Opinión
Vinculación de la universidad con el medio
El aporte de las universidades al país está íntimamente ligado a la relación que desarrollen con su entorno. Así, es muy relevante analizar y potenciar la labor y aporte de vinculación de las universidades con el medio en que se desarrollan.
Esta acción se manifiesta sin duda a través de la formación de profesionales y científicos, en la investigación y creación de nuevo conocimiento y, en especial, en el involucramiento público que desarrollan, a través de sus vínculos con la sociedad y por medio del aporte a una mejor calidad de vida de la ciudadanía.
Por esto mismo, la vinculación con el medio es una función que ha estado en la esencia de la Universidad Católica desde su fundación, que atraviesa transversalmente el quehacer de todas sus unidades y que se valora y reconoce como una función esencial que da cuenta de su responsabilidad, compromiso y aporte público, incorporando actualmente la relación bidireccional en estos vínculos como un proceso natural entre la academia y la comunidad. Esta vinculación se manifiesta de manera explícita en un gran número de programas y proyectos de gran visibilidad e impacto público.
Hace más de cincuenta años, ya el rector Fernando Castillo Velasco señalaba: “La universidad debe reflexionar sobre las formas de vincularse con el entorno social, económico y cultural que la rodea. Se trata de hacer una universidad que sea verdaderamente abierta. Nuestros muros no se levantan para separar, no deben ser el límite de la acción universitaria. La universidad en su trabajo ha de confundirse con el trabajo de toda la sociedad”. Sabias palabras que iluminan la labor de nuestra universidad en este campo.
Así, esta vinculación con el medio se relaciona directamente con el compromiso público, el que surge desde la misión fundacional y los principios institucionales, y que se manifiesta por ejemplo en la docencia a través del Programa Aprendizaje y Servicio (A+S), como una forma de involucramiento en las necesidades de la comunidad y, a través de esto, busca renovar y actualizar la docencia.
Se presenta también en la mirada transdisciplinaria de la investigación en terreno, al recibir retroalimentación y aplicarla en nuevas propuestas de investigación al interior de la universidad. Es decir, es un aprendizaje de doble vía.
Hoy, se conoce que una manera en que las universidades deben fortalecer su rol público en una relación bidireccional con la sociedad es instalando la docencia, la investigación y las distintas actividades que realizan al servicio de los habitantes de nuestro país en áreas como salud, educación, vivienda, pobreza, energía, cultura y gestión de gobierno, entre otras. Esto se realiza a su vez aprendiendo de esas realidades de las comunidades y planteándose desafíos académicos a partir de ellas.
Sin embargo, en la actualidad enfrentamos nuevos desafíos, ya que los cambios sociales y culturales obligan a replantear nuestra forma de vincularnos y de hacer efectivo nuestro compromiso social. Por esto, es importante considerar mecanismos sistemáticos de vinculación bidireccional con el medio, su entorno local, nacional e internacional y su trabajo con otras universidades.
Además, es necesario contar con mecanismos de evaluación y seguimiento de la pertinencia e impacto de las acciones ejecutadas, junto a indicadores que reflejen los aportes de nuestras instituciones al desarrollo del país. Esta es la forma de seguir avanzando y aportando al desarrollo del país.
El análisis de estos mecanismos e interacciones ha permitido identificar áreas de mejora y desafíos a los que debemos poner atención. Entre estos, se encuentra la necesidad de hablar un lenguaje común respecto a esta función, a una mayor coordinación de esfuerzos y recursos, a generar sistemas de seguimiento y monitoreo que también aseguren sustentabilidad a lo largo del tiempo, y a generar los mecanismos de reconocimiento académico e incentivo al desarrollo del compromiso público universitario. En este sentido, es muy valiosa la actual inclusión de esta área de desarrollo universitario en los procesos de acreditación institucional.
De esta manera, seguir las etapas y el camino descrito nos permitirá proyectar los resultados en la forma en que nos relacionamos con el entorno. Se requiere, pues, de una política institucional al interior de las universidades que entregue nuevas orientaciones transversales que permitan evaluar lo que hacemos en vinculación con el medio, en concordancia directa con el plan de desarrollo institucional.
En suma, es importante reconocer que estos procesos enriquecen de forma significativa la labor universitaria y le permiten a la universidad cumplir con su tarea educativa y de generación de nuevo conocimiento, promoviendo el desarrollo de la persona humana en su conjunto y siendo un instrumento cada vez más eficaz de progreso social y cultural de la sociedad.
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