
Bachelet reconoce que en los partidos de la Concertación hay «ciertas lógicas que pueden ser decepcionantes»
La aspirante a La Moneda se refirió al fracaso de su sector en las primarias legales parlamentarias, asegurando que “son prácticas difíciles de cambiar”. Pero recalca que ella no se rinde.
La precandidata presidencial del bloque PS-PPD, Michelle Bachelet, reconoce que se encuentra en una “parada distinta” desde que regresó de Nueva York. En entrevista con Revista Cosas, confidencia que ha tomado conciencia de que ya no sólo se debe a sí misma y a su familia: “Uno se debe a muchos más”.
En base a esa reflexión, sentencia que ya no pude darse “gustitos” como decir lo que quiere, porque ya no lo haría, “porque ya soy otra”, recalca la ex Presidenta. “Es porque dentro mío algo cambió. Ya fui Presidenta. Y esto te da una parada distinta, un mirar las cosas que no se va a ser nunca igual a como era antes”, ahonda.
“Es evidente, sin embargo, que no sé lo que es ser Presidenta nuevamente. Pero estoy convencida de que si uno sabe lo que requiere, y se acompaña de gente que cree en un proyecto colectivo, se puede enfrentar todos los desafíos”, señala Bachelet.
Consultada por los cambios que requiere el país, la ex mandataria repara en que hoy existen las condiciones para enfrentar nuevos temas: “Chile requiere hacer reformas estructurales, de peso, y hay más fuerza política y social para hacerlo. No es que vi la luz en Nueva York. En muchos de estos temas, ya tenía una clara convicción en el pasado. Pero hoy hay mejores condiciones para avanzar. Se requiere una reforma educacional, una reforma tributaria para financiarla, pero también enfrentar realmente la desigualdad en nuestro país. Y también se requiere de reformas políticas que permitan que esto sea posible”.
Para cambiar el modelo, subraya, se requiere de una “nueva Constitución generada en democracia. Aún quedan una serie de elementos que no se condicen con el Chile de hoy. Pero, además, tiene que ver con fortalecer nuestra democracia. Hoy tenemos un sistema político que está construido sobre bases débiles. Y eso es un riesgo”.
Sin embargo, Bachelet asegura que “cuando la gente cuestiona toda la institucionalidad, se abren espacios para autoritarismos y populismos. Un país sin instituciones fuertes tiene riesgos de ingobernabilidad, de estallidos sociales. Además, es una oportunidad para que todos los partidos políticos mejoren sus prácticas. Incluso, es una exigencia para la economía”.
Dice además que “el modelo de desarrollo que Chile ya no es sostenible en el tiempo. Si realmente queremos vivir en un país en paz, con gobernabilidad y estabilidad, tenemos que hacer estas reformas. De lo contrario estamos en riesgo”.
Agrega que “hay un Chile muy politizado que está un poco agresivo, enojado. Pero recorriendo las comunas, me he encontrado con personas que, aunque no están contentas, no tienen ira. Ese es el Chile de siempre: cálida, cariñoso, de mujeres y hombres súper corajudos, pero que hoy te dicen que no quieren abusos, que no quieren letra chica, que quieren que esas cifras económicas de las que les hablan también lleguen a su vida cotidiana”.
Respecto al fracaso de su sector que no alcanzó acuerdos para ir a primarias legales, Bachelet es tajante y señala: “Hay ciertas lógicas de funcionamiento de los partidos que pueden ser decepcionantes. Son prácticas difíciles de cambiar y que no se modifican sólo porque llegó una mujer candidata. Se requiere hacer un trabajo y yo no me rindo”.