Cinco estudiantes de tercero y cuarto medio del Colegio Rafael Sotomayor protagonizan una historia de innovación escolar con sello local. A través de un programa de emprendimiento educativo, crearon una máscara capilar a base de changle, un hongo comestible chileno, con la que representaron al país en una competencia latinoamericana en Brasil y hoy proyectan su comercialización para Navidad.
El proyecto nació al alero del programa “La Compañía” de Junior Achievement, iniciativa que desafía a estudiantes de educación media a crear una empresa real con impacto económico, social y medioambiental. En ese contexto, las alumnas dieron vida a Áurea, una marca de cuidado capilar sustentable elaborada a partir de changle, hongo silvestre que crece en los bosques del sur de Chile y que es reconocido por sus propiedades hidratantes, reconstructivas y antioxidantes.
La idea surgió tras una experiencia personal durante un viaje al sur del país, que luego derivó en un proceso de investigación, pruebas de laboratorio y desarrollo de marca.
Del aula al laboratorio
El desarrollo del producto incluyó asesoría técnica y pruebas realizadas en el laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, con apoyo de un profesional químico. El grupo avanzó también en aspectos clave como imagen corporativa, etiquetado informativo y envases, cumpliendo con estándares éticos para productos capilares.
El proyecto tuvo una positiva recepción en la feria escolar, donde lograron vender toda su producción inicial, reinvirtiendo los recursos en mejoras.

Crédito: Cedida.
Representación chilena en Brasil
Gracias a su desempeño, las estudiantes fueron seleccionadas para representar a Chile en Company of the Year 2025 (COY), competencia organizada por Junior Achievement Americas en Río de Janeiro, que reunió a delegaciones de 14 países de la región. Aunque no obtuvieron el primer lugar, la experiencia marcó un hito formativo y personal para el equipo.
El profesor Matías Richard, quien acompañó el proceso, destacó que el programa fomenta el trabajo colaborativo y la formación integral. “Como profesor de historia, me doy cuenta que somos muy solitarios y este proyecto me ha ayudado a que se formen equipos a pesar de las diferencias, que se motiven a sacar adelante un proyecto en común, demostrando responsabilidad y compromiso”, señaló el docente.
Proyección y nuevas metas
Actualmente, las integrantes de Áurea continúan vendiendo su producto a través de redes sociales y trabajan en una nueva versión con distintos aceites y aromas, con el objetivo de lanzar un pack especial para Navidad. Para algunas, la experiencia incluso abrió nuevas perspectivas vocacionales.
Desde Junior Achievement Chile, su directora ejecutiva Magdalena Peralta subrayó el valor simbólico del proyecto. “Su presencia en una instancia internacional envía un mensaje potente a miles de niñas y adolescentes sobre las oportunidades que tienen para ser protagonistas de su vida. Es un emprendimiento con propósito que está directamente alineado con la misión de Junior Achievement, de formar jóvenes autoeficaces que contribuyan a la prosperidad de sus comunidades”, comentó Peralta.
La historia de estas jóvenes refleja cómo el emprendimiento escolar puede transformarse en una plataforma concreta para la innovación, el aprendizaje práctico y el desarrollo de proyectos con identidad local y enfoque sostenible.