
47 toneladas de drogas en Antofagasta: la nueva estrategia de la fiscalía
Casi un tercio de los persecutores de la Fiscalía Regional de Antofagasta está especializado hoy en investigar tráfico de estupefacientes a gran escala y en conseguir de inmediato órdenes judiciales y mecanismos intrusivos, en turnos 24×7, lo que ha permitido incautaciones recórd.
Cifras siderales de drogas se están incautando todas las semanas en la Región de Antofagasta, dando cuenta no solo de una mayor eficiencia del aparataje de persecución penal al respecto, sino también de la cuantía del problema: sólo en los últimos dos años se han decomisado más de 47 toneladas de drogas.
El último operativo, realizado el jueves pasado, implicó la incautación de 228 kilos de marihuana, en un operativo realizado por la fiscalía, la PDI y la Dipolmar (Dirección de Inteligencia e Investigaciones Policiales de la Armada), que permitió la detención de seis chilenos que internaban la droga desde países vecinos, por medio de pasos clandestino, para luego llevarla a la zona central.
A estas alturas del año, las cifras indican que ya se han decomisado más de 20 toneladas de narcóticos, en circunstancias que en 2024, a la misma fecha, iban 13.9 toneladas.
Al mismo tiempo, y pese a que solo hay 12 meses de diferencia, han ido variando los tipos de estupefacientes. Mientras el año anterior se veía poca cocaína (tanto en forma de clorhidrato como de pasta base) este año ha aumentado mucho, a tal punto que ya se han decomisado casi 900 kilos de clorhidrato de cocaína, por un valor cercano a los mil millones de dólares, puesta en la calle.
Otro incremento relevante es el de ketamina. Si en 2024 a la fecha iban 34 kilos de este anestésico de origen farmacéutico incautados, ahora van 240, y lo anterior también tiene un correlato en la cantidad de detenidos. El año pasado hubo 344 detenidos por tráfico de drogas en la Región de Antofagasta y ahora ya hay 356; es decir, 12 más, cuando aún falta un trimestre para que culmine el año.
La estrategia
El fiscal regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, explica que la estrategia que se implementó al respecto tiene que ver con varios aspectos. Uno de ellos es que, además de los grandes traficantes, están apuntando también al microtráfico barrial y debido a ello están efectuando a lo menos cuatro operativos masivos en cada comuna de la región anualmente, reuniendo las denuncias. En ese sentido, comenta que el objetivo es “atacar el tráfico urbano, que es el que afecta a la comunidad directamente, y que incide mucho en la comisión de otros delitos que se asocian al tráfico de drogas y que normalmente son cometidos por personas que caen en procesos incluso patológicos de adicción”.
Para ello se realizan análisis de los puntos con más ventas de drogas y se van abriendo investigaciones que culminan en operativos masivos, en las comunas de Tocopilla, Calama, Taltal, Mejillones y Antofagasta.
24×7
Castro indica que a nivel de grandes traficantes, la estrategia de persecución se ha basado en una coordinación muy estrecha con ambas policías, pero especialmente con Carabineros, dado que “estos tienen presencia mayoritaria en el sector fronterizo y en las rutas que están desde Calama hacia el interior, donde son ellos los que ejercen el resguardo y control tanto de nuestras fronteras como de nuestras rutas. Y lo que nosotros hemos priorizado frente a esa realidad y a la del resto de las rutas que también son controladas por carabineros, tanto por parte de unidades especializadas, en este caso OS-7, como territoriales, es que un fenómeno tan relevante, en una zona donde se dan todas las condiciones geográficas para facilitar el contrabando de drogas ilícitas, fuera siempre trabajado por fiscales especializados”.
Para ello, según detalla Castro, es que de los 34 fiscales que existen en total en la región -incluyéndolo- casi el 30% de ellos; es decir 10, están especializados en materias de drogas, a fin de que “el personal policial que adopta un procedimiento con tráfico de una importante cantidad de drogas siempre cuente durante todos los días del año, y a cualquier hora, con un fiscal especializado en drogas para poder atender esos procedimientos”, algo que resulta de cualquier importancia en un procedimiento de este tipo, pues cada vez que cae un cargamento importante las horas inmediatamente siguientes son cruciales, especialmente en términos de otras detenciones y recuperación de evidencia.
“Normalmente, una organización criminal, en cuanto se le incauta droga, empieza a tomar recuerdos inmediatamente. Así, el receptor se entera inmediatamente de que ya no puede recibir y si hay un intermediario este también se entera inmediatamente de que ya no puede recibir la droga, y por lo tanto, se intenta escabullir. Lo que hacemos nosotros es actuar de manera inmediata, de manera de poder seguir el hilo rápidamente y llegar a la mayor cantidad de partícipe, y a la mayor cantidad de incautación de droga”, asevera Castro.
Medidas intrusivas
En ese sentido, argumenta que que cuando se trata de procedimientos de determinadas características, que se niega a revelar, a fin de no alertar a los traficantes, “la policía sabe, en toda la región de Antofagasta, que tiene que comunicarse con un fiscal especializado que está preestablecido, según el lugar o territorio donde se incaute la droga. ¿Cuál es el objetivo de aquello? Seguir de inmediato realizando diligencias de investigación”.
Eso implica desde trámites relativamente sencillos, hasta autorizar o pedir a un juez el uso de medidas intrusivas, que van desde interceptaciones telefónicas o de otro tipo de comunicaciones, así como a conseguir órdenes de entrada y registro, designar agentes encubiertos o reveladores, realizar entregas controladas o solicitar autorizaciones judiciales y órdenes de detención, tanto en la misma región como en otras zonas del país.
En este trabajo, puntualiza el fiscal, es fundamental la coordinación con Carabineros, que de acuerdo con la información de inteligencia que maneja va estableciendo puntos de control carreteros que generalmente culminan con decomisos.
“Son distintos puntos de control dentro de la región, lugares estratégicos que tienen una característica esencial: son variables, pues los traficantes van viendo las rutas, según los controles policiales, y se van cambiando. En ese sentido, Carabineros ha hecho un muy buen trabajo en cuanto se refiere al mapeo de las rutas que podrían estar utilizando los traficantes, y por lo tanto hay una información dinámica. Eso permite que Carabineros, de acuerdo a su programación, se despliegue de una forma muy estratégica, que a pesar de los recursos, que siempre son escasos, permitan o hayan permitido generar estas importantes incautaciones”.
A eso agrega el que “el hecho de tener a un fiscal siempre disponible y especializado permite que no nos quedemos en la incautación de la droga que se encuentra, sino que sigamos con la indagación inmediata de los otros partícipes en el hecho, y eso marca una diferencia importante”, pues los procedimientos por droga no solo arrojan incautaciones de narcóticos: muchos de ellos culminan “en el hallazgo de vehículos robados, por ejemplo, que se encuentran en lugares donde también se ha acopiado droga, en la incautación de armamento de distintos tipos e incluso de granadas y explosivos, todo lo cual hemos visto asociado a la droga.
El control de los procedimientos
Castro Bekios agrega que además de los fiscales especializados él también participa y es informado de todos los procedimientos relevantes, “de manera tal de poder dar, en el caso de ser necesario, alguna indicación, alguna observación, o alguna cosa, recordar algunas cosas que puedan faltar. Siempre estoy pendiente, y no es por, que no se malentienda, que no es por desconfianza respecto de el trabajo de los fiscales, que hacen muy bien su trabajo, pero creo que siempre mirar un poco desde afuera y desde arriba”, agregando que, por ejemplo, eso fue lo que hizo recientemente en el caso de los cinco policías y un civil bolivianos que fueron detenidos con casi 600 kilos de drogas.
Como se recordará, las seis personas fueron detenidas el 24 de agosto por Carabineros en el sector de Hito Cajón, muy cerca de la frontera, en cuyo poder se encontró armamento de grueso calibre y municiones, como también gran cantidad de droga.
Cinco de los detenidos, cuatro hombres y una mujer, fueron identificados como efectivos de la policía boliviana que se desplazaban en un vehículo Nissan, modelo Patrol, sin distintivo institucional, mientras que el sexto sujeto era un civil que se movilizaba en una camioneta Toyota con encargo por robo en Chile.
Durante la revisión del vehículo Nissan la policía encontró, además del armamento, 14 celulares y dos juegos de placas patentes bolivianas, mientras que en la camioneta Toyota se descubrieron 500 kilos de marihuana y casi 74 kilos de pasta base de cocaína.
Los cinco ocupantes del vehículo Nissan fueron formalizados por los delitos de tenencia ilegal de arma de fuego prohibida, tenencia ilegal de arma de fuego, tenencia ilegal de municiones, disparos injustificados, secuestro y tráfico de drogas. El civil, en cambio, fue formalizado por tráfico de drogas y receptación de vehículo motorizado. Todos los detenidos quedaron en prisión preventiva.