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Periodista venezolano: regularizar migrantes en Chile es “más barato” que expulsión que propone Kast

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Víctor Higuera, director de “El Vinotinto” sostiene que “va a ser mucho más barato y más viable (…) un proceso de regularización” que expulsar a 300 mil migrantes, y advierte su “preocupación” por el destino de padres con hijos chilenos ante un eventual endurecimiento de la política migratoria.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Víctor Higuera afirma que “es más barato y más viable” regularizar que expulsar a 300 mil migrantes y advierte que la propuesta de Kast no es ejecutable por razones logísticas y diplomáticas. Señala que “no va a haber ni siquiera el 5%” de expulsiones efectivas y expresa preocupación por padres con hijos chilenos ante eventuales medidas. Considera que los discursos de campaña han generado inquietud en la comunidad venezolana.
Desarrollado por El Mostrador

El periodista venezolano radicado en Chile, Víctor Higuera, director del diario comunitario “El Vinotinto”, analizó con distancia y preocupación las advertencias migratorias realizadas por el candidato José Antonio Kast, quien afirmó que los migrantes irregulares tienen un plazo de “111 días” para abandonar el país de manera voluntaria.

Para Higuera, una propuesta de esta magnitud no solo es impracticable en el corto plazo, sino que desconoce las limitaciones materiales y diplomáticas que hoy enfrenta Chile. “Va a ser mucho más barato y más viable, más ejecutable, un proceso de regularización que un proceso de expulsión de 300.000 migrantes. Es básicamente matemática”, afirmó en conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, remarcando que las promesas de deportaciones masivas chocan con realidades presupuestarias y operativas difíciles de sortear.

Según explica, incluso si se intentara ejecutar el planteamiento de Kast, surgen obstáculos estructurales. Detalla que las relaciones consulares con Venezuela están deterioradas, lo que impide coordinar retornos forzados en volumen significativo. “A corto plazo no va a poder ejecutarse, porque ¿a dónde los van a mandar?”, señala, y recuerda que países limítrofes como Perú y Bolivia también han levantado alertas ante la eventual llegada de expulsados desde Chile. A ello se suma otro problema: la idea de que los propios migrantes deberían costear su pasaje de retorno. “¿Cómo obligas tú a una persona que no tiene ningún nivel de responsabilidad con el Estado porque no están regularizados a que se paguen un pasaje para regresarse a dónde?”, pregunta, insistiendo en que los escenarios planteados no se sostienen en la práctica.

En su evaluación, las matemáticas y la logística convergen hacia la misma conclusión: la expulsión masiva es improbable. “No va a haber ni siquiera el 5% de las personas que tienen orden de expulsión que se vayan a ejecutar”, afirma. Pese a ello, el discurso ha tenido efectos concretos en comunidades migrantes, que perciben el clima político con inquietud. Medios peruanos han reportado un aumento de personas intentando salir de Chile hacia la frontera norte, fenómeno que Higuera atribuye al impacto emocional inmediato de los anuncios. “En la comunidad estos discursos que cada vez son más intensos no han caído muy bien”, admite, aunque agrega que existe también cierto margen de espera respecto a lo que realmente pueda implementarse.

Uno de los puntos que más tensión genera entre los venezolanos radicados en Chile dice relación con las familias que se formaron durante los últimos años. Muchas personas que ingresaron irregularmente hoy tienen hijos nacidos en el país y temen verse enfrentadas a decisiones extremas si se endurece la política migratoria. Higuera describe ese temor como uno de los elementos más sensibles del debate: “Esto sí fue un punto que preocupó bastante (…) qué van a hacer los padres ante un eventual proceso de expulsión, los padres con hijos chilenos”. Su inquietud se centra en el futuro de niños que quedarían bajo tutela del Estado si sus padres fueran deportados. “Hablar de que estos hijos podrían quedar a cargo del Sename sí generó mucha preocupación, porque se dice muy a la ligera dentro de una campaña”, subraya.

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