, el actual debate legislativo sobre la modificación de los requisitos de ingreso a las pedagogías resulta especialmente relevante. La normativa vigente busca elevar los estándares de acceso, asegurando que estudiantes con mejores desempeños académicos ingresen a estas carreras. Sin embargo, la aplicación de esta medida, sin abordar otras estrategias que hagan más atractiva la profesión docente, tendrá efectos negativos, disminuyendo significativamente las matrículas en pedagogías, sobre todo en universidades regionales.

El desafío está en encontrar un equilibrio: flexibilizar las exigencias sin renunciar a la calidad e implementar un conjunto de medidas destinadas a abordar con mayor profundidad el desafío de la formación docente a nivel nacional.

En esta discusión, las Universidades del G9 –instituciones con fuerte presencia en regiones y tradición en la formación de profesores– hemos hecho aportes decisivos. No solo se han advertido los riesgos de políticas de admisión restrictivas, sino que también han propuesto fórmulas intermedias que permitan atraer a jóvenes con vocación, asegurando mecanismos de acompañamiento, nivelación y excelencia durante la formación.

La experiencia acumulada en pedagogías, desplegada a lo largo del país, otorga a la Red G9 legitimidad para incidir en este debate. Además, su rol ha sido clave para mantener la formación docente con altos estándares, articulando investigación, innovación pedagógica y compromiso territorial.

Apostar por las pedagogías desde la región, en diálogo con un marco normativo equilibrado y con el aporte sustantivo de universidades como las del G9, no es únicamente una decisión educativa: es una condición imprescindible para avanzar hacia un desarrollo más justo y equitativo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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