
Von Wolfersdorff en conversatorio “Ciencia y Democracia”: llamó a rediseñar formas de organización
Jeannette von Wolfersdorff propuso rediseñar instituciones con enfoques adaptativos para enfrentar la complejidad del siglo XXI, integrando evidencia científica, regulaciones ágiles y diversidad. Advirtió que el capitalismo actual erosiona sus bases y abogó por marcos regenerativos.
En el ciclo de conversaciones “Ciencia y Democracia, Repensando el Poder”, Jeannette von Wolfersdorff, economista y autora de La fascinante complejidad de nuestros sistemas, destacó la urgencia de rediseñar las instituciones para enfrentar la complejidad del siglo XXI.
Organizado por Women Board Up y Alago, con apoyo de Fundación Chile, el evento subrayó la necesidad de integrar evidencia científica en las decisiones políticas, abordando desafíos como la sostenibilidad y la regulación del mercado.
Von Wolfersdorff, en conversación con Tatiana Camps, ingeniera civil, Magister en Biología-Cultural, y Carolina Sepúlveda, abogada, explicó cómo la fragmentación de los sistemas actuales contribuye a crisis medioambientales, sociales y políticas. “Seguimos diseñando instituciones como si el mundo fuera una máquina predecible y controlable”, afirmó, proponiendo marcos iterativos y adaptativos para la regulación, enfocados en objetivos más allá del cumplimiento mecánico de reglas.
En su intervención, vinculó la inteligencia artificial con la economía, argumentando que ambos requieren regulaciones ágiles y especializadas. Subrayó que la inteligencia artificial puede inspirar nuevas formas de regular sistemas complejos como los mercados económicos, promoviendo trayectorias sostenibles y ajustes precisos.
Sobre el capitalismo, advirtió que su forma actual erosiona las condiciones que lo hicieron posible. “El mercado necesita marcos institucionales regenerativos que no solo prevengan el daño, sino que nutran ecosistemas sociales y naturales”, señaló, abogando por regulaciones que promuevan innovación con responsabilidad y redistribución.
También destacó la importancia de la diversidad en los equipos de trabajo, argumentando que ésta potencia la inteligencia de los sistemas complejos. Hizo un llamado a adoptar cuotas de género y a transformar las culturas institucionales que perpetúan liderazgos narcisistas y excluyentes.
Finalmente, desde su perspectiva como parte de una generación alemana marcada por reflexiones sobre el genocidio, Von Wolfersdorff instó a imaginar formas organizativas coherentes con las dinámicas de los sistemas actuales, recordando que “lo incómodo puede ser una forma de cuidado”.