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Apoyo de Boric a Bachelet para la ONU desata polvorín de críticas de la derecha PAÍS Fotos: prensa.presidencia.cl

Apoyo de Boric a Bachelet para la ONU desata polvorín de críticas de la derecha

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Andrés Cárdenas Guzmán
Por : Andrés Cárdenas Guzmán Periodista El Mostrador
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Acusan al Mandatario de “darse un gustito” al anunciar la candidatura de la exmandataria a la Secretaría General de las Naciones Unidas, una decisión que –según ellos– corresponde al próximo Gobierno. La derecha fustiga la gestión de Bachelet y su rol en el primer proceso constitucional.


No fue una sorpresa. Tal como había adelantado El Mostrador, el Presidente Gabriel Boric presentó este martes oficialmente la candidatura de la expresidenta Michelle Bachelet a la Secretaría General de la ONU y dijo que el país la respaldará, pese a las reticencias de la derecha y la ultraderecha, ya que su mandato en La Moneda concluirá el próximo mes de marzo, por lo que el tema será potestad de quien lo suceda.

Según fuentes que conocieron detalles del encuentro de presidentes progresistas realizado en Chile en julio pasado, fue en esa instancia donde los mandatarios presentes discutieron el apoyo a Bachelet. El principal promotor en la región de la otrora Alta Comisionada por los Derechos Humanos de la ONU no es el Presidente Boric, sino que fundamentalmente el gobernante de Brasil, Lula da Silva, quien podría ayudar a destrabar vetos con Xi Jinping de China y Vladimir Putin de Rusia.

Con ese impulso, en su intervención ante la 80ª edición de la Asamblea General de la ONU, el Jefe de Estado chileno aseguró que llegó el tiempo para que sea una mujer la que lidere el organismo internacional y resaltó que tanto la trayectoria política nacional –fue dos veces Presidenta de Chile– como su experiencia internacional –donde ejerció como presidenta de ONU Mujeres y como Alta Comisionada por los Derechos Humanos– avalan a la militante del Partido Socialista (PS).

Con una oleada de comunicados, el oficialismo celebró el anuncio. La bancada del PS aseguró que se trata de una “oportunidad histórica” para Chile y América Latina. La presidenta de la colectividad, Paulina Vodanovic, destacó que Bachelet “ha dejado huella en Chile y en el mundo”.

Desde la misma vereda, el excanciller y actual senador José Miguel Insulza recalcó que “Bachelet reúne la experiencia, la trayectoria y la estatura política necesarias para conducir Naciones Unidas. Su nombre genera respeto y confianza en todas las regiones del mundo”.

En el Frente Amplio coincidieron en que la postulación de Bachelet “refuerza el multilateralismo, la defensa de los derechos humanos y la presencia de Chile en la diplomacia global”.

Sin embargo, las claves de lo que será la elección en la ONU fueron abordadas por otros actores del oficialismo.

El rol del próximo Gobierno y el posible veto de EE.UU.

En las filas del PPD, Ricardo Lagos Weber, vicepresidente del Senado, señaló que el nombre de la exmandataria tiene “resonancia muy grande” en la ONU y que podría contar con amplio respaldo regional, descartando rumores sobre un veto por parte del Gobierno de Donald Trump –tesis mencionada también por la ultraderecha en Chile, que fustiga el trato que ha tenido el Presidente Boric con el mandatario estadounidense–.

“Veamos, primero, si es que está disponible la expresidenta para esos efectos, y después veamos de qué manera abordamos a los otros países para conseguir su apoyo. Los vetos existen desde que se creó Naciones Unidas. Son cinco países los que tienen derecho a veto (los otros cuatro son: Francia, Reino Unido, Rusia y China), lo que ojalá, se pueda modificar eso también, en el futuro”, comentó el senador Lagos Weber.

Por otro lado, incluso en la DC –fragmentada tras el apoyo a la candidatura presidencial de la comunista Jeannette Jara– se pusieron de acuerdo. La senadora Yasna Provoste dijo que “nunca será buena idea salirse de la ONU, como proponía José Antonio Kast no hace mucho”, mientras que el otrora timonel de la falange, el diputado Alberto Undurraga, planteó que “todos debiéramos apoyarla”.

La oposición, en cambio –también mediante comunicados oficiales– reaccionó con reservas. Señala que Boric “se extralimitó” al comprometer una candidatura cuyas gestiones corresponderán al próximo Gobierno. El rechazo también se centra en la visión crítica que la derecha mantiene sobre la gestión de Bachelet en materia de seguridad, economía y migración, así como sobre su rol en el proceso constitucional.

Cabe mencionar que la exmandataria chilena apareció en la franja del Apruebo el mismo día en que dejó de ser la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.

Es una política de Estado

El diputado de Renovación Nacional (RN), Diego Schalper, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, dijo que “más allá de las credenciales de Bachelet, que las podremos discutir, nos parece totalmente inoportuno que el Presidente de la República comprometa una definición que le corresponde al Gobierno que sigue y que el pueblo chileno va a escoger a fin de año”. Para Schalper, “el Presidente Boric aquí se ha extralimitado y ha comprometido de manera inoportuna e inapropiada una voluntad que le corresponde al Gobierno que sigue”.

Y es que, efectivamente, el escenario podría cambiar si la oposición gana la próxima elección presidencial, aunque expertos internacionales subrayan que los países suelen valorar la continuidad de las políticas de Estado por sobre los cambios de administración.

En esa misma línea se manifestó el canciller Alberto van Klaveren, que dio un punto de prensa poco después del discurso del Presidente Boric ante la Asamblea General de Naciones Unidas. “Confiamos en que, una vez elegido el nuevo Presidente o la nueva Presidenta de Chile, mantenga la política de Estado que también ha sido observada por este Gobierno”, comentó.

Consultado sobre si cree que la candidatura de Bachelet es competitiva, el ministro enfatizó: “Por cierto que sí. Si no tuviéramos esa seguridad, no la presentaríamos”.

Pero los reparos de la derecha no amainan. El diputado Guillermo Ramírez, presidente de la UDI, dijo que “el Presidente Boric nuevamente en materia internacional se da un gustito para anunciar una candidatura antes incluso que la propia candidata, al confundir lo que es política de Gobierno con política de Estado”.

“La nominación para presidir la ONU es una política de Estado y le va a tocar verlo al próximo Gobierno. No es el Gobierno del Presidente Boric el que definirá esa candidatura, y, por lo tanto, lo que está haciendo, simplemente, es adelantarse a una discusión que no tiene ningún sentido”, remarcó el timonel gremialista.

Por su parte, la directora ejecutiva del instituto Libertad y Desarrollo, think tank de la UDI, Bettina Horst, criticó la nominación de Bachelet como secretaria general de la ONU, apuntando a la valoración de sus gobiernos y su papel en el primer proceso constitucional. “Me gustaría ver una carta que genere más unidad en el país, detrás de la cual todos puedan sentirse interpretados”, dijo a Radio Pauta.

En un tono parecido habló el senador Rojo Edwards, exmilitante del Partido Social Cristiano. Recalcó que la campaña se va a llevar a cabo en un próximo Gobierno y “no está garantizado que algún presidenciable de oposición vaya a querer patrocinar con la fuerza y el vigor que se requiere ganar una campaña de esta naturaleza”.

El legislador enfatizó el posible veto de Estados Unidos. A su juicio, “la verdad es que el Presidente (Boric) no ha tratado bien al presidente Trump y a Estados Unidos en general. Su política ha estado demasiado distanciada y ha sido muchas veces, o por lo menos algunas veces, falta de respeto”.

El camino hacia la Secretaría General aún enfrenta desafíos: competidoras internacionales como Rebeca Grynspan (Costa Rica) y Mia Mottley (Barbados) cuentan con distintos niveles de respaldo, y la formalización de la candidatura se espera entre enero y febrero de 2026. Mientras tanto, Bachelet se mantiene como el nombre de mayor peso y visibilidad, convirtiéndose en el centro de un debate que mezcla diplomacia, política interna y proyección internacional.

Chile apuesta a colocar a una mujer y latinoamericana al frente de la ONU, pero el éxito dependerá no solo del prestigio de Bachelet, sino también del respaldo que logre consolidar antes de que el país entregue el testigo del Ejecutivo el próximo año.

Según fuentes cercanas al PS y a la exmandataria, el Gobierno ya habría comenzado gestiones para asegurar apoyos en la ONU y, a pesar de la incertidumbre sobre quién sucederá a Boric, la candidatura contaría con una base sólida.

Se indica también que Bachelet permanecerá en Nueva York durante los próximos días para consolidar o confirmar esos respaldos. Para la exmandataria, sería crucial lograr un apoyo amplio que proyecte su postulación como “una candidatura del Estado chileno”, pese a las primeras señales de la oposición.

 

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