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Correlación de fuerzas parlamentarias de Kast y Matthei será clave en futuro dominio de la derecha PAÍS

Correlación de fuerzas parlamentarias de Kast y Matthei será clave en futuro dominio de la derecha

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La historia reciente muestra que las alianzas en la centroderecha han sido frágiles, debido a sus diferencias internas. Analistas destacan que, para la convivencia del sector, será clave la correlación de fuerzas en el Congreso entre las distintas derechas, y la tensión entre identidad y unidad.


La afirmación del presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, respecto a que “ni Chile Vamos, Republicanos ni el PNL son mayoría solos”, resonó en las derechas, en medio de un escenario donde la colaboración y la política de alianzas están en duda. Aun así, la mayoría coincide en que ese camino es la única alternativa viable para alcanzar una mayoría efectiva en el Congreso.

No obstante, sus palabras apuntan a un factor en que los analistas coinciden: la relación entre los partidos de Chile Vamos y los Republicanos se perfila como un factor clave en el futuro político de la centroderecha.

El gremialista y compañero de curso del presidente de los Republicanos, Arturo Squella, también subrayó que la derecha “ha tenido mayoría en las dos Cámaras y que ahora la vamos a tener, lo que implica una responsabilidad”. Sus declaraciones, en Radio Agricultura, apuntaron además a las inquietudes dentro del sector liberal del bloque: si Kast gana la segunda vuelta, una parte de Chile Vamos podría optar por no ser oficialista, lo que abriría un nuevo escenario de alianzas y negociaciones.

Su advertencia no es solo una estrategia electoral, sino además un reconocimiento de que la diversidad de opiniones y enfoques puede ser una fortaleza si se maneja adecuadamente.

Sin embargo, la tarea no será sencilla. La historia reciente muestra que las alianzas en la centroderecha han sido frágiles, debido a sus diferencias internas. Analistas destacan que uno de los factores clave será la correlación de fuerzas en el Congreso entre los partidarios del republicano José Antonio Kast y los de la abanderada de Chile Vamos, Demócratas y Amarillos, Evelyn Matthei. Pero también advierten que “la política no se hace solo de correlaciones de fuerza, sino también de comprender la importancia de la experiencia” y que el sector “deberá manejar la tensión entre su identidad y la unidad con los propósitos” del Ejecutivo.

El decano de la Escuela de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, sostiene que se deberán observar los resultados el domingo en la noche o el lunes en la mañana para determinar si Chile Vamos y la centroderecha lograron resistir la ola emergente hacia la derecha conservadora emergente.

“Lo que vamos a tener que mirar esa noche o el lunes en la mañana, es si Chile logró resistir esta ola emergente, más a la derecha. En ese día observará si esta nueva ola alcanzará cierta hegemonía sobre lo que fue Chile Vamos, o si Chile Vamos podrá contener esta tendencia, que pudiera ser lo más probable”, manifiesta Guzmán.

El analista y experto electoral plantea que la situación en la Cámara de Diputadas y Diputados será clave y espera observar cuántos de los 112 incumbentes que buscan la reelección logran mantenerse en sus cargos. “Esto podría marcar un cambio en la composición del Congreso, similar al crecimiento del Frente Amplio en 2017. La posibilidad de que la centroderecha mantenga su posición dependerá de los resultados de la elección y de cómo se conformen los pactos y alianzas”, expresa el experto.

La centroderecha que tiene la experiencia y que arriesga perder su identidad

Ernesto Ottone, doctor en Ciencias Políticas de La Sorbonne, analiza el escenario de la candidata Evelyn Matthei, quien –según las encuestas– no aparece como la favorita de los chilenos para gobernar el país.

En ese contexto, Ottone –exjefe de asesores de Ricardo Lagos y quien no votará por Jeannette Jara– señala que “si Matthei no pasa a segunda vuelta, yo creo que lo que se va a producir es un alineamiento de los partidos de la centroderecha en torno a alguno de los otros candidatos de derecha con distinto entusiasmo”.

Sobre el futuro de la centroderecha, Ottone estima que eso depende de los resultados, pero anticipó un escenario clave: “Si crece mucho la extrema derecha, por supuesto que el rol de la centroderecha va a ser un rol más acotado”.

No obstante, advierte la necesidad de los republicanos de contar con experiencia, debido a que no la exhiben: “La política no se hace solo de correlaciones de fuerza, sino también de experiencia, de territorialidad, de un conjunto de otros elementos que hacen que a veces una fuerza que tiene un menor patrimonio electoral pueda tener por experiencia o por expertise un rol mayor”.

Ottone considera necesario que la centroderecha no pierda su norte, porque de ser así pueden ser sus propios enemigos. Si Kast o Kaiser llegaran a La Moneda, Ottone reflexiona que “si ellos (la centroderecha) no salvaguardan un estilo distinto, menos extremo, van a terminar jibarizados. Mira tú lo que ha pasado en Europa cuando las derechas tradicionales se han puesto detrás de esas fuerzas soberanistas, algo autoritarias: terminan desapareciendo”.

Finalmente, sobre el Parlamento, piensa que la centroderecha no perderá tanto terreno: “No va a haber un cambio brusco en el tipo de negociaciones que hay hoy. Si hay una mayoría muy aplastante, de eso pueden surgir como posibilidades de una disciplina mayor. Yo creo que eso es difícil que se produzca de manera muy brutal, así dramático. Por lo tanto, se producirán acuerdos”.

“La centroderecha tiene que manejar adecuadamente una tensión”

María José Naudon, decana de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, también reflexiona acerca de la experiencia y el futuro político de la centroderecha.

Naudon considera que si Kast o Kaiser pasan a segunda vuelta, “la centroderecha tiene que manejar adecuadamente una tensión y esa tensión tiene que ver con cómo se equilibra la necesaria unidad de la derecha para en la primera vuelta evitar el triunfo de Jeannette Jara, pero al mismo tiempo, ya pensando más bien en el Gobierno, esa identidad de la centroderecha no se diluye, porque esa disolución de la entidad terminaría en una eventual disolución del sector”.

Asimismo, consideró que en el Parlamento la centroderecha no quedará tan rezagada. “Si no pasara Evelyn Matthei a la segunda vuelta, el resultado que tenga Chile Vamos, la centroderecha, en el Congreso también lo convierte en un actor muy relevante, porque recordemos que en el caso de Johannes Kaiser con más fuerza, pero también en el caso de Republicanos, necesitan los equipos, la experiencia, los parlamentarios y lograr unir esa eventual mayoría, encauzarla hacia un liderazgo que efectivamente pueda tener rendimiento, porque tener parlamentarios por sí mismo no dice nada”, indicó.

Recordó lo que sucedió con Sebastián Piñera cuando fue Presidente: “Muchas veces la oposición más férrea vino de su propio lado. Entonces, aquí el desafío es enorme y por eso creo que Chile Vamos va a cumplir un rol, cualquiera sea el resultado de la presidencial, porque esa articulación es imprescindible para lograr pensar el Chile del futuro”.

Naudon valoró el rol de la centroderecha, por lo mismo, profundizó en que “la centroderecha tiene la capacidad de unir o de atraer hacia sí ciertos sectores que tienen más que ver con el 60% del Rechazo que con una distinción de izquierdas y derechas”.

“La centroderecha, es que representa una manera, representa una forma de entender el desarrollo del país, que a mí me parece que es la que entrega más gobernabilidad y lo hace mediante la capacidad de aunar grupos diferentes y dirigirlos hacia un destino común. Esa capacidad, la centroderecha la tiene, no solamente por el número de diputados o senadores que tenga o que obtenga, sino que porque la ha ejercido, la ha demostrado y la ha ejecutado”, dice la politóloga de la UAI.

“El control real del Estado requiere 3.500 técnicos y Kast no tiene”

Analistas de centroderecha que antes militaron en la Concertación advierten que, en el entorno de Matthei, independientemente de quién pase a segunda vuelta, existe la convicción de que la centroderecha superará de forma significativa a “la derecha extrema”. Sostienen además que, si las filas de Matthei controlan el Congreso, un eventual Gobierno de Kast enfrentaría la falta de cuadros técnicos y de la experiencia necesaria para gobernar dentro de los republicanos, por lo que dependería de la centroderecha, “igual que Boric del Socialismo Democrático”.

“Los republicanos no tienen un cuadro permanente suficiente para gobernar. El control real del Estado requiere aproximadamente 3.500 técnicos. La cantidad de técnicos necesarios para copar y dirigir ministerios clave, como Obras Públicas, es entre 140 y 150; en Justicia son 450 técnicos solo en el ministerio, además de servicios asociados, unos 120. Claramente, ellos no lo lograrían. Un Gobierno de Kast sin la centroderecha se asemejaría al Frente Amplio sin el Socialismo Democrático, cuya falta de experiencia les obligó a estar un año haciendo la práctica. Gobernar es mucho más difícil y complejo que ganar elecciones”, señalan.

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