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José Luis Daza: la importación no tradicional que incomoda y abre debate en Chile PAÍS Foto: AgenciaUNO

José Luis Daza: la importación no tradicional que incomoda y abre debate en Chile

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Andrés Cárdenas Guzmán
Por : Andrés Cárdenas Guzmán Periodista El Mostrador
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La eventual incorporación del actual viceministro de Economía argentino al equipo del Presidente electo puso sobre la mesa preguntas que van más allá del currículum: lealtades, compatibilidades institucionales y el impacto político de traer a La Moneda a una figura clave del experimento Milei.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La posible incorporación de José Luis Daza al futuro gabinete de José Antonio Kast abrió un debate político y técnico de alto voltaje: el Presidente electo confirmó haberle ofrecido cargos —entre ellos un eventual triministerio de Economía, Energía y Minería— al actual viceministro de Economía de Javier Milei, economista chileno-argentino con larga trayectoria internacional y rol clave en el plan libertario trasandino, lo que generó respaldo desde el empresariado y la derecha por la señal de certeza y urgencia económica, pero también alertas desde la futura oposición.
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José Antonio Kast abrió una puerta que no estaba en el libreto de los cambios de mando en Chile. A días de ser electo Presidente, puso sobre la mesa un nombre que cruza fronteras, modelos económicos y sensibilidades políticas: José Luis Daza, actual viceministro de Economía de Javier Milei en Argentina y uno de los cerebros detrás del experimento libertario trasandino. La oferta –confirmada por el propio economista– no es menor: integrar el próximo gabinete, con la fórmula más ambiciosa hasta ahora conocida, vale decir, un posible triministerio de Economía, Energía y Minería.

El solo gesto bastó para encender un debate que va mucho más allá de los nombres. ¿Puede un alto funcionario de otro país asumir un rol estratégico en Chile sin levantar alertas? ¿Dónde termina el capital técnico y comienza el problema de la información sensible? ¿Es una señal de audacia o una línea que no se debiera cruzar?

El economista que Kast quiere fichar

Daza (67) no es un nombre improvisado. Chileno-argentino, doctor en Economía en Georgetown, con pasos por el Banco Central de Chile, el BID, JP Morgan y Deutsche Bank, vive hace más de cuatro décadas entre Nueva York y Buenos Aires. En Argentina es hoy secretario de Política Económica, una de las posiciones más influyentes del Ministerio que lidera Luis Caputo, su amigo y socio intelectual desde los años 90.

Desde la Casa Rosada ha sido algo más que un técnico: es uno de los voceros más didácticos del plan Milei, el encargado de explicar el ajuste, la disciplina fiscal y la lógica del “shock” a audiencias locales e internacionales. “Este es lejos el proyecto más importante que he hecho en mi vida. Es un proyecto épico”, dijo esta semana en el streaming oficialista argentino Carajo, sin esconder su entusiasmo.

Pero también confirmó lo inevitable: Kast le ofreció “cargos”. O sea, serían varios. Y aunque el Presidente electo ha sido cuidadoso –“pasa por una decisión personal que no es mía”, repite–, en su entorno nadie esconde que Daza es la carta más potente para ordenar el área económica desde el día uno.

El respaldo empresarial y político

Desde el mundo empresarial, los aplausos llegaron rápido. La presidenta de la CPC, Susana Jiménez, fue directa. “Sería un lujo tenerlo en Chile”, le dijo a T13. Lo vio en acción en Buenos Aires, afiatado con Caputo, cómodo, entusiasmado. Un economista “top class”, en palabras que se repiten entre quienes lo conocen.

En la UDI, el respaldo también fue cerrado. El timonel Guillermo Ramírez y el diputado Jorge Alessandri lanzaron un comunicado para defender tanto el nombre como la idea de fusionar carteras. “Hace más con menos”, resumió Alessandri, recordando que la dupla Minería-Energía ya tuvo precedentes en gobiernos anteriores –ya lo hizo Laurence Golborne–. Para ellos, Daza entrega algo escaso: certeza a los mercados y señal de urgencia política.

Jorge Quiroz, principal asesor económico de Kast y cuyo nombre también suena como eventual ministro de Hacienda, empujó la puerta al señalar a la prensa: “Ojalá que se entusiasme y se sume”. Las reuniones en Buenos Aires con empresarios argentinos, dijo, fueron una señal clara de hacia dónde quiere moverse el nuevo Gobierno.

Las alertas: información y lealtades

Pero el entusiasmo no es transversal. Desde la futura oposición, las dudas apuntan a un concepto clave: información sensible.

El diputado Tomás de Rementería (PS) reconoció que Daza es un economista “bien preparado”, pero calificó de “rara” la señal de traer a un alto funcionario de otro país para ocupar un ministerio clave en Chile. A su juicio, el problema no es técnico, sino político y de intereses: advirtió posibles conflictos en materias sensibles como energía y gas, y puso en duda si Daza podría actuar con dedicación plena a Chile tras su rol reciente en el Gobierno de Javier Milei. “No sé si sus intereses van a estar puestos 100% en Chile o en Argentina”, afirmó, planteando además que existen cuadros preparados en la derecha –como el exministro de Piñera Rodrigo Álvarez– para asumir ese rol.

Desde una vereda más cauta, el diputado reelecto Marcos Ilabaca (PS) optó por un tono menos confrontacional. Remarcó que será el propio José Antonio Kast quien deba definir a su equipo y expresó que espera que el Gobierno “elija a los mejores”, considerando las altas expectativas que enfrenta el próximo mandato. “Si cree que esta persona puede asumir un rol importante, espero que le vaya bien”, sostuvo.

La pregunta, en el fondo, es simple y compleja a la vez: ¿hasta dónde llega la confianza y dónde empieza el riesgo?

Analista descarta que Daza juegue contra Chile

La politóloga María Lourdes Puente, directora de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Católica Argentina, recuerda bien el episodio de los cortes de gas a comienzos de los 2000, cuando Argentina priorizó su consumo interno en medio de la escasez. A su juicio, el vínculo entre Néstor Kirchner y Ricardo Lagos fue clave para evitar un quiebre mayor.

Desde esa experiencia, la académica relativiza los temores sobre un eventual “conflicto de intereses” si Daza cruza a La Moneda. “De ninguna manera creo que un ministro en un Gobierno chileno vaya a hacer algo que perjudique a Chile”, afirma a El Mostrador. Al contrario, sostiene que podría transformarse en un puente para destrabar soluciones en una relación históricamente compleja.

Eso sí, pone una advertencia sobre la mesa: la mirada ideológica. “No está asegurado que piense distinto a como viene pensando, tanto para Argentina como para Chile”, advierte, apuntando directamente al proyecto que hoy encarna Javier Milei. “Mucho de lo que piensa Milei nos afecta enormemente –y desde mi mirada, nos perjudica– en términos estratégicos y en intereses que creíamos muy consolidados. Todo está cambiando mucho”.

Más problema para Buenos Aires que para La Moneda

Más allá del ruido político que ha generado la posible llegada de José Luis Daza al futuro gabinete de José Antonio Kast, desde el mundo académico surge una lectura distinta: el mayor problema no estaría en Chile, sino al otro lado de la cordillera.

Así lo plantea el historiador Pablo Lacoste, doctor en Historia por la Universidad de Buenos Aires y académico de Idea-Usach, quien sostiene que, aunque Daza ha tenido acceso a información sensible en Argentina, hoy existe un clima de alta armonía bilateral que vuelve poco probable un conflicto en ese plano. “No veo ahí un problema”, afirma a El Mostrador.

El verdadero nudo, según el profesor Lacoste, está en Argentina. Daza cumple un rol clave en el equipo económico de Javier Milei y sería difícil de reemplazar. “Durante 80 años, las escuelas universitarias de economía en Argentina estuvieron orientadas a un enfoque ideológico radicalmente opuesto a la mirada de Milei, que pone el énfasis en el equilibrio macroeconómico”.

En ese contexto, Daza –formado en otra tradición– se convierte en una pieza escasa para reducir el riesgo país, acceder a financiamiento internacional y reactivar sectores como la construcción y la vivienda. “Casi no hay en Argentina profesionales que piensen con la lógica de Milei”, advierte.

En Chile, en cambio, el escenario sería distinto. “Existen otras escuelas de economía y más profesionales que pueden cumplir ese rol”, apunta el académico. Traducido: si Daza cruza la cordillera, el costo mayor lo pagaría Javier Milei. José Antonio Kast, en cambio, tendría más de una alternativa sobre la mesa.

El Presidente electo ya avisó que los nombres de su gabinete se conocerán recién a partir del 15 de enero. Si Daza cruza la cordillera o se queda en Buenos Aires es todavía una incógnita. Lo que no está en duda es que su eventual llegada abrió un debate de fondo sobre soberanía económica, confianza política y los límites –o la ausencia de ellos– en el nuevo ciclo que se inicia en La Moneda.

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